Córdoba en periodo crítico para los rendimientos agrícolas

Córdoba en periodo crítico para los rendimientos agrícolas

El ciclo agrícola estival 2024/25 inició con más incertidumbres que certezas. Pronósticos climáticos, precio
de los granos, rentabilidad ajustada o negativa y chicharrita entre otros factores, determinaron una retracción
del área maicera que se trasladó al resto de los cultivos de verano, especialmente la soja.

No obstante, la sumatoria de cultivos estivales en Córdoba se mantuvo dentro de los valores promedio de las
últimas campañas, en torno a las 7,6 millones de ha sembradas.

Al 20 de febrero, la soja temprana, el maíz tardío, el sorgo y el maní se encuentran transitando el periodo
crítico de definición de rendimientos, mientras que el girasol lo ha superado exitosamente. Maíz y sorgo
exhiben en sus rindes la mayor capacidad adaptativa, típica de gramíneas C4 con mayor eficiencia
fotosintética y eficiencia en el uso de agua en diferencia a soja y maní. En una campaña con indiscutibles
limitantes ambientales, el primer cálculo de cosecha estival arroja una suma de 30,4 millones de
toneladas. Claro está, falta mucho aún para ver a las cosechadoras en acción. Es imperioso continuar
monitoreando cultivos y actualizando estimaciones.

1.Valores provisorios al 20 de febrero de 2025

¿Cómo se explican estos valores?
La siembra comenzó en octubre 2024 y avanzó en ritmos promedios, cerrando en la primera quincena de
enero 2025. Se detectó un gran cambio en cuanto a la proporción de fechas tempranas. A nivel provincia, el
maíz temprano casi se duplicó, pasando de 17% a 32%, mientras que en soja el pasaje interanual a fechas de
siembras tempranas fue de 31 a 40%.
Las imágenes a continuación detallan la distribución de las fechas de siembra de este año en cada
departamento para maíz y soja.

Como en años anteriores, la ventana de siembra cerró cerca del 15 de enero, antes de poder captar los
beneficios calculados de la reducción de los derechos de exportación que no lograron trasladarse a mayor
área sembrada de maíz.
Si bien el arranque de los cultivos en general fue bueno, enero transcurrió con altas temperaturas y
precipitaciones a veces escasas y/o dispersas, lo que se repitió en la primera quincena de febrero. La
conjunción de estos factores impactó en la condición de toda la vegetación de Córdoba, empeorando mes a
mes desde diciembre la proporción de cultivos en estados regulares y malos.
Utilizando imágenes satelitales diarias del sensor MODIS, el DIA BCCBA analizó los valores del Índice de
Vegetación de Diferencia Normalizada (NDVI) entre el 14 de enero y el 14 de febrero de 2025, permitiendo
visualizar la condición de los cultivos en las diferentes zonas. El estudio se centró exclusivamente en lotes
agrícolas con cultivos estivales extensivos. Comparando los valores actuales de NDVI con su promedio
histórico, se generó el mapa de anomalías. Anomalías positivas indican buena condición de la vegetación,
mientras que anomalías negativas recogen el impacto sobre los cultivos de las condiciones ambientales
adversas.

Si bien las anomalías negativas se encuentran presentes de manera uniforme en toda la provincia, tienen un
mayor peso hacia el sur y este de la misma, mientras que las anomalías positivas tienen una leve tendencia
de aglomeración hacia todo el oeste del área agrícola provincial. Las anomalías negativas y muy negativas
abarcan el 35% de la superficie analizada y pueden explicarse por la frecuencia y volumen de precipitaciones
intercaladas con las tres olas de calor registradas el 16 de enero, el 03 y el 10 de febrero.

Entre el 01 de enero y el 10 de febrero de 2025 los eventos de precipitaciones tuvieron alta dispersión. Un
escenario ideal tendría volúmenes y frecuencias uniformes de entre 20-40 mm de precipitaciones cada 5-8
días. En lugar de ello, la frecuencia de días con lluvias mayores a 5 milímetros mostró alta variabilidad
territorial, donde la frecuencia menor es de 1 día y la mayor es de 9 días con precipitaciones mayores a 5 mm
computadas en 40 días. Lo dicho se traduce en períodos y zonas con déficit hídrico.

