En soja se perfila un 7.5% de aumento en el área de siembra

En soja se perfila un 7.5% de aumento en el área de siembra

La intención de siembra de soja alcanzaría 1,3 millones de hectáreas adicionales frente a la campaña pasada, lo que le permitiría posicionarse en torno a las 17,7 M ha. Se proyecta que la producción podría lograr hasta 53 millones de toneladas. En cuanto a la situación del trigo, desmejora por falta de lluvias y hay 30% en estado regular a malo.

 

La intención de siembra de soja 2024/25 subiría un 7,5% esta campaña según las proyecciones que viene realizando la Bolsa de Comercio de Rosario a nivel nacional. Se trataría de la segunda suba más importante de las últimas 17 campañas.

Con estas estimaciones, la BCR calcula que la siembra podría llegar a una suba interanual del 7.5% (1,3 Mill./tn) y alcanzar las 17,7 millones de hectáreas.

“Tras la campaña 2008/09, que es la 1ra campaña de nuestra serie, hay un salto del 10% con el ciclo siguiente, 2009/10, año en que la soja subió en casi 1,8 M de ha después de una gran sequía que todavía es recordada en el sector. Esta vez la suba también es histórica, merced a la amenaza que representa el achaparramiento del maíz, enfermedad desencadenada por la chicharrita”, explican desde la BCR.

Por lo tanto, de materializarse, esta intención de siembra correspondería a un tercer ciclo consecutivo de avance de la oleaginosa, tras caer en 8 campañas seguidas desde el ciclo 2014/15.

“Con estas proyecciones, de concretarse la siembra de 17,7 M ha, y sobre la base de un área no cosechable promedio y un rendimiento promedio de 30,5 qq/ha, la producción podría estar entre 52 y 53 Mt”, estimaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Tambalea la posibilidad de concretar 20,5 Mt de trigo 2024/25
Hace un mes se proyectaba un potencial de producción de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 M de ha. Pero hay que tener en cuenta que en el mes de setiembre no ha habido lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas.

Estuvo la posibilidad de sumar algunos milímetros en la región centro en las últimas 24 horas, pero no sucedió. Solo una parte del SE bonaerense recibió entre 4 y 12 mm, con un máximo registrado en Coronel Suárez de 18 mm.

Desde la BCR señalan que a nivel país, para el mes de septiembre, la situación de humedad disponible es peor que la del año pasado y está muy lejos del escenario hídrico del 2021, el año del récord triguero.

Con 2 millones de hectáreas en condiciones regulares a malas, sobre un área sembrada total de 6,7 M ha, es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección que, por ahora, está en 20,5 Mt.

La sequía vuelve a aparecer en el oeste y centro del país
Tras la recomposición que dejaron las lluvias de marzo, abril y los primeros días de mayo, prácticamente no ha llovido en el oeste y norte argentino. Particularmente afectada la provincia de Córdoba, se exhiben las lluvias acumuladas en lo que va del año. Las lluvias están en las medias, pero el problema es que el agua estuvo al principio del período, mientras que de junio a hoy, los acumulados están en torno a los 10 mm para la franja oeste.

El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava en el norte y oeste del país. Los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados. De las 2 millones de ha bajo condiciones regulares a malas, se estima que la distribución está entre 480.000 ha de Santa Fe, 400.000 ha de Córdoba y 230.000 ha de Buenos Aires.

En el sur de Santa Fe, el trigo experimenta una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua. El norte y este de la provincia de Buenos Aires siguen en carrera para buenos a muy buenos rindes. En el bastión triguero, el sudeste bonaerense, las amplias zonas productivas de Tandil y Tres Arroyos, hay posibilidades de alcanzar rindes muy buenos a excelentes. Para las zonas afectadas por la sequía y que aún están a tiempo de revertir la situación, el comportamiento de las lluvias de los próximos 30 días será determinante para evitar que las pérdidas se incrementen.

Desarrollan una línea de soja que produce hasta un 60% de vainas con cuatro semillas

Desarrollan una línea de soja que produce hasta un 60% de vainas con cuatro semillas

Investigadores lograron desarrollar una línea de soja con mayor potencial productivo respecto a las que actualmente se encuentran en el mercado. A modo comparativo, explicaron, que “en las sojas donde predominan las vainas de tres semillas, producen menos de un 7 por ciento de vainas con cuatro granos”.

