Se trata de la megaobra que llevan adelante los gobiernos de Santa Fe y Córdoba.
La primera etapa beneficiará a 410.000 habitantes de ambas provincias.
Avanza la obra del acueducto interprovincial, que permitirá transportar agua del río Paraná a Córdoba, beneficiando a 410.000 habitantes de las provincias de Santa Fe y Córdoba.
Se trata del proyecto que llevan adelante los gobiernos de Santa Fe y Córdoba, con el fin de garantizar el acceso al agua potable a habitantes de ambas provincias.
En octubre de 2023 se firmó el contrato de obra, lo que dio comienzo a los trabajos en Coronda (Santa Fe) correspondientes al Bloque A, el primero de los ocho bloques que integran la «Etapa I».
Este primer tramo cuenta con un financiamiento de 50 millones de dólares del Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe.
Actualmente, los trabajos que se desarrollan en Coronda incluyeron el acopio, limpieza y preparación de los predios para las plantas de tratamiento, la obra de toma de agua y la instalación en dos frentes de más de mil metros de cañería del acueducto que transportará agua cruda desde la toma hasta la planta potabilizadora.
Paralelamente se está construyendo la base de hormigón donde se ejecutará una cisterna de 12 millones y medio de litros en el predio de la planta potabilizadora.
Todo el proyecto es conducido por la Unidad Ejecutora Biprovincial, con representantes de los gobiernos de ambas provincias. Este ente interjurisdiccional tiene a su cargo la licitación, contratación y ejecución de la obra.
La Etapa I está dividida en ocho bloques y ahora se desarrolla el primero de los bloques, que beneficiará a todos los habitantes de Coronda. El punto inicial del acueducto está en el barrio Los Paraísos, aguas arriba de la ciudad.
Al finalizar la Etapa I, se tendrá un impacto directo sobre 410.000 habitantes de ambas provincias, entre Coronda y San Francisco; mientras que la obra en su totalidad está proyectada para beneficiar a 83 localidades de ambas provincias, posibilitando el acceso al agua potable a más de 1.000.000 de habitantes.
En detalle
En total, la «Etapa I» incluirá un conducto troncal de 144 kilómetros y 345 kilómetros adicionales de ramales, que conectarán las localidades de Coronda y San Francisco.
Esta red proporcionará agua potable a 54 localidades en ambas provincias: 33 en Santa Fe y 21 en Córdoba.
El acueducto se extenderá desde la nueva toma en el río Paraná (brazo Coronda) hasta San Francisco, conectándose con la red existente de acueductos en la zona noreste de Córdoba. Además, se prevé una segunda etapa para extender el sistema hasta la ciudad de Córdoba.
Es importante destacar que paralelamente a esta obra, la provincia de Córdoba está ejecutando un plan estratégico de 11 acueductos troncales, de los cuales varios ya han sido inaugurados, mientras que otros están en ejecución. Este plan tiene como objetivo reforzar el esquema actual de abastecimiento de agua ante los desafíos del cambio climático.
Una nueva etapa
El mes pasado, el Poder Ejecutivo Nacional aprobó, a través del Decreto 874/2024, el Acuerdo de Garantía y los Contratos de Contragarantía para el financiamiento del “Proyecto Acueducto Interprovincial Santa Fe – Córdoba Etapa I – Bloques B y C que el segundo y tercer tramo del proyecto que se desarrolla entre las ciudades de Coronda, en Santa Fe y San Francisco, en Córdoba”.
El financiamiento, otorgado por el Fondo Saudita para el Desarrollo (SFD) mediante un préstamo de SAR 375.000.000 (trescientos setenta y cinco millones Riyales Saudíes), equivalente aproximadamente a USD 100.000.000 (cien millones de dólares), permitirá avanzar en las obras.
El financiamiento será cubierto en partes iguales por ambas administraciones, con un compromiso de pago del 50 por ciento para cada una.
Además, el Gobierno Nacional suscribió contratos de contragarantía con los Gobiernos provinciales, que contemplan la autorización para el débito automático de fondos de coparticipación federal en caso de incumplimientos en los pagos.
Con el objetivo de acelerar la adopción de prácticas agrícolas regenerativas que promuevan una producción sostenible, Bayer y fyoFoods firmaron un acuerdo estratégico para incentivar la medición de huella de carbono en cultivos de especialidades.
El programa fyoFoods propone comenzar a medir su huella de carbono a productores de sésamo, poroto alubia, poroto mung, arveja amarilla, arveja verde, garbanzo, maíz pisingallo y maíz Flint de diversas regiones del país.