Los mayores acumulados de lluvias se concentraron en los departamentos del norte y sureste de Córdoba,
superando los 150 mm, mientras que el resto de la provincia se mantuvo por debajo. Las lluvias más
importantes ocurrieron en la segunda quincena de enero, mientras que en febrero solo el sur y sureste
recibieron precipitaciones significativas.
La situación por escasas precipitaciones se agravó con las altas temperaturas generalizadas, sobre todo en
las olas del16 de enero, el 03 y el 10 de febrero. El impacto puede comprenderse al visualizar la sumatoria de
horas con temperaturas mayores a 35°C que suponen estrés para los cultivos en general.

Las zonas más afectadas por los sucesivos “sopletes” serían el norte cordobés, con más de 145 horas de
temperaturas elevadas, lo que equivaldría a 6 días de estrés térmico dentro los 40 días analizados. También
entre los departamentos Unión y General San Martín y en Los Cerrillos (noroeste cordobés) se registraron más
de 145 horas de temperaturas mayores a 35 grados. En contraste, el norte del departamento Río Cuarto y
parte de Calamuchita fueron los que menos horas calor intenso sufrieron.

La cosecha, prevista recién para fines de marzo, debe transitar un tiempo en el que pueden seguir
manifestándose condiciones limitantes tal el pronóstico trimestral del SMN que indica a la fecha volúmenes
de precipitaciones típicos y temperaturas superiores a lo normal para febrero- marzo y abril.

Fuente: BCCBA

Récord de dólares y superficie

Récord de dólares y superficie

Un informe publicado recientemente por la Bolsa de Comercio de Rosario, establece que Argentina logró US$ 1.186 millones en exportaciones de maní en 2024, lo que representa un 13% más que el año anterior. Además, la siembra 2024/25 alcanzó 473.000 hectáreas, un récord histórico.

Según la BCR, el año 2024 fue récord de ingreso de divisas por exportaciones argentinas del complejo maní. Los despachos de maní y de sus productos derivados sumaron un total de US$ 1.186 millones, aumentando un 13% con respecto al año 2023.

Del monto total exportado, US$ 949 millones fueron exportaciones de maní sin cáscara, en donde se incluye el maní con piel y el maní blancheado. En segundo lugar, US$ 145 millones correspondieron a productos que incluyen el maní tostado y la manteca de maní. Por último, ingresaron US$ 84 millones por despachos de aceite de maní y US$ 9 millones en concepto de pellets y expellers.

El aumento de los precios de exportación de estos productos jugó un papel fundamental, ya que, en volumen, las exportaciones de 2024 totalizaron 730.030 toneladas, lo que representa una disminución del -1,2% respecto al año previo. El alza en los precios se debió a problemas de producción en países clave y a una mayor demanda, lo que redujo los stocks globales de la campaña 2023/24 al nivel más bajo en ocho años. Un caso relevante es el de Brasil, quinto exportador mundial de maní, que con la conjunción de la mayor sequía en años y posteriores inundaciones en importantes regiones productoras sufrió una merma del 7% en su producción. También hubo recortes en la producción de India, el líder mundial en exportaciones.

En 2024, los principales cinco compradores de las exportaciones argentinas del complejo maní fueron Países Bajos (36%), Reino Unido (9%), Polonia (6%), Rusia (6%) y Australia (4%), de acuerdo con datos del INDEC. Argentina habría exportado a, al menos, 51 países, representando la Unión Europea el 73% del total. 

Un aspecto para destacar es que, a partir del Decreto 38/2025, publicado en el boletín oficial el 27 de enero de 2025, se redujeron de 3% a 0% los derechos de exportación del maní blancheado, tanto entero como partido, en envases inferiores o iguales a los 2 kg. También se redujeron del 5% al 0% las retenciones aplicadas a los residuos sólidos de la crushing de maní (tortas, expellers, pellets, harina de tortas, etc.), lo que resulta de gran relevancia y un incentivo adicional para la industrialización del maní y la exportación de productos de mayor valor agregado.