 

Especialistas del CONICET en el Laboratorio de Eco Fisiología Vegetal (LEFIVE) del Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (IICAR, CONICET-UNR), liderados por la investigadora Julieta Bianchi, lograron desarrollar una línea de soja que produce un 60 por ciento de sus vainas con cuatro semillas.

En el marco de este proyecto tecnológico, se firmó un convenio de investigación y desarrollo entre el CONICET, la Universidad Nacional de Rosario y GDM Argentina SA, una empresa especializada en genética vegetal que tiene a Don Mario semillas como su marca insignia.

Para ilustrar la importancia del logro obtenido, Bianchi subraya que las variedades comerciales actuales de soja, en las que predominan las vainas de tres semillas, producen menos de un 7 por ciento de vainas con cuatro granos. Esta característica, al estar asociada directamente con el número de granos totales que va a obtener el productor al momento de la cosecha, tiene un claro impacto en el rendimiento del cultivo.

Este primer convenio tiene el propósito de incorporar la característica obtenida a una línea comercial de soja. Cabe destacar que el laboratorio de Eco-Fisiología Vegetal del IICAR, cuenta con una línea de soja de alto porcentaje de vainas de cuatro semillas inscripta en el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas con el nombre de “Tango 4S”. El siguiente paso, ya en un futuro acuerdo, será llevarla a distintas zonas del país y comprobar si la tecnología funciona realizando las pruebas a campo.

“El convenio firmado es un claro ejemplo de los resultados que puede traer la vinculación de la ciencia y la tecnología con la producción nacional”, afirma la científica, y destaca la importancia del apoyo de las instituciones públicas, así como de las empresas del agro para realizar un proyecto de este tipo. “Si bien nosotros tenemos muchas fortalezas en cuanto a la investigación y a cómo desarrollar ideas y llevarlas adelante, muchas veces trasladarlo al sistema productivo es más difícil, entonces contar con la colaboración de empresas es importante”, agrega.

Orígenes y procesos
“Se trató de una idea original del Ingeniero Agrónomo Eligio Morandi, quien hoy ya no está físicamente, pero dirigió al grupo de trabajo del LEFIVE por más de 40 años, siempre con el propósito de hacer investigación vinculada al sistema productivo”, detalla la investigadora y explica que desde el fallecimiento de Morandi, el director pasó a ser el investigador del CONICET Juan Pablo A. Ortiz.

Al dar cuenta de cómo nació el proyecto, Bianchi relata que mientras hacía el posdoctorado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, se postuló para ingresar a la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del CONICET (CIC) con un proyecto tecnológico. “En este tipo de proyecto, debe presentarse una empresa adoptante de la tecnología que se quiere desarrollar. Así es que mi proyecto de ingreso está directamente relacionado con el convenio que firmamos con GDM. Ellos se presentaron como adoptantes de la tecnología, a través de Don Mario. De esa manera yo me pude postular con un proyecto que tiene ciertas diferencias respecto de lo que es un proyecto normal de ingreso a carrera, que en general tienen objetivos acotados y de corto plazo, porque se renuevan todos los años”.

De aquellos primeros años recuerda: “Cuando con Eligio (Morandi) presentamos lo que en realidad era una idea, todavía había que poner en marcha el tren y sólo teníamos el material vegetal, que, si bien era lo más importante, aún no conocíamos la genética de la característica que iba a ser objeto del acuerdo”.

Una vez comenzada la investigación, el equipo se planteó cuestiones vinculadas a la estabilidad y heredabilidad de la característica deseada. En este sentido aparecía la pregunta acerca de en qué medida las variaciones obtenidas en el porcentaje de vainas con cuatros semillas se debían a la genética y cuánto a la influencia del ambiente. Este tipo de preguntas se empezaron a profundizar en investigaciones tempranas, donde se estudiaron las bases fisiológicas, genéticas y moleculares asociadas a la característica, para después analizar cómo se manifestaba.

“En general cuando uno trabaja con caracteres de rendimiento debe considerar que están muy influenciados por el ambiente. Esto significa que en un año puede expresarse normalmente, pero en otro -por ejemplo, de sequía-, no. También influye si hay una deficiencia de nutrientes en el suelo. Sin embargo, la característica estudiada mostró un alto grado de heredabilidad, es decir, de determinación genética, por lo cual se presentaba siempre. Los estudios en macetas, invernadero y a campo así lo demostraron”, concluye Bianchi.

