Un informe elaborado por el Rosgan alerta sobre la creciente participación en la oferta total de animales que llegan a faena. Cómo está la relación maíz/novillito, como influyen los valores más firmes del ternero y los márgenes negativos que está manejando el engorde tradicional…

 

Un reciente informe del Rosgan señala que hay una oferta ganadera que sigue siendo baja en comparación al año pasado pero que en relación al stock inicial refleja tasas elevadas que aún no se asocian a un proceso de retención, la participación del feedlot resulta cada vez mayor.

Los datos de faena del mes de julio confirman un total de 1.252.127 cabezas procesadas en el último mes, cifra que comparada con julio del año pasado resulta un 3% inferior y que en los primeros siete meses del año acumula un total de 7.812.147 cabezas, reflejando una caída de casi 10 puntos respecto de lo registrado en igual período de un año atrás.

Sobre estos números y en un escenario climáticamente mucho más benévolo que el registrado el año pasado, desde el Rosgan manifiestan que resulta sorprendente la creciente participación del feedlot dentro de los procesos de engorde y terminación.

De acuerdo a las estadísticas publicadas por el SENASA en base a los DTe, se conoce que, en los primeros siete meses de este año, pasaron por los feedlots 2.800.665 animales que, medidos sobre los animales faenados en igual período, representan un 36% del total, marcando una tendencia linealmente creciente en los últimos cinco años.

A su vez, este porcentaje supera en 2 puntos el registro del año pasado, dado en un contexto de fuerte seca donde el feedlot fue el refugio casi obligado para gran parte de la hacienda que debía salir de los campos.

No obstante, a diferencia del año pasado, el Rosgan observa una ligera recuperación en los pesos de faena, asociado en gran parte a un destete de terneros más pesados.

De acuerdo a los datos publicados por la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA), en la faena de julio se obtuvo un promedio de 230 kilos por res, casi 5 kilos más que los obtenidos un año atrás, aunque en el acumulado del año la mejora se reduce a menos de 2 kilos, aun unos 4 kilos por debajo de los máximos registrados en 2022.

Analizando los datos suministrados por la Cámara Argentina de Feedlots (CAF), el reporte indica además que se observa una tendencia a la baja en la permanencia de los animales en los corrales. “En efecto, en julio el promedio de permanencia registrado entre los socios de la CAF resultó inferior a los 100 días mientras que, de enero a julio el promedio de permanencia fue de 121 días contra 138 días en 2023 y 151 días en igual periodo de 2022”, precisa.

En términos de eficiencia, a priori, desde el Rosgan se infiere que se estaría trabajando con un ingreso de animales relativamente más pesados, pero también que se están utilizando dietas de terminación más rápidas.

“Sucede que este año la relación maíz/novillito está siendo muy favorable al engorde. En el mes de julio, en promedio se necesitaron 77 kilos de novillito para comprar 1 tonelada de maíz, un 25% menos de lo que costaba un año atrás e incluso 25% inferior al promedio de los últimos cinco años”, argumenta.

Sin embargo, esta relación tan favorable que se da con el grano ya no resulta suficiente para contrarrestar el encarecimiento que comienza a mostrar la relación de reposición de la invernada que empieza a deteriorar fuertemente los números del feedlot.

Es así que el informe entiende que a medida que se reduce la oferta de terneros, los valores comienzan a ponerse más firmes. La referencia de precios que surge del último remate habitual de ROSGAN realizado la semana pasada, sitúa al ternero en los $2.478,30, mostrando una mejora corriente del 8% respecto de los $2.289,52 del mes de julio.

A su vez, medido en pesos constantes, ajustados por el índice de inflación mayorista (IPIM), el valor actual del ternero se ubica un 8% por sobre los niveles marcados a esta misma fecha del año pasado mientras que, el gordo continúa retrasado unos 14 puntos respecto de los valores registrados un año atrás.

“En concreto, a pesar de seguir gozando de un grano relativamente barato, el ternero -que representa el insumo de mayor costo para el feedlot- comienza a mostrar una relación de compra mucho más ajustada. Mientras que en julio se precisaron 1,11 kilos de novillito para la reposición de 1 kilo de ternero, en lo que va de agosto esta relación ya se ubica en 1,20 kilos, un 25% más caro de lo que costaba esa misma reposición, un año atrás”. Expresa el reporte.

En efecto, de acuerdo a los cálculos publicados por la misma CAF, en julio el margen de un engorde tradicional en el que los animales ingresan con 180 kilos y son terminados en un promedio de 131 días con 320 kilos finales, arroja un pérdida bruta de más de $40.000 por cabeza, aun sin considerar ni costo financiero ni impuestos. Al sumar estos dos conceptos el rojo supera los $100.000 por animal terminado.

Utilizando los mismos parámetros que maneja la CAF para el cálculo de estos resultados, es posible simular que, sin mediar mayores cambios en el precio de los dos insumos principales -valor del ternero y valor del maíz- el precio de venta del gordo debería subir un 15% para comenzar a generar números positivos para la actividad, una vez pagado el costo impositivo y financiero.