Récord de área sembrada de maní en la campaña 2024/25

Argentina no solamente registra récords por el lado de la demanda, sino que también se supera a sí mismo año a año en el frente productivo. Según el informe de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), en la campaña 2024/25 se implantaron aproximadamente 473.976 hectáreas de maní en Argentina, superando en un 9% a las siembras de la campaña previa y registrando un récord absoluto de área. Al 6 de febrero, las siembras ya habían finalizado en todo el país. Con esta área sembrada, y proyectando rindes levemente inferiores a los de la campaña previa, dado el contexto inicial de escasez hídrica, puede proyectarse una producción récord de 1,5 millones de toneladas, expresado en maní caja (es decir, incluyendo la cáscara que lo contiene).

En cuanto a la evolución de los cultivos, de acuerdo con SAGyP, en la provincia de Córdoba el cultivo muestra un estado general favorable. En las zonas que recibieron lluvias recientemente, las plantas han experimentado una recuperación parcial, aunque aún se requieren nuevas precipitaciones para mitigar el impacto en los rendimientos, especialmente en las áreas más afectadas por la sequía. Actualmente, el maní se encuentra en la fase de llenado de grano. En cuanto a la sanidad, se están realizando aplicaciones de fungicidas y monitoreos para detectar la presencia de arañuelas, cuya población, hasta el momento, se mantiene por debajo del umbral de daño.

En la provincia de La Pampa, los lotes evolucionan en buenas condiciones y están próximos a iniciar la etapa de floración.

Por su parte, en la región del NOA, el cultivo de maní presenta un desarrollo adecuado y continúa en pleno crecimiento vegetativo.

Si se analizan los datos de área sembrada por delegación, proporcionados por la SAGyP, es posible observar que la provincia de Córdoba continúa siendo la principal región productora de maní en la campaña 2024/25, concentrando el 72% del área sembrada y manteniendo su rol clave en la producción nacional. Se destacan delegaciones clave como Río Cuarto, Laboulaye y Villa María por su gran volumen de siembra. Solo esas tres delegaciones representan el 63% del total de área sembrada de maní en Argentina.

En tanto, las delegaciones que registraron el mayor incremento en el área sembrada con respecto a la campaña anterior (2023/24) fueron

•    General Pico (La Pampa): +20.800 Ha.

•    Laboulaye (Córdoba): +18.813 Ha.

•    Río Cuarto (Córdoba): +9.700 Ha.

•    Villa María (Córdoba): +8.400 Ha.

•    San Francisco (Córdoba): +4.630 Ha.

Este crecimiento muestra que, si bien Córdoba sigue liderando la producción de maní, La Pampa ha tenido un fuerte aumento en su superficie sembrada, pasando de representar el 4% de la producción total en la campaña 2023/24 al 8% en la 2024/25.

En conclusión, la cadena de valor del maní sigue batiendo récords en producción y exportación, consolidando su rol clave en el mercado internacional. Con un área récord de siembras, habrá que seguir de cerca la evolución del clima para que termine de definirse el número final de producción.

Fuente: BCR

Silaje de maíz: “La confección exitosa depende de una planificación cuidadosa”

Silaje de maíz: “La confección exitosa depende de una planificación cuidadosa”

Una correcta ejecución en el momento adecuado y un monitoreo constante de factores que puedan comprometer tanto el rendimiento como la calidad del cultivo son acciones fundamentales en el manejo del silo de maíz.

La importancia del cultivo de maíz para silaje en los sistemas productivos del centro del país es fundamental para la dieta animal.

Es por ello que especialistas del INTA Rafaela analizaron el impacto de dos estrategias de manejo pre y posefecto de las condiciones climáticas en maíces afectados por achaparramiento durante la campaña 2023/24.

De hecho, los daños causados por la chicharrita no solo afectaron el rendimiento del cultivo, sino también la calidad final del silaje, repercutiendo directamente sobre su valor nutricional y, en consecuencia, en la producción animal. 

