La Secretaría de Agricultura confirmó que el consumo total de carnes pasó de 109 kilogramos por habitante por año a 114 kilos, en la medición a junio. “La cadena cárnica ha podido incrementar la oferta interna sin descuidar los compromisos de exportación”, señaló.
Lo hizo a través de un comunicado de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, en el que informó “el crecimiento sostenido en el consumo per cápita de carnes bovina, porcina y aviar en nuestro país, según el análisis elaborado por la Dirección Nacional de Ganadería al mes de junio de 2025, con datos del Indec, Senasa y Aduana”.
En concreto, el Gobierno confirmó los números que había anticipado el Rosgan: un consumo total de carnes, en el promedio móvil de los últimos 12 meses, de 114,06 kilos por habitante por año, que supera por un 4,6% a los 109,06 kilos de un año atrás.
“Este aumento refleja no solo una recuperación del poder adquisitivo, sino también una respuesta positiva del sector productivo y una mejora en el acceso a proteínas de calidad por parte de la población”, dijo la dependencia agropecuaria.
EL CONSUMO DE CARNE, POR ANIMAL
Puntualmente, teniendo en cuenta por tipo de carne para el período señalado, el incremento fue el siguiente:
Vacuna: 50,24 kilogramos por habitante. Es un 5,6% o 2,66 kilogramos más
Porcina: 17,92 kilos, +7,7% o 1,28 kilos más
Aviar: 45,90 kilos, +2,4% o 1,06 kilos extra
“Este desempeño demuestra la fortaleza del sistema agroalimentario argentino y el compromiso de los distintos eslabones de la cadena cárnica, que han podido incrementar la oferta interna sin descuidar los compromisos de exportación, e incluso aumentando las divisas generadas un 11% (u$s 150 Millones adicionales) al comparar el primer semestre 2025 con el mismo del 2024”, agregó Agricultura.
Y mencionó también que, “además, el crecimiento sostenido en el consumo de carnes porcina y aviar, manteniéndonos en el primer puesto en consumo de carnes bovina per cápita a nivel mundial, confirma una tendencia de diversificación en los hábitos alimentarios de la población, lo que contribuye a una dieta más equilibrada y accesible”.
“Estas cifras positivas ratifican el rumbo de las políticas públicas orientadas a fomentar la producción, acompañando al productor, mejorar el acceso a alimentos y promover hábitos de alimentación saludables y de calidad a la población”, cerró la Secretaría que conduce Sergio Iraeta.
Con un avance de siembra superior al 7% y un área proyectada en 2,6 MHa, las labores hasta el momento se concentran en el noreste del área agrícola.
El inicio de campaña del girasol se está gestando en la zona primicia para la oleaginosa, que, a diferencia de los últimos años, arranca con buenas reservas en el perfil que le permitirían no solo recuperar el área resignada en campañas previas, sino también implantarlas en ventana óptima de siembra.
Datos reflejados por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires indican que ya se ha avanzado un 7.2% en la siembra, que proyecta alcanzar un área de 2,6 millones de hectáreas, reflejando una expansión interanual del 18 % y del 30 % respecto al promedio de las últimas 5 campañas.
En cuanto al trigo, la Bolsa señala que finalizó la siembra de 6,7 MHa, tras un progreso intersemanal de 1,7%. A la fecha, el 81,9 % del área presenta humedad adecuada a óptima, y el 98 % mantiene condición de cultivo normal a excelente.
Por su parte, el maíz lleva un progreso intersemanal de 1,3%. El rinde promedio cosechado es de 72,3 qq/Ha. El norte y centro del área agrícola se encuentra próximo a finalizar las labores mientras que en el sur restan por cosecharse en promedio un 25%..
Se destacan incrementos superiores al 20% de los complejos de arroz, foresto industria, girasol, limón, maní y trigo, dentro de los principales productos exportados.
Durante el primer semestre de 2025, las exportaciones de productos agroindustriales crecieron 4,5% en volumen, respecto del mismo período del 2024, alcanzando 54,4 millones de toneladas, por un monto total de 23.290 millones de dólares, según datos expuestos por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
Dentro de los principales 15 complejos de exportación (productos primarios y sus productos derivados) que representaron el 97% del total vendido por la Argentina, se destacan los crecimientos de arroz (109%); maní (55%); forestoindustria (36%); trigo (29%); girasol (27%) y limón (23%). Los que siguen en importancia son: legumbres (9%); frutas de pepita (8%) y la pesca y acuicultura (7%), según información procesada por la subsecretaría de Mercados Agroalimentarios e Inserción Internacional en base a datos del INDEC.
En el caso de los granos de maíz, de cebada y el aceite de soja, los incrementos fueron del 4% en el volumen exportado.
En orden de importancia, los principales destinos de venta de los productos agroindustriales fueron: Vietnam (maíz, soja, trigo, forestoindustria y alimentos para animales), Brasil (trigo, cebada, hortalizas pesadas, frutas de pepita y lácteos), China (soja, sorgo, cebada, bovinos y pesca y acuicultura), Arabia Saudita (maíz, soja, cebada, uva y frutas finas) y Perú (maíz, soja, trigo, frutas de pepita y pesca y acuicultura).
Del universo de productos que ofrece Argentina al mundo, los que presentaron mayores crecimientos fueron: azúcar (145%); girasol en grano (144%); naranja (124%); papel y cartón (122%); bebidas analcohólicas (100%); galletas y productos de panadería (92%); aceite de maní (86%); arvejas (65%) y duraznos (60%), entre otros.
