Empieza a haber signos de recuperación en las reservas de agua de los estratos profundos del suelo en el centro de la región núcleo
Las lluvias del fin de semana dejaron registros importantes en la región núcleo, con acumulados que oscilaron entre 40 y 50 milímetros en promedio, aportando una recuperación clave en el balance hídrico. En algunos puntos, los valores fueron aún más elevados, con picos de 102 milímetros en Bell Ville (Córdoba), 87 en Clason y 79 en Montes de Oca (Santa Fe), además de acumulados destacados en el norte de Buenos Aires, como los 78 mm en Rojas o los 86 en Pinto.Según dijo Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario, “las reservas de agua útil empieza a mostrar signos de recuperación en los estratos profundos del suelo en el centro de la región núcleo. Después de tantos años de déficit hídrico, esto es una buena noticia para la próxima campaña de granos finos”. El consultor Alfredo Elorriaga explicó que este evento estuvo impulsado por un sistema frontal que encontró una gran disponibilidad de humedad en el ambiente, lo que permitió precipitaciones abundantes y, en general, sin presencia de granizo. Además, el pasaje de este frente generó un marcado descenso de las temperaturas, poniendo fin a la intensa ola de calor de la semana anterior.Con este escenario, la región pampeana comienza a salir del estado crítico de sequía que la afectó en los últimos meses. «Estamos dejando atrás el rojo de déficit hídrico en el que estábamos hace dos o tres semanas», señaló Russo. Sin embargo, la mejora no alcanzó a todas las zonas productivas: el norte de Santa Fe y provincias como Chaco y Santiago del Estero continúan con una campaña muy complicada por la falta de agua.Para los próximos días, se espera una semana de buen tiempo, con condiciones otoñales y sin circulación de aire cálido desde el noreste, lo que permitiría comenzar a avanzar con la cosecha de maíz que había quedado pendiente. Sin embargo, para la soja de 1ra, el impacto de estas lluvias llegan tarde, ya que gran parte de los cultivos atravesaron su período crítico bajo condiciones de estrés hídrico.
Registro de lluvias acumuladas durante el fin de semana
Las precipitaciones de los últimos días están marcando un punto de inflexión en la campaña agrícola en áreas que estaban en “rojo” como en el centro de Buenos Aires, donde ya hay registros que superaron los 100 mm. Los analistas destacan su impacto en la recuperación de los cultivos, especialmente en la región núcleo y otras áreas productivas de la región pampeana
Las lluvias volvieron a la región núcleo y marcarán el pulso del clima durante toda la semana. Aunque las precipitaciones no llegarán de manera generalizada, se espera que al final del período de inestabilidad los acumulados sean significativos y terminen cubriendo una vasta zona de la región pampeana. A diferencia de otros eventos recientes, no se trata de un frente organizado, sino de tormentas aisladas que seguirán desarrollándose hasta el viernes. Para la región núcleo esto marca la consolidación de la recuperación de los cultivos, según informaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). Pero el impacto va más allá: también será clave para otras áreas de la región pampeana, como la provincia de Buenos Aires y para buena parte de Córdoba y en menor medida para Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos.
En la región núcleo, los primeros registros ya muestran valores importantes en distintos puntos. En el noreste de Buenos Aires, Baradero acumuló 70 mm, Chacabuco 58 mm y Junín 52,4 mm. En el centro-oeste bonaerense, las lluvias superaron los 100 mm en Trenque Lauquen y Pehuajó con Saladillo ligeramente por debajo (90 mm).
El consultor de GEA/BCR, Alfredo Elorriaga, remarca que a diferencia de lo que estaba previsto: “circulación cálida y seca del noroeste hasta el comienzo la semana próxima”, se sumó circulación desde el N que aportó humedad, “factor clave que favorecerá las precipitaciones en los próximos días”, dice Elorriaga. En Rosario, las lluvias más importantes se esperan a partir del martes. No se prevé un descenso significativo de temperaturas, sobre todo en las mínimas, como sí sucedía en las semanas pasadas tras el ingreso del frente Frío. Habrá solo un pequeño alivio del calor con la inestabilidad que persistirá durante la semana.
“Las lluvias de esta semana van a ser muy importantes, no solo para seguir consolidando la recuperación en la región núcleo, sino también para otras zonas clave de la región pampeana, como la provincia de Buenos Aires y parte de Córdoba”, destacó Cristian Russo, Jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR.