“El éxito del silaje de maíz depende de una planificación cuidadosa, de su correcta ejecución en el momento adecuado y de un monitoreo constante de factores que puedan comprometer tanto el rendimiento como la calidad del cultivo”, señaló Ainalén Carassai, especialista del INTA Rafaela.

Estas prácticas no solo aseguran la calidad del forraje almacenado, sino que también contribuyen a la rentabilidad y sostenibilidad de los sistemas de producción animal en todo el país.

EXPERIENCIA PASADA

Los forrajes conservados (silajes y henos) representan, en promedio, el 30% del consumo de materia seca en la dieta de los tambos. Se registró para la campaña 2023/24 un total de 2.396.000 hectáreas ensiladas, de las cuales un 45% corresponde a la lechería y el 55% a la actividad ganadera.

Si se analiza en función del cultivo a ensilar, el 59,9 % corresponde a maíz, 10,1 % a sorgo y 30 % a verdeos y pasturas

“El silaje de maíz es un recurso fundamental para garantizar la disponibilidad de forraje de alta calidad en sistemas ganaderos”, advierte Lorena Iacopini, colega de Carassai en Rafaela.

segunda maiz

Para maximizar los beneficios de la técnica de ensilado, es crucial atender ciertos aspectos clave relacionados con el manejo agronómico y la gestión del cultivo, según insisten los especialistas.

Para Carassai, el momento óptimo para realizar el corte del maíz resulta decisivo para obtener un silaje de calidad, ya que permite aprovechar eficientemente los recursos invertidos, reducir las pérdidas de materia seca, energía y asegurar una adecuada conservación del forraje durante el almacenamiento. 

LA IMPORTANCIA DEL MONITOREO

Asimismo, es esencial realizar un monitoreo frecuente desde las primeras etapas del cultivo para identificar la presencia y densidad de plagas, como la chicharrita, aplicando medidas de control cuando sea necesario.

La campaña 2023/24 estuvo afectada por el fenómeno climático “La Niña”, el cual generó retrasos en las fechas de siembra de los maíces tempranos. En la región central de la provincia de Santa Fe, la fecha óptima de siembra, generalmente ubicada a mediados de septiembre, se desplazó hacia finales de octubre, realizándose de manera escalonada.

En consecuencia, el período crítico del maíz ocurrió durante el mes de enero bajo condiciones climáticas desfavorables para su desarrollo. En

los silajes, uno de los primeros indicios de la mala fermentación es la presencia de calor, olor putrefacto y el desarrollo de hongos. Estos afectan negativamente el rendimiento y la salud de los animales.  

Como estrategia general, el investigador Pablo Roskof, especialista en silajes, dice que es fundamental realizar acciones para diluir su participación en la dieta (disminuyendo la proporción de alimentos con alta contaminación) o reducir su disponibilidad en el organismo.

“Esto puede lograrse, por ejemplo, mediante el uso de agentes adsorbentes o secuestrantes de micotoxinas que ayudan a conservar la calidad en los silos”, indicó Roskof. 

