Referentes de este modelo de producción con manejo «holístico» repasan cuáles son sus ventajas y beneficios, y las principales pautas que hay que seguir para poder realizarlo.
Quienes implementan la ganadería regenerativa (GR) se identifican como “aprendices de la naturaleza”, ya que es un sistema basado en la comprensión y optimización continua del vínculo entre los animales, el suelo y los pastos para lograr una alianza sustentable entre la producción, el ambiente y el negocio.
Medir los beneficios
Cuando hablamos de GR nos referimos a un sistema que persigue una meta desafiante: imita a la naturaleza mediante manejo holístico (MH). Con bajo o nulo nivel de uso de insumos aumenta el capital biológico y social y al mismo tiempo genera renta, servicios ambientales y productos diferenciales en el mercado, y es más resiliente ante un contexto cambiante de precios y de clima, resumió Gabriela Degorgue (Ovis 21).
Vale recordar que la GR se basa en la aplicación de ciclos de planificación, monitoreo, control y re-planificación, así como en el uso de ‘pulsos de pastoreo’: esquemas de descansos parciales y pastoreos continuos con baja carga que simulan un sistema de ‘bombeo de carbono (C)’. Este se basa en la alternancia de fases de acumulación de biomasa aérea y radicular – que fijan C – y de redistribución y desagote, cuando la descomposición de residuos devuelve al sistema C orgánico y nutrientes que facilitaran el incio de una nueva fase de acumulacion.
Los resultados económicos vienen de la mano de la ganancia ambiental, que incluye un aumento de la biodiversidad tanto por debajo como por encima del suelo, la captura del carbono atmosférico y la estabilización de la superficie del suelo con la consecuente reducción de la erosión, indicó la especialista.
Y estos beneficios son cuantificables a través de estándares como el Ecological Outcome Verification (EOV), cuyo protocolo consta de un monitoreo de corto plazo, anual, donde el mismo productor puede medir los resultados sobre salud de pastizal, y un monitoreo de largo plazo, que se realiza cada cinco años, donde una persona acreditada analiza variables en relación a la biodiversidad, presencia de grupos funcionales, tasa de infiltración y carbono en suelo, entre otros.
Márgenes brutos
Los campos que parten de pastoreo continuo con cargas entre 0,6 a 0,8 EV/ha y pasan a un MH, registran los mayores cambios sobre la receptividad, con un 60-100% de aumento a los 2-3 años. Por otro lado, cuando la situación inicial es de pastoreo rotativo con alto nivel de insumos con 1,1 a 1,4 EV/ha, el mayor impacto se da en la reducción de los costos variables, de hasta un 80%, precisó Degorgue.
Si se analizan los márgenes brutos de distintos sistemas para un modelo de cría en la cuenca del Salado, los números hablan por sí solos. En cuanto a producción anual (kg carne/ha) el manejo extensivo está en 79 kg., el intensificado (20% verdeos y 30% de pasturas) en casi 150 kg., el MH 1.0 (con menos de 10 potreros) está aprox. en 172 kg y el MH 2.0 (con más de 20 potreros), en 243 kg/ha.
Si bien el manejo intensificado duplica la producción del extensivo, el MH lleva la ventaja con prácticamente costos nulos en comparación con el sistema intensificado, elevando los márgenes brutos a 155 y 219 USD/ha en los MH 1.0 y 2.0 respectivamente. “Esto nos demuestra que regenerar la tierra y tener mejores resultados ambientales no está en contra de ninguna forma de la rentabilidad”, subrayó la especialista.
Certificaciones
Uno de los beneficios adicionales de implementar GR bajo MH tiene que ver con la diferenciación de los productos que salen de establecimientos que trabajan con esta metodología, coincidieron los especialistas.
Además del sello EOV que ya lleva más de 400.000 ha registradas en el Cono Sur, en el mercado existen nichos donde se puede acceder a un valor diferencial como por ejemplo el Responsible Wool Standard + EOV en el sector lanero, donde los productores posicionan productos certificados de orígen regenerativo.
Por otra parte, existen incipientes mercados de carbono y sellos de carnes de origen de pastizal que se están desarrollando a partir de procesos regenerativos en algunas experiencias privadas y de grupos de productores que están tratando de hacer crecer ese mercado.
Ciertamente, los beneficios sociales que trae aparejados la GR son un punto a favor para la diferenciación y certificación de sus productos. La evidencia indica que la gente involucrada en estos sistemas busca capacitarse, tiene mayor motivación y optimismo y se sienten más valorados en su trabajo. “Estamos en un ganar-ganar, un círculo de retroalimentación positiva desde lo ambiental a lo económico y lo social”, concluyeron.
Fuente: Infocampo