En recuperación
Según había reportado la BCR el jueves pasado, las lluvias de las últimas tres semanas fueron claves para consolidar la recuperación de la soja en la región núcleo. Un mes atrás, las pérdidas eran críticas, especialmente en el noreste de Buenos Aires, donde se esperaba que más del 50% de los cultivos no se pudieran cosechar. Sin embargo, el cambio ha sido mejor de lo previsto: los rindes se han estabilizado y las pérdidas se han reducido. “Las lluvias le han puesto un piso a la soja de la región, que posiblemente esté en 14 qq/ha para la soja de 2da y de 25 qq/ha para la soja de 1ra. Las lluvias que se esperan para la próxima semana seguirán siendo importantes en la recuperación del rinde de la oleaginosa”, destacaba el informe.
Las precipitaciones registradas en las últimas 24 horas superaron las expectativas, con acumulados que en algunos casos cuadruplicaron los valores previstos. El alivio llega en un momento clave para la soja
Las lluvias de las últimas horas en la región núcleo fueron más abundantes de lo esperado y presentaron una distribución mucho más pareja que en eventos anteriores. Según datos recopilados hasta las 8 de la mañana por la Bolsa de Comercio de Rosario, se registraron acumulados que superaron los 70 y 80 milímetros en localidades del norte de Buenos Aires y el sur de Santa Fe, como Baradero (80 mm), Laboulaye (70 mm) y Pergamino (66 mm).Uno de los factores clave que explican la intensidad de estas precipitaciones fue la combinación de temperaturas extremadamente altas en días previos—con registros de hasta 41°C en buena parte de las estaciones—y el ingreso de un frente frío que provocó un descenso abrupto de más de 20°C en pocas horas. Este choque térmico generó tormentas intensas que lograron cubrir una porción importante del área agrícola con lluvias superiores a lo previsto.Si bien la mayor parte del norte de Buenos Aires, el centro-sur de Santa Fe y el sur de Córdoba recibieron acumulados importantes, el cuadrante noroeste de la región núcleo quedó con registros mucho más bajos.El jefe de Estimaciones Agrícolas de la BCR Cristian Russo destacó que estas lluvias llegan en un momento crítico para la soja. “La combinación de la ola de calor y la falta de humedad había generado pérdidas significativas, especialmente en lotes de soja de segunda”, detalló. Este alivio hídrico permitirá sostener buena parte de los cultivos, aunque la incertidumbre persiste: para consolidar la recuperación y evitar mayores pérdidas, será clave que las lluvias continúen en la próxima semana.El impacto positivo de estas precipitaciones también se refleja en un ingreso de humedad extra al sistema, lo que podría favorecer nuevas lluvias en el corto plazo. Sin embargo, desde la BCR advirtieron que todavía se necesita un mayor caudal hídrico, y que las lluvias de la próxima semana seguirán siendo fundamentales para estabilizar la situación de los cultivos.Principales acumulados-Baradero: 80 mm -Laboulaye: 70 mm -Pergamino: 66 mm -Bigand: 60 mm -Chovet: 54 mm -Maggiolo: 52 mm -Rojas: 38 mm -Rufino: 38 mm
El 12° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis registra un previsible incremento estival en la presencia de la plaga, con algunas situaciones disímiles adjudicables a si se llevaron a cabo prácticas de manejo o no. Ante el aumento de las condiciones ambientales predisponentes, los expertos recomiendan intensificar los monitoreos, y, en caso de ser necesario, evaluar estrategias de control químico para contener el crecimiento de la plaga y mitigar posibles daños.
Buenos Aires, 28 de enero de 2025. Tal como se preveía para la actual época del año, las condiciones climáticas propiciaron un incremento de la presencia de chicharritas en el país, como se observa en los mapas de calor del 12° informe de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, que relevó 409 localidades del país entre el 8 y el 24 de enero de 2025. En la región del NOA, la situación se muestra relativamente estable, similar a la registrada en el 10° informe. El 58% de las localidades registró ausencia de Dalbulus maidis, un 33% tuvo presencia de adultos en la categoría más baja (1 a 4 chicharritas por trampa), y hubo un ligero incremento de trampas con entre 5 y 20 adultos en algunas localidades.