Pautas de manejo para fertilizar trigo con nitrógeno y aumentar rendimientos

Pautas de manejo para fertilizar trigo con nitrógeno y aumentar rendimientos

De acuerdo con los especialistas del INTA Marcos Juárez –Córdoba–, el análisis de suelo es una herramienta clave al momento de diagnosticar la fertilización de cada lote en particular. A partir de estos datos, se puede determinar la necesidad de fertilizar con nitrógeno los cultivos de trigo.

 

Este año a fines del verano y principio de otoño hubo un registro de precipitaciones que permitió una buena recarga del perfil, –contabilizándose hasta 1,5 metros de profundidad– 235 milímetros en lotes que venían de soja y 219 milímetros en lotes que venían de trigo soja. Hasta el momento, asimismo, hubo alrededor de 38 heladas. En general, en esta zona, los trigos se implantan a fines de mayo y las heladas más severas ocurrieron en julio, esta situación encontró al cultivo en estado de macollaje, donde el trigo puede soportar mejor las bajas temperaturas. En este contexto, un equipo de investigación del INTA Marcos Juárez –Córdoba– brinda recomendaciones para mejorar el rendimiento de trigo con herramientas sobre fertilización.

Vicente Gudelj –investigador de la Estación Experimental Agropecuaria del INTA Marcos Juárez, Córdoba– explicó que “el principal factor de rendimiento del trigo es el agua y es fundamentalmente la almacenada previo a la siembra, porque permite sortear el período de escasas precipitaciones que generalmente ocurre a la salida del invierno y hasta que lleguen las primeras lluvias de primavera”.

El equipo de investigación del INTA recomienda analizar cada lote de trigo en particular y, según los resultados de los análisis de suelo, evaluar la viabilidad de fertilizar o re fertilizar con nitrógeno, las condiciones del cultivo y la fertilización nitrogenada realizadas hasta ahora.

“La fertilización con nitrógeno en trigo es conveniente realizarla en pre siembra o durante la siembra si es que disponemos de sembradora que lo incorporen a un costado y debajo de la semilla. La fertilización nitrogenada en macollaje va a depender de una lluvia para que incorpore ese fertilizante”, aclaró Gudelj.

El nitrógeno (N), el fósforo (P) y el azufre (S) son nutrientes en los que hay respuesta a la fertilización en trigo. El zinc (Zn) es otro nutriente que en alguna oportunidad produjo incremento en los rendimientos cuando se aplicó en el cultivo de trigo.

Los valores críticos de fósforo en el suelo van en un rango de 12 a 20 partes por millón y para azufre de 7 a 10 partes por millón de S-SO4. En este sentido, el investigador aclaró que “si el valor se encuentra por debajo de esos rangos es necesario fertilizar. Como la planta necesita esos nutrientes desde el arranque la recomendación es fertilizar previo o durante la siembra”.

“En cuanto al nitrógeno, se debería totalizar entre el que hay disponible al momento de la siembra, más el que hay disponible en el suelo. Ya que este mineraliza desde la siembra hasta la madurez fisiológica unos 140-150 kilos de nitrógeno por hectárea, pudiendo variar en un rango de 120 a 160 kilos por hectárea de nitrógeno. Lo que haga falta para llegar a esa cantidad, descontado lo que provee el suelo, debe agregarse con la fertilización”, explicó Gudelj.

“Si se decide utilizar fertilizante líquido como el UAN, se debe aplicar chorreado y lo más temprano que se pueda durante el macollaje para evitar mayores daños por quemado y posibilitar la recuperación del follaje”, indicó el investigador.

Asimismo, una estrategia que mejora el uso del fertilizante nitrogenado, tanto UAN como UREA, es estar expectante a los pronósticos climáticos y realizar la aplicación previa a un pronóstico de lluvia, para que ese nitrógeno se incorpore al suelo.

En la región, se diseñó una fertilizadora que incorpora el nitrógeno líquido durante el macollaje, perpendicular a la línea de siembra, con disco y zapata a 38 centímetros de distancia entre surcos, lo que permite aplicar en forma eficiente nitrógeno durante el macollaje del cultivo sin depender de la lluvia que lo incorpore.

Otra posibilidad es –si se tiene la necesidad de aumentar el porcentaje de proteína en grano– aplicar nitrógeno en estadios más avanzados de crecimiento, luego de hoja bandera. En el caso de hacerlo, se debe utilizar como fertilizante UREA en solución (20 % de N P/P) que tiene bajo contenido de biuret y baja toxicidad. Aplicar no más de 20 kilos por hectárea, dado que el cultivo es muy sensible a la fitotoxicidad en este estado.