Aquellos que logren certificar libre deforestación y entreguen estos cultivos denominados specialities o especialidades, con su huella de carbono medida, accederán a importantes beneficios.
Entre ellos se incluyen condiciones diferenciales, acceso a la plataforma Conecta PROCarbono de Bayer, soporte técnico con equipos a campo para la recolección de datos, monitoreos y capacitaciones.
“Nuestra meta con fyoFoods es nutrir al mundo de forma responsable, sustentable y segura. Esta alianza es un paso muy importante. El programa recompensa al productor que transforma sus métodos de producción y adopta técnicas que restauran poco a poco los suelos, contribuyendo al cuidado del medioambiente”, destacó Alejandro Larosa, cofundador y CEO de fyo.
fyoFoods es una unidad de negocios regional de fyo dedicada a la comercialización de especialidades con socios estratégicos en Argentina y Brasil. Se enfoca en brindar alternativas para el sector y realizar el seguimiento de la logística, garantizando la trazabilidad.
“Trabajamos para que las especialidades se produzcan de manera sustentable y sostenible. Los procesamos y clasificamos en establecimientos equipados con tecnología de última generación, que cuentan con las principales certificaciones internacionales, asumiendo de esta manera el compromiso de ofrecer productos de alta calidad, que han sido sometidos a procesos que están a la vanguardia de la industria”, explicó José D’Aloisio, gerente de fyoFoods.
EN EL CAMINO DE REDUCIR LA HUELLA DE CARBONO
El acuerdo se enmarca dentro del programa PROCarbono de Bayer, que busca superar las barreras técnicas y científicas que le permitan a la agricultura ingresar al mercado de carbono y demostrar la sustentabilidad del agro argentino.
Mediante el mismo, se apoya a los productores en la adopción de prácticas regenerativas que capturan carbono en el suelo, mejoran su salud y promueven la biodiversidad, tales como la siembra directa, la incorporación de cultivos de cobertura y la diversificación de las rotaciones de cultivos.
Para Bayer, estas prácticas no solo generan un impacto positivo en el medio ambiente, sino que también incrementan la productividad y rentabilidad de los campos.
A lo largo de tres años, estos productores reciben un seguimiento especializado destinado a aumentar su captura de carbono y el rendimiento de sus cosechas, generando aumentos promedio del 11% en la productividad de los cultivos y del 16% en la captura de carbono.
UN AVANCE SIGNIFICATIVO
En este contexto, cabe recordar que Bayer es una empresa global con competencias básicas en los campos de las ciencias de la vida de la atención médica y la nutrición.
Y que en los últimos años ha puesto un foco muy fuerte en la sustentabilidad y en impulsar programas y proyectos que promuevan la agricultura regenerativa.
Sus productos y servicios están diseñados para ayudar a las personas y al planeta a prosperar, apoyando los esfuerzos para dominar los principales desafíos presentados por una población mundial en crecimiento y envejecimiento.
Es por ello que la compañía se propone como desafío enfrentar al cambio climático con soluciones sustentables.
“En el contexto global actual, donde la demanda de alimentos con baja huella de carbono crece día a día, la colaboración con FyoFoods marca un avance significativo”, sostuvo Juan Farinati, presidente y CEO de Bayer Sur.
“La agricultura tiene el potencial de ser parte de la solución al cambio climático. A través de prácticas regenerativas, es el único sector capaz de eliminar el 25% del dióxido de carbono emitido a la atmósfera en los últimos 25 años”, destacó el ejecutivo.
Por su parte, manifestó que los productores PROCarbono “son pioneros en la construcción de una agricultura más sustentable, dejando un legado positivo para las generaciones futuras”.
La Re de Manejo de Plagas de Aapresid emitió una nueva alerta roja por Yuyo Colorado resistente al preemergente sulfentrazone, inhibidor de la PPO de la familia de las triazolinonas, en conjunto con herbicidas de las tres familias de ALS y glifosato.
Resistencia a herbicidas en A. palmeri A nivel mundial se han descrito hasta la actualidad 79 biotipos con resistencia a diferentes grupos de herbicidas: Auxinas, ALS, EPSPS, HPPD, PSII y PPO. Para este último modo de acción únicamente se habían reportado a los activos postemergentes fomesafen, lactofen, acifluorfen.
Para el activo sulfentrazone es el primer reporte internacional de resistencia de esta especie, siendo el registro más cercano el de Amaranthus hybridus en Bolivia en el 2005.