Después de la recesión: qué dejó el 2024 y qué esperar en 2025

Después de la recesión: qué dejó el 2024 y qué esperar en 2025

Un reciente informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec), integrado por las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe, analizó la evolución de la economía argentina en 2024 tras la última recesión, destacando los sectores que se recuperaron, los que siguen en crisis y las proyecciones para 2025
Tras la recesión que se extendió entre junio de 2022 y marzo de 2024, la economía argentina mostró señales de recuperación, aunque de manera desigual. Según un informe del Centro de Investigación del Ciclo Económico (Cicec), integrado por las Bolsas de Comercio de Rosario y Santa Fe, el 2024 cerró con nueve meses consecutivos de crecimiento, pero con sectores que aún no lograron reponerse del impacto de la crisis previa.Entre los sectores ganadores de 2024, la producción agrícola fue uno de los motores de la recuperación, impulsada por una mejora en las condiciones climáticas y la recomposición de la cosecha tras la sequía de años anteriores. También el empleo en el sector privado mostró una evolución positiva, con un aumento del 2,2%. La industria automotriz registró un repunte en la segunda mitad del año, beneficiada por medidas de incentivo a la producción y el consumo.>> Ver informe completo: “La recesión junio 2022/marzo 2024 en el contexto del ciclo económico argentino”Por el contrario, los sectores que afrontaron más dificultades en 2024 fueron la construcción, que acumuló una contracción del 35,9% debido a la caída de la obra pública, y el comercio minorista, afectado por la pérdida de poder adquisitivo de la población. La recaudación fiscal también tuvo un año complicado, con una caída real del 18,3% en términos reales.En comparación con crisis previas, el informe señala que la última recesión tuvo una duración superior al promedio de 19 meses y una caída de actividad del 8,3%, similar a la media histórica. Por otro lado, la velocidad de la caída de la última recesión fue menor que en otras recesiones, con una variación anualizada del -4,5%, por debajo del promedio de -5,3% registrado en crisis anteriores.El informe destaca, asimismo, que de las últimas fases expansivas, este ha sido el mejor comienzo desde 2009, con un crecimiento acumulado del 4,9% en los primeros nueve meses de recuperación.De cara a 2025, el desempeño de la economía dependerá de la consolidación del crecimiento en sectores clave como la industria y la construcción, así como del impacto de nuevas políticas económicas. Aunque el inicio de la recuperación ha sido sólido, será fundamental sostener la expansión y generar condiciones para un crecimiento estable en el mediano plazo.
¿El drone pulveriza más como un avión o como un terrestre?

¿El drone pulveriza más como un avión o como un terrestre?

En los últimos años, el uso de drones en la aplicación de fitosanitarios ha crecido significativamente. Su tecnología ha evolucionado al punto de ser considerados una alternativa viable en ciertos escenarios, como cultivos de difícil acceso o áreas pequeñas donde la aplicación con aviones o pulverizadores terrestres no es práctica. Pero surge una pregunta clave: ¿El drone se comporta más como una pulverización aérea o terrestre?

La respuesta no es tan simple y depende de múltiples factores, principalmente de cómo se calibra y opera. Para entender mejor su desempeño, hay que analizar aspectos como la altura de vuelo, la velocidad, la deriva, la cobertura y la distribución del producto.

Altura de vuelo y velocidad, factores determinantes

Una de las principales diferencias entre un drone y un pulverizador terrestre es la altura de trabajo. Mientras que un pulverizador terrestre aplica el producto a centímetros del objetivo (generalmente entre 50 cm y 1 metro), los drones pueden operar a alturas más variables, desde 2 metros hasta más de 4 metros sobre el cultivo, manteniendo uniformidad en la aplicación.

Este rango los acerca más a la pulverización aérea tradicional, donde los aviones trabajan entre 2 y 3 metros sobre el objetivo. Sin embargo, a diferencia de un avión, el drone puede ajustar su altura y velocidad con mucha precisión, lo que le permite adaptarse a diferentes condiciones y objetivos de aplicación.

Efecto del flujo de aire: el impacto del downwash

Los drones tienen otra particularidad que los diferencia de aviones y pulverizadores terrestres que es el flujo de aire descendente generado por sus hélices, conocido como downwash. Este flujo puede mejorar la penetración en el follaje y la uniformidad de la aplicación, pero también puede generar turbulencias que alteran la distribución de las gotas.

En comparación, los aviones también generan un flujo de aire descendente (wake turbulence), pero éste se distribuye en un área mayor y a velocidades más altas. En cambio, los pulverizadores terrestres dependen del tamaño de la gota y la carga de las boquillas para mejorar la penetración, sin un flujo de aire significativo.

Cobertura y distribución del producto

Los drones trabajan con volúmenes bajos a muy bajos, generalmente entre 5 y 20 L/ha, lo que los acerca más a una aplicación aérea. La cobertura depende del tamaño de la gota y del downwash. Mientras que las pulverizadores terrestres, aunque históricamente trabajaban con mayores volúmenes, en Argentina hoy en día es común ver aplicaciones con 20-30 L/ha, logrando muy buena calidad y penetración con boquillas adecuadas. Con respecto a los aviones aeroaplicadores trabajan con volúmenes de entre 5 y 20 L/ha, dependiendo del objetivo de la aplicación y las condiciones del cultivo. Este rango los ubica en la misma categoría de volúmenes bajos que los drones, con la diferencia de que operan a velocidades y anchos de trabajo mucho mayores.

