El Presidente Fernández ignora lo que es la lechería.
Así lo manifestó en una entrevista televisiva en la que se demuestra que desconoce por completo como es el sector productivo e industrial por el que dice interesarse.
El maremágnum argentino no se detiene ni siquiera en pleno verano y es así que a fines de enero tenemos novedades de un principio de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la renuncia del titular del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, la inflación que no se detiene, los casos de coronavirus que no aflojan y mucho menos los fallecidos por esa causa. Todo esto acontece y a pesar de ello, el Presidente de la Nación dispone de tiempo para asistir a un estudio de televisión para brindar una entrevista.
Siempre ante los mismos interlocutores de las inquietudes, más allá de todo el marco político, se destacó en la charla con Gustavo Silvestre en C5N un tramo que demuestra la ignorancia de Alberto Fernández sobre la lechería, particularmente.
Según el periodista oficialista, a las pymes lácteas les cuesta meterse en los mercados, a causa de la presión de las grandes industrias. A eso el Presidente de la Nación agrega que “el tema lácteo es un tema puntual, donde todo ha quedado concentrado en una empresa. Nosotros de ahí tenemos que promover la competencia”.
Inmediatamente Silvestre acota que “había una iniciativa que había tomado, que hoy la sigue Juanchi Sabaleta, en cuanto a plantas pasteurizadoras, que es muy buena”.
Fernández sostiene que “hay Gobierno, creo que La Pampa tiene su propia productora”.
“Nosotros también tenemos que hacer que la leche de Santa Fe, o la leche de Córdoba no venga a Buenos Aires a pasteurizarse para que vuelva envasada a Córdoba, la verdad es que hay que hacer que se produzca todo en Córdoba y así en todo el país”.
Convencidos de lo que postulan, añade el entrevistador “o mercados regionales, porque en distintas provincias los productores están ahí al costado”.
Ignorancia
Merecen una disculpa quienes leen, que pertenecen a este sector productivo, sobre semejante nivel de desconocimiento sobre lo planteado, pero es simplemente una transcripción de lo dicho, emitido en un canal de cable y que está a disposición en YouTube, por ejemplo.
Lo preocupante no es que el común de las personas no manejen datos sobre cómo funciona un sector, un negocio insignia del país, sino que lo que realmente es trágico es que la persona que toma las decisiones en esta República tenga semejante nivel de desatino en los conceptos y convicciones.
Días atrás se explicaba en este espacio que este Gobierno no hizo nada por la lechería nacional y que todas las mejoras logradas dependieron del esfuerzo de los productores y las industrias. Quizá en toda esta perorata falaz esté el motivo de la falta de acciones sectoriales.
Debería el Presidente reunirse alguna vez con productores lecheros y con industriales para que le expliquen las alternativas del sector, en todo caso, quizá el Director Nacional de Lechería podría orientarlo mínimamente, para que no se cometan tantos errores en un minuto de entrevista.
Corresponde recomendarle a Alberto Fernández que quizá en las horas de vuelo que tiene por delante en su viaje a Rusia y China, que ingrese al sitio del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina para repasar cifras confiables, que tienen el acuerdo del sector primario e industrial y que incluso pasan por el Ministerio de Agricultura de la Nación para recabar más variables, las cuales permiten hacer un diagnóstico concreto del sector.
Para que lo sepa el Presidente, la empresa a la que alude como monopólica es la principal procesadora de materia prima del país, pero sólo con el 12,1 por ciento, seguida muy de cerca por Saputo con 11,8 por ciento. Después se escalonan Williner, Noal SA, Nestlé, Verónica, García Hnos., Adecoagro, Milkaut y Corlasa, sólo como para acercarle el top ten.
Es destacable que de todas estas la única que está más cerca de la Capital Federal es la planta de General Rodríguez de Mastellone Hnos. Todas tienen plantas en el interior del país, bien distribuidas en la más amplia cuenca lechera, que no sólo pasteurizan leche cruda, sino que generan productos de altísima calidad y diversidad para el consumo nacional e internacional.
Si el Gobierno permitiera mejores condiciones con respecto al tipo de cambio, a los impuestos a la producción y exportación, sin dudas la lechería argentina podría lograr otros parámetros para que la demanda interna crezca y no se siga contrayendo como en los últimos meses, pero también las exportaciones permitan un mejor ingreso de divisas para beneficio del sector y del país.
Este espacio se permite una sugerencia. Cuando no se sabe sobre un tema, es mejor no hablar sobre eso, sino escuchar a los que saben, aprender y quizá después hacer alguna acotación muy liviana, al menos para no quedar tan mal.
Por Elida Thiery.