En Argentina en 2013 se confirmó en A. palmeri la resistencia a los herbicidas clorimuron, Imazetapir, Diclosulam (Inhibidores de ALS) y en el año 2016 a Glifosato (inhibidores de la EPSPS).
A inicios del año 2024, se evidenciaron fallas de control en Amaranthus palmeri en un área de aproximadamente 150 hectáreas en lotes destinados a soja en la localidad de Los Juríes, en el centro este de la provincia de Santiago del Estero. Se trata de fallas de control con aplicación preemergente de sulfentrazone a la dosis recomendada por el marbete. Ante este hallazgo, se recolectaron semillas del biotipo para ser analizadas por especialistas para evaluar esta sensibilidad en condiciones controladas.
Es importante destacar que esta situación está circunscrita actualmente a un lote específico de la localidad mencionada, ya que no se han evidenciado situaciones similares en áreas cercanas o lotes de la Chacra Bandera Aapresid. Además, A. palmeri no es la especie más dominante de este género en la región, siendo A. hybridus la de mayor presencia. Por ello, es crucial difundir esta información para que los productores de la región y de otras áreas presten atención a esta situación.
Figura 1: ubicación de localidad Los Juríes, Santiago del Estero
El equipo de trabajo conformado por los especialistas Dr. Ing. Agr. Ignacio Dellaferrera (ICIAgro-UNL-CONICET-FCA), Ing. Agr. Eduardo Cortés (Investigador FCA-UNL y consultor privado) e Ing. Agr. Federico Venier (consultor privado) estudió en el laboratorio la población recolectada en Los Juríes (Ap62) y una población conocida como susceptible de Rosario de la Frontera (Salta) (denominada Ap60).
Para comparar la susceptibilidad diferencial entre ambas poblaciones, se realizó un ensayo de dosis respuesta. Se aplicaron 9 dosis crecientes de herbicida (0 a 1400 ml/ha) en macetas con un suelo Argiudol típico. Después de la aplicación, se realizó una lluvia de 20 mm para incorporar el herbicida.
Se cuantificó el número de plantas a los 21 días después de la aplicación, expresando los resultados como porcentajes del testigo no tratado. Los datos se ajustaron a un modelo de regresión logística. Para cada población, se determinaron las dosis de herbicida necesarias para inhibir los nacimientos de las plantas en un 50% (LD50), comparándose entre ellas para obtener el respectivo factor de resistencia.
La aplicación de dosis creciente de Sulfentrazone reduce progresivamente el número de plantas nacidas, existiendo diferencias significativas entre la población sospechada de resistencia (Ap62) y la susceptible (Ap60) respecto de la dosis requerida para reducir este valor en un 50 %. El factor de resistencia calculado fue de 8,8; considerando la reducción en el número de plantas, lo que permitió a los especialistas confirmar la resistencia del biotipo «Ap62» a la aplicación preemergente de sulfentrazone.
Figura 2: curvas de dosis-respuesta de dos biotipos de Amaranthus palmeri al aumento de la dosis de Sulfentrazone.
Las curvas de dosis-respuesta obtenidas indican que la resistencia se encuentra en un estado inicial, comenzando a segregarse. Este es el momento oportuno para implementar tácticas de control preventivas y evitar así el aumento de individuos resistentes en esta población.
Análisis similares para glifosato y los inhibidores de ALS imazetapir, diclosulam y metsulfuron, revelaron que la población en cuestión resultó además resistente a estos herbicidas, para los cuales esta especie ya presentaba resistencias simples.
Asimismo, se realizaron pruebas similares en ambas poblaciones utilizando flumioxazin, un herbicida que comparte el mismo modo de acción que el sulfentrazone, donde el biotipo Ap62 resultó ser susceptible.
Sobre la maleza En Argentina, se han descripto 27 especies del género Amaranthus, siendo Amaranthus hybridus la de mayor importancia y dispersión a nivel nacional. Sin embargo, Amaranthus palmeri, desde hace poco más de una década también se encuentra como maleza problemática. En su área de origen, es común en suelos húmedos y perturbados, sitios excesivamente pastoreados, en pastizales del desierto, bordes de caminos, vías férreas, campos cultivados y pasturas bajo riego.