En el NEA, la otra región endémica, aunque el 57% aparece libre de chicharrita, hubo un aumento relevante de las localidades donde se detectaron entre 5 y 20 adultos por trampa. “La falta de un manejo integral inicial adecuado ha propiciado un incremento significativo de las poblaciones del vector, especialmente en áreas críticas del noreste de Chaco y actualmente en el norte de Santa Fe”, sostiene el informe.En la región del Litoral se dio un avance importante de la plaga: aumentó la cantidad de localidades que registran presencia leve y poblaciones más altas, principalmente en Entre Ríos y Corrientes. La ausencia del vector quedó reducida al 33% de las localidades de la región.
En tanto, en las principales regiones maiceras del país predomina la ausencia de la plaga. El 74% de las localidades del Centro Norte no registraron capturas; sin embargo, aumentó el número de las que registraron el nivel más bajo (1 a 4 adultos por trampa) y el siguiente (5 a 20 adultos). La mejor situación se da en la región Centro Sur, donde el 97% de las localidades aparecen sin presencia de Dalbulus maidis.
“La coexistencia de maíces tempranos transitando la última etapa del cultivo y tardíos en estas regiones enfatiza la necesidad de intensificar las estrategias de prevención orientadas al desarrollo del vector”, indica el informe. “Es prioritario concentrar esfuerzos en un monitoreo exhaustivo de los cultivos establecidos para mitigar el impacto del vector y reducir posibles fuentes de infestación en los cultivos tardíos que se encuentran en fases vegetativas iniciales”.“El cultivo de maíz nos presenta el desafío de implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) más consciente, donde el monitoreo se convierte en un elemento crítico y estratégico para la toma de decisiones. El MIP de Dalbulus maidis implica la combinación de prácticas de monitoreo y medidas para su control, diseñadas para minimizar el impacto de este vector en el cultivo de maíz”, indicaron los expertos de la Red. Para acceder al informe completo de la Red: https://www.maizar.org.ar/vertext.php?id=908 Sobre las trampas amarillas Las trampas cromáticas adhesivas atraen a las chicharritas por su color, lo que permite utilizarlas para monitorear las poblaciones, y, en función de ello, orientar estrategias de acción. Esta herramienta se usa en varios países, como Brasil, que convive con esta plaga exitosamente desde hace décadas.La Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis releva cerca de 450 trampas estratégicamente desplegadas en toda la región maicera del país cada 15 días, y suma resultados de trampas ubicadas en Uruguay. Esos datos permiten elaborar los informes que describen el estado de situación dos veces por mes.Los datos de las trampas se correlacionan con lo que se observa en los maíces lindantes. Sin embargo, cuando las densidades poblacionales de chicharritas son bajas, puede ocurrir que se detecten antes en plantas de maíz que en las trampas. Si bien las trampas son sumamente útiles para conocer la dinámica del vector, no son suficientes, sino que deben complementarse con el monitoreo del cultivo de maíz.
A partir de los datos proporcionados por la Red de Estaciones Meteorológicas de la Bolsa de Cereales de Córdoba, presentamos el informe agrometeorológico que refleja el análisis de las variables temperaturas del aire y precipitaciones para la provincia de Córdoba en el mes de diciembre del año 2024. Para este informe se recopilaron datos mensuales de más de 100 Estaciones Meteorológicas automáticas, las cuales se encuentran distribuidas en la zona agrícola de la provincia. Merecen especial reconocimiento los Referentes de las Estaciones Meteorológicas quienes brindan su colaboración para el cuidado de los equipos, sin lo cual no sería posible llevar adelante esta Red.
ANÁLISIS DEL MES DE DICIEMBRE DEL 2024
Durante diciembre se dieron lluvias en la Provincia de Córdoba que superaron el promedio histórico en algunos departamentos. Entre los más beneficiados estuvieron Tercero Arriba y General San Martín; mientras que entre aquellos que no alcanzaron la media se encuentran San Javier y Totoral (ver Fig.1).
Al realizar una comparación con los acumulados que se dieron durante el mismo mes, pero del 2023, se puede observar como los departamentos del norte provincial fueron menos beneficiados, con una diferencia de casi 75 mm; la misma situación de déficit se dio en el sur provincial mientras que la zona central fue la que mostró una diferencia positiva con respecto al año pasado.
En cuanto a la variación interanual de las temperaturas (ver Fig. 3) se puede observar que en diciembre 2023 los mayores registros se ubicaban en el centro-norte de la provincia, mientras que para este año hubo un desplazamiento de las isotermas hacia el norte, implicando un descenso en los registros de la variable.
Figura 1. Infografía de precipitaciones acumuladas de diciembre 2024.
Figura 2. Isohietas del mes de diciembre 2023 vs diciembre 2024.