Por otro lado, frente a una campaña marcada por La Niña, y luego que las precipitaciones fueran escasas, el productor debe considerar que el perfil de suelo tenga una buena recarga hídrica para el fin del verano y principios del otoño. “Tenemos que cuidar esas reservas haciendo un buen control de malezas en el barbecho, para lo cual debemos eficientizar las aplicaciones utilizando la tecnología disponible y en el caso de haber implantado cultivos de cobertura suprimir el crecimiento tempranamente para nos quede un mayor remanente de agua en el suelo a ser utilizada por el cultivo de verano a implantar”, concluyó el investigador. 

Córdoba: Se incrementó el trigo en mal estado por efectos de las heladas y falta de agua

Córdoba: Se incrementó el trigo en mal estado por efectos de las heladas y falta de agua

Se han recibido reportes de síntomas por estrés hídrico en el trigo cordobés. Esta situación también se ve reflejada en el aumento de la proporción de lotes en regular y mal estado, que pasó de ser un 10% en julio a un 26% en agosto.

 

Tras un nuevo relevamiento en el mes de agosto del estado de los cultivos invernales, se recibieron reportes de síntomas de estrés hídrico alto y estrés moderado por heladas en casi todos los departamentos de la provincia. Desde la Bolsa de cereales de Córdoba reportaron que esta situación puede verse reflejada en el aumento de la proporción de lotes en regular y mal estado, que pasó de ser un 10% en julio a un 26% en agosto.

“En cuanto al estado sanitario, se observó presencia de arañuela, plaga característica de las épocas de sequía, principalmente en los dptos. del norte. También hizo su aparición el pulgón verde (Schizaphis graminum), con moderada y baja incidencia en casi todo el territorio provincial”; subrayó la BCCBA.

El estado fenológico del cultivo se concentra principalmente en macollaje, con un 8% de los lotes en estadios fenológicos anteriores.

Garbanzo
El garbanzo, con el 100% de los lotes en estado fenológico Vn, comenzó a mostrar síntomas leves de falta de agua principalmente en el dpto. Totoral, según informaron referentes zonales.

También se observaron, en toda la superficie, daños moderados por heladas, sin perdidas de plantas pero si con amarillamiento en las hojas.

En cuanto a plagas y enfermedades, aún no se recibieron reportes de incidencia relevante de las mismas.

Primer mapa de calidad de la soja argentina: el NOA marca el norte en los niveles de proteína

Primer mapa de calidad de la soja argentina: el NOA marca el norte en los niveles de proteína

En proteína, el NOA obtuvo un 38% y aventajó en casi dos puntos al resto del país. El mayor contenido de aceite se registró en el centro de Santa Fe, con 24,7%. Para el estudio se relevaron más de 540 muestras

El INTA y la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) presentaron el primer mapa a nivel nacional para determinar la calidad de la soja.

El relevamiento indicó que el contenido más elevado de proteína está en el NOA, con un 38%, mientras que el promedio en el resto del país fue de 36,6%.

“Conocer el porcentaje de proteína, del aceite y el Profat -contenido de grasa y proteína combinados- es de gran relevancia para el complejo agroindustrial y, particularmente, la composición de aminoácidos es de interés debido a la importancia que tienen la harina de soja en la alimentación animal”, señalaron desde el INTA.

Este subrproducto tiene un gran peso específico en las exportaciones. Según la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las exportaciones de harina de soja en el primer semestre de 2024 aumentaron un 46% interanual, a partir de una mejora en los niveles de producción sojera.

PRIMER MAPA DE CALIDAD DE LA SOJA

Para su elaboración, se estudiaron muestras de soja provenientes de campos de productores de todo el país y se analizó su calidad.

Con estos datos, se generó el mapa de calidad de soja de la Argentina, una herramienta de gran valor para posicionar y respaldar a la harina de zona en los mercados internacionales.

Para el muestreo, se analizaron más de 540 muestras y en las 35 que pertenecen al NOA se observaron diferencias significativas en el contenido de proteínas y aceite. Para el estudio se delimitaron ocho zonas productoras, de las cuales el NOA lideró en contenido promedio de proteína y Profat.