Amaranthus palmeri presenta algunas características particulares que permiten diferenciarla de otras especies de este género, especialmente de A. hybridus. Estas son:
Inflorescencias terminales largas y poco ramificadas. Inflorescencia terminal alargada, densa, poco ramificada de 10-60 cm de longitud, en general erecta, en especial cuando es joven. Las inflorescencias femeninas poseen brácteas espinosas y producen abundante cantidad de semillas. Por el contrario, las inflorescencias masculinas son suaves.
Mayor tasa de crecimiento. Sistema radicular extenso y profundo y es una especie muy eficiente en el uso del agua.
Patrón de crecimiento del meristema apical agrupado. Las hojas se agrupan en la parte superior, lo que permite captar mayor cantidad de luz, vistas desde arriba se asemeja a la forma de una estrella.
Especie anual, diclino dioica (pies femeninos y masculinos separados) (Figura 2), las restantes especies de Amaranthus conocidas en Argentina son monoicas.
Figura 4: Detalle de flores en individuo masculino y femenino.
Estrategias de manejo El manejo de esta maleza se presenta como especialmente dificultoso debido a la capacidad de manifestar resistencias y a la gran capacidad para dispersarse. Estudios recientes en EE UU determinaron que una planta aislada de Amaranthus palmeri puede llegar a colonizar entre un 95 y 100% del lote en solo 3 años, por lo cual se debe implementar un programa de manejo acorde a disminuir la capacidad de diseminación de esta maleza. Esto exige un plan proactivo que integre prácticas complementarias a las químicas, entre ellas:
Monitoreo frecuente y prolijo, para una precisa identificación en estadios tempranos. Además del monitoreo de banquinas, bordes y otros espacios que podrían albergar poblaciones de la maleza. También el monitoreo por aplicación química, permite detectar tempranamente fallas de control y posibles resistencias.
Rotación de cultivos, para interrumpir el ciclo de la maleza y rotar herbicidas con diferentes mecanismos de acción y los momentos en los cuales estos se aplican. El uso de alternativas de cultivos tolerantes a herbicidas también facilita este fin.
Siembra de cultivos de servicios, contribuye a suprimir las emergencias de manera significativa al disminuir la temperatura, la alternancia térmica y la cantidad de luz que llega al suelo. Facilita a su vez el manejo, concentrando el flujo de emergencia de la maleza.
La implementación de cultivos con arreglos espaciales competitivos, como espaciamientos estrechos y selección de materiales con mayor aptitud competitiva.
La extracción de plantas aisladas en forma manual-mecánica antes de que las semillas alcancen la madurez es muy importante, para eliminar posibles escapes y dispersiones.
Limpieza de la maquinaria agrícola, especialmente si provienen de lotes enmalezados y antes de ingresar a un lote limpio. Evitar la cosecha de manchones con elevada densidad o hacerlo al final.
Control químico La probabilidad de éxito en el control químico está relacionado con la oportunidad o momento de realización de los tratamientos.
Las prácticas de control deben comenzar luego de la cosecha del cultivo estival ya que en ese momento, se pueden encontrar plantas jóvenes que acortan su ciclo alcanzando el estado reproductivo con tamaños pequeños, capaces de producir semillas viables. Por lo que deben ser eliminadas por medios manuales o a través de tratamientos con herbicidas. En este caso, utilizar glifosato en mezcla con hormonales (2,4-D, dicamba o picloram) y PPO quemantes (carfentrazone, piraflufen o saflufenacil) resulta una buena estrategia; es importante recordar que aunque existan poblaciones con resistencia o baja sensibilidad a cada uno de los activos por separado, la mezcla de los tres sigue teniendo un control efectivo. La utilización del doble golpe con paraquat luego de los herbicidas anteriores también puede mejorar el resultado final.
En la primavera (octubre a diciembre) pueden registrarse nuevas emergencias que también deben ser eliminadas tempranamente. Aquí se puede realizar similar tratamiento que se mencionó anteriormente para el barbecho. Pero más allá de esta aplicación – y debido a la elevada producción de semillas, germinación superficial y continua durante la primavera y verano que presenta esta especie -, el manejo se debe centrar en bajar el banco de semillas del suelo, por lo cual la utilización de herbicidas preemergentes o con acción residual y con un mecanismo de acción diferente a los inhibidores de ALS, debe incluirse sí o sí en el programa de manejo.
Dependiendo del cultivo a sembrar, zona de producción (para evitar problemas de fitotoxicidad) y fecha de siembra, es posible utilizar en soja Metribuzin, Diflufenican, S-metolaclor, Terbutilazina, Flumioxazin, Pendimetalin, Piroxasulfone, etc. Para el caso del maíz se puede utilizar Acetoclor, S-metolaclor, Piroxasulfone, Isoxaflutole, Amicarbazone, Terbutilazina, Biciclopirone, Flumioxazin.