“En la práctica, si un drone está bien calibrado y operado, puede lograr coberturas y eficiencias similares a una pulverización aérea de precisión, con un mayor control en zonas pequeñas”, sostuvo Juan Molina, socio de Grupo APC.

¿Cómo calibrar un drone para optimizar la aplicación?

En este sentido, Molina explicó que “para lograr una aplicación eficiente, es fundamental considerar la altura de vuelo” y señaló que hay que ajustar según el objetivo de aplicación, manteniéndose dentro de un rango óptimo para maximizar la cobertura sin aumentar la deriva. Otro de los temas es el tamaño de gota ya que es importante utilizar boquillas adecuadas para el tipo de aplicación, evitando gotas extremadamente finas que puedan perderse en la deriva. A su vez, para optimizar la aplicación es vital ajustar la velocidad para mantener una deposición uniforme. Por su parte, haciendo referencia a las condiciones climáticas, si bien los drones pueden operar con algo de viento, es clave tener en cuenta la dirección y velocidad del mismo para definir estrategias de aplicación. Por último, es esencial ajustar correctamente el ancho de trabajo y la superposición de pasadas para evitar zonas sin cobertura o sobredosificación.

Es más parecido a un avión o a un terrestre

Si bien los drones comparten características con ambos sistemas, su comportamiento está más cerca de la pulverización aérea en términos de volumen aplicado, tamaño de gota y riesgo de deriva. Sin embargo, su capacidad de operar a baja velocidad, con altura variable y control preciso, les permite adaptarse a situaciones donde un avión no sería viable.

El gran desafío para que los drones sean una herramienta efectiva en la protección de cultivos es su calibración y uso adecuado. Como cualquier otro equipo de aplicación, su eficacia depende de una correcta configuración, condiciones climáticas favorables y un operador capacitado.

En definitiva, los drones representan una nueva categoría dentro de la pulverización, combinando lo mejor de la aplicación aérea y terrestre, pero con particularidades que requieren un enfoque técnico específico.

Desarrollan un extracto vegetal con poder antifúngico que permitirá controlar micotoxinas en granos almacenados

Desarrollan un extracto vegetal con poder antifúngico que permitirá controlar micotoxinas en granos almacenados

Un equipo de investigación del INTA, del Conicet y de la Universidad de Buenos Aires avanza en el desarrollo de un producto biológico para controlar un hongo que produce micotoxinas que afectan a los granos almacenados. Lo novedoso del proyecto es que permitirá reemplazar o sinergizar la acción de los agroquímicos mediante el uso de…

Millones de toneladas de cereales sufren algún tipo de deterioro por la acción de hongos que ocasionan pérdidas de rendimiento y alteraciones en la calidad de los granos, lo que deriva en graves daños económicos. Entre ellos se encuentra Aspergillus flavus, un hongo filamentoso y saprófito, cuya colonización se produce principalmente en granos de cereales y semillas oleaginosas una vez cosechados.

Esta situación llevó a que un equipo de investigadores integrado por especialistas del INTA —Instituto de Patobiología Veterinaria, Instituto de Suelos e Instituto de Tecnología de Alimentos—, del Instituto de Botánica Darwinion (Conicet/Ancefyn) y de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA, se enfoque en la búsqueda de nuevas alternativas.

Así surgió el proyecto que propone el desarrollo de un bioinsumo o fungicida natural originado a partir de un extracto de una planta nativa denominada Peltophorum dubium (conocida comúnmente como Ibirá pitá).

“Los hongos son organismos ubicuos, son capaces de adaptarse y sobrevivir a situaciones de extrema desventaja”, indicó Lucía Di Ciaccio, investigadora del Instituto de Patobiología Veterinaria del INTA-Conicet, y agregó: “El género Aspergillus está presente en el ambiente, en producciones agrícolas y en cultivos y, en condiciones propicias, producen micotoxinas que derivan en enfermedades y en pérdidas económicas”.

