En Córdoba, una de las regiones más productivas en el mundo, sólo el 4% de la tierra queda disponible por trabajar en materia agrícola, por lo que la investigación en genética de semillas es claramente esencial para el crecimiento de la agricultura en la provincia.

El dato, es un claro ejemplo que invita a repensar y apostar a la genética de semillas como la mejor opción para el crecimiento y desarrollo del sector, que cada vez debe producir más y mejor para adaptarse a las exigencias alimenticias en el mundo.

Esta revalorización quedó bien expresada en el 2do. Congreso Argentino de Semillas que se desarrolló en Córdoba esta semana bajo el lema “Sustentabilidad en movimiento”.

Del encuentro, organizado por la Asociación de Laboratorios Agropecuarios Privados (ALAP), y que contó con el apoyo de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Nacional de Córdoba (FCA-UNC) que ofició como sede, participaron unas 400 personas entre asistentes presencial y online.

Ivanna Urbinatti, presidenta de ALAP, destacó que el lema elegido refleja “el compromiso con el futuro de una agricultura eficiente y responsable”.

En este marco, y a modo de dato relevante sobre la necesidad de seguir apostando a la genética, el secretario de Agricultura y Recursos Naturales del Ministerio de Bioagroindustria de Córdoba, Marcos Blanda, detalló que en la provincia ya se tiene el 92% de las cartas de suelo de la región pampeana en escala 1:50.000; mientras que en el arco noroeste provincial es 1:100.000, lo que ayuda a establecer mejores estrategias productivas y a su vez también de conservación.

También repasó que mientras Córdoba posee 7,8 millones de hectáreas con aptitud agrícola, ya utiliza productivamente 7,5 millones, lo que implica que no tiene mucho margen para crecer en términos geográficos, y que la forma de aumentar la producción es apuntar a más productividad por hectárea, con incorporación de tecnología y conocimiento.

“Sin conocimiento, sin genética, no podemos ser líderes, no podemos ser líderes ni competitivos, ni tener sustentabilidad en movimiento”, cerró Blanda.