 

En paralelo, la región de Santa Fe centro fue la que mostró mayor contenido de aceite, con un valor de 24,7 %. En este rubro, el promedio nacional fue de 23 %.

Oscar Tamayo, especialista del INTA Salta, enumeró cuales son algunos de los factores que afectan la calidad nutricional y el contenido de proteína en soja. Entre otros, mención el genotipo del cultivo, temperaturas y régimen hídrico.

“Se están analizando más de mil muestras de la última campaña nacional y se está profundizando en el análisis de calidad del grano en función del ambiente, variedad y prácticas agronómicas”, agregó.

UN MAPA DETALLADO

Todos los años, en el marco de la Red Nacional de Evaluación de Cultivares de Soja (RECSO) del INTA, se realizan muestreos en los ensayos en la zona núcleo a nivel de acopios, para relevar la calidad de soja cosechada.

Pero más allá de esta Red, desde el INTA remarcaron que no existían antecedentes de un muestreo nacional directamente en campos de productores. Con estos datos sobre calidad, se cuenta con información elaborada en el país acerca de la calidad de los granos de soja en las diferentes zonas productoras.

“Esto contribuirá a mejorar el agregado de valor y la competitividad de los granos y sus derivados en los mercados internacionales”, puntualizaron desde el INTA.

Además, adelantaron que en base a estos resultados, oficializó la creación de la Red de calidad de granos y sus derivados de cereales y oleaginosas, que cada año pondrá a disposición los resultados de los relevamientos.

¿En que fechas recomienda INTA sembrar maíz esta campaña?

¿En que fechas recomienda INTA sembrar maíz esta campaña?

Especialistas proponen diversas fechas de siembra, según cada zona productiva y el destino del grano para esta campaña 2024/2025 con el fin de evitar daños por Dalbulus maidis. Afirman que el monitoreo de la chicharrita se consolidó como una herramienta complementaria para guiar las decisiones de manejo y sobre cuándo sembrar.

 

En el contexto del achaparramiento del maíz, el monitoreo de la chicharrita (Dalbulus maidis) es una herramienta complementaria para guiar las decisiones de manejo en la región maicera. Por esto, y gracias a la conformación de una red de entomólogos y extensionistas dedicada a registrar -en sitios de monitoreo georreferenciados- el número de individuos que se encuentran en los lotes, y en base al análisis de condiciones ambientales típicas de diferentes zonas, especialistas del INTA analizan la tendencia de cambio de la densidad poblacional de la chicharrita y brindan recomendaciones sobre la siembra para la próxima campaña. Se trata de una propuesta de ventanas de fechas de siembra con base en un esquema de cuatro grandes zonas en todo el país.

“A más de un mes de la implementación del Sistema de monitoreo otoño-invernal en la región maicera, los datos actuales muestran una marcada disminución en la abundancia de chicharritas”, subrayó Eduardo Trumper –coordinador del Programa Nacional de Protección Vegetal del INTA– y agregó: “Este descenso se atribuye a la ausencia de maíz guacho y a las frecuentes en intensas heladas, fenómeno que se intensifica hacia el sur”.

En el marco de la problemática del achaparramiento del maíz, los investigadores del INTA aseguran que es muy importante sostener el monitoreo de Dalbulus maidis en cada región maicera para confirmar, en primer lugar, el descenso substancial de la población y, en segundo término, para vigilar su evolución principalmente en el norte del país.

“Si bien hoy no podemos asegurar que la chicharrita haya desaparecido, en amplias zonas, especialmente en las provincias de Buenos Aires y La Pampa y en el sur de Córdoba y Santa Fe, sí podemos decir que hemos dejado muy atrás la situación de alto riesgo por elevada abundancia de chicharritas locales” que se había alcanzado durante el verano, sostuvo Trumper.

En relación con las recomendaciones, Trumper explicó que –para el análisis– se dividió a la zona maicera en cuatro grandes regiones y, a partir de eso, la Mesa Técnica Nacional del INTA elaboró una propuesta de fechas de siembra para la próxima campaña. “El documento propone una estrategia basada en el vacío sanitario, que consiste en monitorear plantas voluntarias de maíz, controlarlas cuando ya no hay perspectivas de heladas y su permanencia compromete el vacío sanitario, y ajustar la fecha de siembra del cultivo”, indicó Trumper.