Figura 3. Isotermas del mes de diciembre 2023 vs diciembre 2024.
OBSERVACIONES COMPLEMENTARIAS
Según lo estimado por el Instituto de Clima y Agua del INTA, en la provincia de Córdoba se presentaron tres escenarios diferentes en cuanto a la variación del contenido de agua en los suelos durante los últimos diez días del mes. Como puede apreciarse en la Figura 4 hubo un aumento, inferior a los 30 mm, en las zonas coloreadas en verde claro que comprende, a grandes rasgos, la zona centro-norte y suroeste de la provincia, región que coincide con las lluvias que se dieron durante esos días. Mientras que en algunas zonas del sureste hubo un descenso de las reservas estimadas en más de 30 mm (color rojo), en otros sectores también bajó el contenido de agua, pero en cantidades inferiores a los 30 mm.
En cuanto al agua disponible a finales del mes se observan las mejores reservas en los departamentos Marcos Juárez, Bell Ville y Juárez Celman. Las condiciones más complicadas se encuentran en el noroeste provincial y al sur del departamento General Roca.
Figura 4. Variación y contenido de agua disponible en el suelo hasta los 2 metros de profundidad en los últimos días de diciembre.
TENDENCIA CLIMÁTICA: PRÓXIMO TRIMESTRE ENERO, FEBRERO Y MARZO 2025.
Según el SMN, existe una probabilidad del 40% de que las temperaturas, durante los primeros tres meses de 2025, superen los valores promedio históricos. Respecto a las precipitaciones, el organismo meteorológico estima un 40% de chances de que se mantengan dentro de los rangos considerados normales para la época.
Figura 5. Pronóstico de precipitación y temperaturas, consenso para diciembre de 2024, enero y febrero de 2025 (tomado del SMN).
ESTADO Y PRONÓSTICO DE “EL NIÑO” y “LA NIÑA”
Según el Centro de Predicción Climática de Estados Unidos, las condiciones de La Niña están presentes y se espera que persistan durante los meses de febrero a abril, con transición a la neutralidad durante los meses subsiguientes; cabe destacar que los modelos dinámicos del Instituto Internacional de Investigación para el Clima y la Sociedad (IRI) predicen una Niña débil para el periodo mencionado.
Figura 6. Pronóstico de probabilidad de ocurrencia del fenómeno ENOS (publicado el 09/01/2025).
El año terminó con un 26% más de lluvias que 2023, acumulando un promedio de 960 milímetros en la región núcleo. Sin embargo, diciembre rompió la racha positiva y las reservas hídricas son críticas en el noreste bonaerense.
El balance hídrico del 2024 deja contrastes en la región núcleo. Según el último informe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA), las lluvias anuales se acercaron al gradiente típico de 800 a 1.200 milímetros, con mayores acumulaciones hacia el este. Esto marcó un aumento promedio del 26% respecto de 2023.“El año 2024 terminó con un 26% más de lluvias que el 2023. Las lluvias de otoño, influenciadas por el fenómeno ‘El Niño’ del verano 2023-24, y la recomposición de precipitaciones durante la primavera, fueron los factores que aportaron más agua al año”, explicó Marina Barletta, integrante del equipo de GEA.No obstante, diciembre trajo consigo un quiebre en esta tendencia favorable, particularmente en el noreste de Buenos Aires y el extremo sur de Santa Fe. Barletta destacó que esta zona acumuló apenas 35 milímetros, muy lejos del promedio histórico de 110 milímetros. “En este sector hay mucha preocupación porque las reservas de agua van de escasas a sequía. Es muy crítico lo que está sucediendo y ya se empiezan a ver los síntomas de falta de agua en los cultivos”, aseguró.Los cultivos son los grandes afectados. En el caso del maíz temprano, la situación es alarmante: “Se están reportando posibles pérdidas en el rinde de entre un 10% y un 30%, ya que los maíces están pasando su período crítico con falta de agua”, agregó Barletta. Este estrés hídrico también está generando síntomas visibles en las plantas, como hojas basales secas, menor tamaño y un aspecto avejentado.Además, las dificultades no se limitan al maíz. En el noreste bonaerense, entre un 10% y un 15% de los lotes de soja no pudieron sembrarse debido a la falta de humedad, lo que pone de manifiesto la gravedad de la situación.Lamentablemente, las perspectivas climáticas no ofrecen un alivio inmediato. “Los pronósticos no prevén lluvias significativas, al menos durante la primera quincena de enero”, concluyó Barletta.