Por otro lado, cabe destacar que Argentina acaba de abrir su Agregaduría Agroindustrial en Vietnam como destino estratégico para diversificar su matriz exportadora.
Asimismo, se recuerda que en lo que va del año, nuestro país logró abrir más de 40 mercados, fruto del trabajo conjunto entre la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, el SENASA y la Cancillería. La agroindustria nacional continúa así consolidando su posicionamiento en los mercados internacionales.
Un estudio realizado por la Asociación de Fabricantes de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes de Córdoba advirtió que hay empresas que “están sufriendo el impacto de una competencia desigual” con las partes traídas desde el exterior.
“Mientras la industria de maquinaria agrícola muestra una recuperación en los niveles de producción, las empresas que producen partes y agrocomponentes están sufriendo el impacto de una competencia desigual frente a productos importados que no tienen un régimen fiscal distorsivo y costos no laborales que las dejen en clara desventaja”, subrayó Afamac en un comunicado.
Según los datos del segundo trimestre de 2025 del Monitor Estadístico de Maquinaria Agrícola y Agrocomponentes, elaborado por la consultora Economic Trends para la entidad, la producción de sembradoras, tractores, cosechadoras, pulverizadoras y otros implementos aumentó 21,6 % con respecto al mismo período del año anterior, impulsada por el mercado interno.
Sin embargo, se destaca que, en el mismo período, la producción de agrocomponentes disminuyó un 4,2%, “profundizando así una crisis que empieza a poner en riesgo su continuidad”, advirtió Afamac.
MAQUINARIA AGRÍCOLA: ¿CRISIS EN LOS AGROCOMPONENTES?
Para la entidad cordobesa, el diagnóstico es especialmente preocupante para pequeñas y medianas empresas, que hoy enfrentan altos costos de producción frente a las importaciones de piezas a bajo costo en el mercado local, que desplazan rápidamente a la producción nacional.
“De esta manera, se sigue debilitando a un sector estratégico en la cadena agroindustrial”, aseguró Afamac.
Frente a este escenario, desde la Asociación dijeron que están trabajando fuertemente en acciones que permitan mejorar la competitividad de los asociados, como la generación de un clúster de maquinaria agrícola.
“No obstante, sabemos que esto no es suficiente. Por eso, es vital acompañarlas también, con medidas concretas que permitan restablecer condiciones de competencia”, añadió.
En concreto, las políticas que se solicitan son:
Una reforma impositiva que elimine los impuestos distorsivos.
Una reforma laboral que disminuya los costos no laborales y que fomente y promueva el aumento de productividad.
Acceso a líneas de crédito con tasas especiales para asegurar la inversión en innovación y tecnología, a plazos acordes a los ciclos productivos del sector.
Sanción de leyes que promuevan la competitividad de la fabricación nacional de maquinaria agrícola y agrocomponentes.
“Sin medidas que garanticen equidad de la competencia frente a las importaciones, muchas de estas empresas, auténticos motores de innovación y generadoras de empleo calificado, no podrán sortear la profunda crisis que atraviesan y eventualmente desaparecerán, comprometiendo el abastecimiento y la competitividad de toda la agroindustria nacional”, cerró Afamac.
IpesaSilo, líder mundial en silobolsas, y la agtech Wiagro se unieron para crear SmartSilobag: una revolución tecnológica en el almacenamiento de granos, lista para usar desde origen.
Esta innovación marca un hito en la forma de conservar y gestionar granos, combinando lo mejor de la industria del plástico, con tecnología nacional de avanzada en monitoreo y una red de postventa en una solución lista para usar desde el origen.
El acuerdo estratégico entre ambas compañías une la capacidad industrial y el alcance global de IpesaSilo, con la experiencia de Wiagro en sensores, IoT y análisis de datos aplicados a la postcosecha. El resultado es una solución disruptiva que transforma el almacenamiento tradicional en un sistema digital, eficiente y conectado.
SmartSilobag integra sensores directamente en el cuerpo de la bolsa durante su fabricación, permitiendo medir en tiempo real parámetros clave como CO2, temperatura y humedad, sin necesidad de instalaciones adicionales ni cambios en los procesos de embolsado. Con solo escanear un código QR desde la app de Wiagro, el productor accede a un completo panel de monitoreo, alertas, reportes, y servicios asociados como seguros, créditos y certificaciones de sustentabilidad, desde cualquier lugar del mundo.
Gracias a su conectividad satelital, SmartSilobag funciona incluso en zonas sin cobertura, brindando visibilidad total del estado de los granos y habilitando una gestión proactiva para reducir pérdidas y mejorar la trazabilidad. Esta tecnología, presentada oficialmente en Aapresid 2025, está diseñada para escalar globalmente, facilitando la digitalización masiva de los sistemas de almacenamiento en campo.
“SmartSilobag es una innovación global pensada para simplificar y potenciar el trabajo del productor. Permite tomar decisiones informadas, anticiparse a los problemas y acceder a servicios financieros y logísticos de forma directa desde una app”, destacó Ariel Ismirlian, CEO de Wiagro.
“Esta alianza con Wiagro refuerza nuestro compromiso con una agricultura más inteligente, eficiente y sustentable.” declaró Mariano Klas, CEO de Ipesa.
Con este lanzamiento, IpesaSilo consolida su liderazgo en soluciones de postcosecha y Wiagro se posiciona como pionera en la digitalización del sector postcosecha, impulsando juntos una nueva era en el manejo de granos.