En la zona 1 (norte del país hasta el norte del litoral, pasando por el Chaco semiárido a húmedo, incluyendo todo el norte de Santa Fe) se recomienda concentrar las siembras entre el 25 de diciembre y el 15 de enero. Para la zona 2 (noroeste de Córdoba-sudoeste de Santiago, el norte de San Luis y Villa Dolores, y en la zona de los Altos, Catamarca, todos ambientes Chaqueños meridionales) también se recomiendan siembras entre fin de noviembre y fin de diciembre, buscando la mayor concentración posible. “Estas ventanas se ajustan a distintas ofertas ambientales, especialmente disponibilidad de agua para la siembra, y están orientadas a reducir, dentro de las restricciones ambientales características de cada zona, la exposición del estado vegetativo del cultivo a los picos poblacionales de la chicharrita”, señaló Trumper.

En la zona 3 (incluye el centro-sur de Córdoba y Santa Fe, Entre Ríos y el norte de Buenos Aires) “la necesidad local de grano de maíz cosechado temprano, o de silo, limita el vacío sanitario completo, por lo que se sugiere concentrar las siembras tempranas en septiembre para equilibrar el riesgo y la demanda, con una atención especial a la siembra escalonada, ya que demorarse a octubre expondría el cultivo a mayor presión del insecto y favorecería también su crecimiento poblacional”, indicó Trumper.

En el esquema, los límites geográficos para las recomendaciones propuestas, especialmente los lindantes con la zona 3 en el centro de la región productora, se pueden desplazar. “Aunque –según Trumper – no se ha definido qué constituye una alta o baja densidad de la población invernante, se recomienda poner el foco en los datos regionales proporcionados por las redes de monitoreo y las interpretaciones correspondientes por parte de especialistas”.

No existen puntos de referencia específicos, como umbrales económicos o de acción, para contrastar los niveles de abundancia. “El monitoreo no busca definir si se debe aplicar una medida de control, sino verificar en qué medida la población de chicharritas disminuye en invierno, en concordancia con la hipótesis de que la baja temperatura y la ausencia de alimento, como el maíz guacho, afectan su supervivencia y por consiguiente su abundancia”, expresó el especialista del INTA y agregó que “el seguimiento continuo es crucial para confirmar la disminución de la población de chicharritas y para ajustar las estrategias de manejo en función de su evolución en diferentes regiones”.

Según el monitoreo realizado por el equipo del INTA (con los datos actualizados al 28 de agosto), la densidad relativa de la población de chicharrita fue extremadamente baja o nula en todos los sitios monitoreados en el extremo sur de la región maicera. Hilario Ascasubi, Bordenave y Balcarce, en el sur de la provincia de Buenos Aires, mostraron desde principios de junio en adelante, valores nulos o muy bajos. Durante agosto, incluso en localidades del Norte argentino, las densidades han resultado considerablemente bajas.

De acuerdo con Trumper, “esas ventanas permiten adaptar la siembra a distinta oferta ambiental en secano, al comienzo en los mejores ambientes de recarga hídrica, dejando para el final aquellos con las condiciones menos favorables y cultivos de segunda”, a lo que agregó: “Aunque muchos de los productores que riegan usan al maíz como segundo cultivo y la ventana de siembra es compatible con esos planteos, sería conveniente acordar en la región, que bajo riego no se realicen siembras tempranas”.

Se ha consolidado una fuerte campaña de concientización para control de maíz guacho para la presente campaña

En otoño hubo buena recarga de los perfiles hacia el este y, si bien hoy las lluvias son necesarias, las siembras tempranas podrían lograr buenos rendimientos y estar, a la vez, expuestas a una mínima presión de achaparramiento”, sugirió el especialista.

En esta línea, Trumper aclaró que “antes de la implementación del sistema de monitoreo otoño-invernal, sólo se podía esperar que se cumpliera la acción de las bajas temperaturas y especialmente la ausencia de alimento, el maíz guacho. Hoy, ya se dispone de datos concretos que lo confirman”.

Es importante señalar que en relación al monitoreo de la chicharrita, los informes que se generaron en el marco de la red nacional de trampas cromáticas adhesivas (consorcio público-privado liderado por MAIZAR https://www.maizar.org.ar/seccion.php?id=39), “en líneas generales, son coincidentes con los análisis que emergen del estudio de la dinámica temporal del vector que el INTA publica regularmente en el micrositio de achaparramiento del maíz (https://www.argentina.gob.ar/achaparramiento-del-maiz-0)”, señaló Trumper.