“El Aspergillus flavus tiene la capacidad de crecer en diferentes sustratos y bajo una amplia gama de condiciones, pero en especial durante el almacenamiento”, explicó Renée Fortunato, directora del Instituto Darwinion, quien señaló que los granos, una vez cosechados, contienen una abundante carga de esporas provenientes del campo que se mantienen durante el transporte y en el momento de almacenamiento.

“Si las condiciones en el almacenamiento no son las adecuadas, se puede producir el deterioro del grano y formarse micotoxinas, como las denominadas aflatoxinas”, explicó Fortunato. En esa línea, puntualizó que “estas toxinas son conocidas por su alta toxicidad, tanto para humanos como para animales, ya que pueden causar alteraciones funcionales, bioquímicas o morfológicas”.

Por esto, las estrategias de prevención incluyen un estricto control de las condiciones ambientales durante el manejo de la postcosecha y, ocasionalmente, en el uso de sustancias antifúngicas durante períodos críticos en el cultivo y durante el almacenamiento o transporte.

Debido a diferentes factores, solo se dispone de unos pocos agentes antifúngicos, ya sea porque han desarrollado resistencia o por la aparición de hongos llamados reemergentes o también porque son demasiado tóxicos para el huésped y provocan efectos secundarios no deseados. Esta situación llevó a que en las últimas décadas se promuevan diferentes investigaciones destinadas al estudio de extractos de plantas como alternativa para su control.

Así surge el proyecto de investigación del INTA sobre una especie nativa, Peltophorum dubium (nombre común: Ibira pitá). El estudio se enfocó en la caracterización de la especie y los extractos vegetales derivados, como así también en ensayos de evaluación de los extractos vegetales de Peltophorum dubium para controlar hongos productores de micotoxinas, como el Aspegillus flavus en el almacenamiento de granos de cultivos comerciales como el maíz.

“A través de diferentes estudios, pudimos identificar un extracto vegetal que tenía actividad antifúngica frente a Aspergillus flavus”, indicó Di Ciaccio, quien detalló que estudiaron las hojas de este árbol nativo del norte del país, de la familia de las Fabaceae.

“Los datos obtenidos en distintos bioensayos que fueron llevados a cabo de manera in vitro, indican que el extracto tiene actividad antifúngica frente a Aspergillus flavus”, afirmó la investigadora del INTA, y describió que la actividad es más bien del tipo fungistática, ya que inhibe el crecimiento y desarrollo del hongo y que, además, su sitio de acción es predominante en la pared de las células fúngicas.

Por otra parte, Di Ciaccio señaló: “El extracto vegetal tiene la particularidad de conservar su actividad antifúngica, tanto en el material colectado en la zona donde es nativo (región chaqueña) como en el material de zonas donde ha sido introducido (región pampeana), aunque es mucho más promisoria la detectada en el material de donde es nativa”.

Mediante diversas tinciones, se observaron al microscopio óptico cambios en la morfología de las células fúngicas cuando el extracto vegetal está presente, confirmando el efecto. Además, se realizó una caracterización fitoquímica donde se pudo determinar que los flavonoides serían los metabolitos responsables de dicha bioactividad.

“El siguiente paso en la investigación es lograr el desarrollo de un prototipo que pueda ser transferible al sector agroindustrial, en el segmento que se dedica a la postcosecha de granos, área en la cual existe una gran demanda de nuevos productos antifúngicos”, agregó la investigadora.

Además, “se propone fomentar el manejo económico productivo y sustentable del material o recurso vegetal con inclusión social, contemplando a su vez, la conservación de las poblaciones del recurso genético silvestre y su hábitat, lo cual otorga valor a la flora nativa del país y el desarrollo regional”, puntualizó, por su parte, Fortunato.

De acuerdo con Di Ciaccio, “esta propuesta será transferible al sector agroindustrial con implicancias directas e indirectas de beneficios tanto para la salud humana y animal como al medioambiente. El producto podrá utilizarse en forma directa y también, sumar actividades (sinergismo) con otros antifúngicos sintéticos existentes en el mercado”.