Las combinaciones de estos activos con diferentes mecanismos de acción y/o la aplicación secuencial de los mismos, dentro de un breve intervalo de tiempo, en general tienen un mayor impacto y pueden extender el período de protección, contribuyendo a prevenir la evolución de resistencia.
Las aplicaciones de postemergencia deben ser complementarias a las prácticas culturales y a los tratamientos residuales.
Para el cultivo de soja, las opciones disponibles con mecanismos de acción diferentes al glifosato y a los inhibidores de ALS, son relativamente pocas y comprenden el fomesafen y lactofen, solos o en mezcla con benazolin o cloroacetamidas recordando que en algunos casos, existen poblaciones poco sensibles o resistentes a los herbicidas inhibidores de PPO en post emergencia. Para tener éxito en estos tratamientos la maleza tiene que ser muy pequeña y estar en buenas condiciones hídricas, puesto que estos herbicidas son regulares en su eficacia. Para el caso del maíz los herbicidas inhibidores de la síntesis de pigmentos (HPPD) como mesotrione, tembotrione, tolpyralate o topramezone, en mezclas con inhibidores del fotosistema II como atrazina son excelentes opciones. En cultivos con tecnología Enlist, el glufosinato de amonio (inhibidores de la síntesis de aminoácidos) en mezcla con 2,4D asegura un excelente control.
¿Qué podría pasar a continuación? En Argentina, se observa una marcada tendencia hacia el uso rutinario de herbicidas de alta eficacia y facilidad de aplicación, lo que incrementa la probabilidad de aumentar la frecuencia de biotipos resistentes. En particular, los herbicidas inhibidores de PPO se están utilizando con gran intensidad y frecuencia, lo que probablemente ha ocasionado la selección de este biotipo con resistencia múltiple.
Este hallazgo se limita a un lote específico de la localidad, sin evidencias similares en áreas cercanas, por este motivo es esencial compartir esta información para que los productores revisen sus lotes después de la aplicación e identifiquen escapes tempranos, para evitar que la resistencia se propague.
Además, el sulfentrazone continúa siendo de alta utilidad en el control de A. palmeri y de Amaranthus hybridus, siendo esta última la especie de este género de mayor dispersión en el país. Por lo tanto, es esencial cuidar su uso para mantener su eficacia el mayor tiempo posible. Esto se logra mediante la implementación de las prácticas de control mencionadas, de manera conjunta y planificada, ya que aplicadas de forma aislada tienen un impacto relativo.
Se trata del Visor SIF Online, que les permite a los productores acceder al resultado de la faena de manera más simple, y así facilitar el trabajo y la toma de decisiones.
La Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca informó este lunes que se lanzó una nueva actualización del Visor SIF Online.
Se trata de un sistema informativo que facilita el acceso a la información de faena y con el que se busca mejorar la transparencia en toda la cadena bovina.
“Ahora, cada productor puede consultar de manera clara y sencilla los resultados de su faena”, resumió la dependencia agropecuaria en un comunicado.
UN “VISOR” DE LA CADENA BOVINA
A grandes rasgos, el sistema permite un acceso muy simple a la información. Solo se requiere el número de DT-e y el CUIT del productor en la aplicación “SIF Mobile” (disponible actualmente solo para dispositivos Android), o ingresando a la plataforma web visorsif.magyp.gob.ar mediante autogestión.
En concreto, el Visor SIF permite ver el detalle del romaneo, las categorías de animales faenados, la cantidad de reses, los pesos, y en caso de que la planta frigorífica cuente con servicio de tipificación, también se puede consultar el resultado garrón por garrón.
“Se trata de datos que antes no se encontraban en la plataforma y hoy son fácilmente asequibles“, continuó la Secretaría.
Y ahondó: “Con estas herramientas, el Gobierno nacional busca que los productores cuenten con datos precisos y transparentes sobre su producción, lo que permite tomar decisiones con mayor información y seguridad”.
Así, “se trata de una primera etapa de actualización de la plataforma, que continuará ofreciendo mejoras de forma de agregar valor a toda la cadena y acercar cada vez más y mejor información a los productores”, cerró.
Se presentó un proyecto de enmienda para posponer las normas, mediante las que se exige garantías de libre de deforestación de los productos a importar. Ahora entrarían en vigor el 30 de diciembre de 2025 para grandes empresas y el 30 de junio de 2026 para micro y pequeñas.
La Comisión Europea propondrá un retraso de su histórica ley para abordar la deforestación a nivel mundial, sometiéndose a una inmensa presión de los países productores de materias primas y de la industria, según informó la agencia Bloomberg. Se trata de un negocio de 4.000 millones de dólares.
Es que la exigencia de garantías de libre de deforestación de los productos a importar que la Unión Europea (UE) estableció y debía comenzar a regir a partir de 2025 fue duramente cuestionada y rechazada desde distintos países y sectores productivos. En el caso de Argentina, implicaba una importante afectación a las exportaciones de carne y soja. Ahora, se extendería hasta el próximo 30 de diciembre de 2025.
Según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el promedio de exportaciones de carne a Europa del 2021 a 2023 fue de US$ 462 millones, el 14% del total embarcado por este sector. Mientras que en el complejo sojero, tomando el mismo período, fue de US$ 3.556 millones, el 20% de los más US$ 17.000 millones que genera este sector.
La medida sería la última señal de reacción negativa por el alcance de su programa medioambiental. De acuerdo a John Ainger, Alberto Nardelli y Ewa Krukowska, el bloque presentó un proyecto de enmienda para posponer 12 meses las normas que tienen como objetivo frenar la parte de la deforestación de la que la Unión Europea es responsable a través de sus importaciones de materias primas clave, como el café, el cacao, la soja y la carne de vacuno.
La regulación de la UE debía entrar en vigencia el próximo 30 de diciembre y ha recibido el rechazo de distintas entidades del agro argentino, que se vería afectado al tener que dar garantías de libre deforestación en sus producciones de soja y carne.
El gobierno de Javier Milei valoró la propuesta de postergación. Según indicó el comunicado de la Secretaría de Agricultura, desde el inicio de la propuesta de reglamento, la Argentina expresó sus preocupaciones y cuestionamientos respecto a varios aspectos de esta medida unilateral, y presentó distintos reclamos ante la Unión Europea, tanto en forma individual como en gestiones conjuntas, con un grupo numeroso de terceros países, de manera bilateral y ante los foros multilaterales correspondientes.
«Celebramos la reprogramación de la implementación del reglamento europeo de libre deforestación, fruto de un enorme esfuerzo de gobiernos y cadenas de valor», expresó la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA). «Ahora hay que revisar la segregación física y el no reconocimiento de la legislación nacional sobre bosques, entre otras», agregó.
Desde la Sociedad Rural Argentina (SRA) manifestaron: «Ponemos en valor la decisión que ha tomado la Comisión de la UE de pedir posponer y rever la aplicación de la norma 1115/2023 respecto a la deforestación agregada para los productos con destino a ese mercado. Desde un primer momento la SRA rechazó, tanto en ámbitos nacionales como internacionales (Federación de Asociaciones Rurales del Mercosur, Foro Mercosur de la Carne, Organización Mundial de Agricultores, reuniones COPs y encuentros específicos en Chile, Paraguay, Uruguay, Alemania y Bélgica), de manera categórica dicha imposición. Desde hace dos años trabajamos arduamente y hoy vemos que se logró un avance que parecía imposible de lograr», celebraron. Al tiempo que comunicaron que el siguiente desafío de la entidad será seguir recorriendo el mismo camino para lograr una revisión integral de la normativa y/o su suspensión definitiva.
Carlos Castagnani, presidente de CRA, señaló que la postergación de la normativa 1115 es en principio un alivio para los productores, que venían enfrentando una «medida injusta» que no consideraba la realidad de las prácticas productivas y el esfuerzo por la sustentabilidad en el campo.
“Desde CRA hemos defendido siempre que las normativas internacionales deben respetar las particularidades locales; la postergación de esta medida es un reconocimiento a nuestras demandas, pero seguiremos trabajando para que se tenga en cuenta el contexto del productor argentino”, agregó el ruralista.
La flamante presidente de Federación Agraria Argentina (FAA), Andrea Sarnari, aseguró que “desde FAA consideramos que la norma de la UE sobre deforestación nos condiciona y se convierte en una medida pararancelaria para nuestros productos, además de generar una carga para el productor argentino. Producimos de manera responsable, así que la postergación dispuesta ahora debería servirnos para poner en valor esa práctica, a través de una articulación público y privada que nos permita estar preparados para salir al mundo”.