Durante los meses de enero a mayo la Coordinadora Europea Vía Campesina (ECVC), informó sobre inquietantes investigaciones sobre la Carne de laboratorio. En concreto se trata la actividad de diversas empresas que colaboran con ocho laboratorios de España, subvencionados con 3,7 millones de euros –concedidos por el Ministerio de Ciencia e Innovación, dirigido por Diana Morant– para desarrollar la mal calificada “Carne de Laboratorio” o “Carne Celular”.
Carne artificial o carne cultivada
La carne artificial o carne cultivada, también es conocida como carne in Vitro o carne de laboratorio. Esta carne animal proviene del cultivo de células musculares extraídas previamente de animales vivos en lugar de animales sacrificados. La base de control se desarrolla en un ambiente controlado de humedad y temperatura, cuyos parámetros de controles de posibles infecciones bacteriológicos son altamente exigentes, desarrollados por personal altamente profesional, ya que cualquier error puede conducir a expediciones muy peligrosas para los consumidores.
Empresas como la Future Meats, de origen israelí, está actualmente en proceso de producción de carne cultivada en laboratorio a nivel industrial. Su sistema se basa en extraer células de animales vivos y utilizar fermentadores de acero inoxidable para eliminar los desechos mientras se alimenta a las células con nutrientes para que proliferen y se conviertan en tejidos y posteriormente en presunta carne comestible confirmando una producción mínima de unas 5.000 hamburguesas al día.
Situación en España
Mientras, en España se confirma la posibilidad de poner a disposición de los consumidores este producto dentro del presente año, aunque todavía con distintas dudas, pues se están haciendo pruebas sobre la asimilación en el cuerpo humano al ingerir estos productos y su posterior reciclaje intestinal, algo muy delicado y que precisa de distintas pruebas ya puestas en marcha.
A través de la información obtenida de la “ECVC” y por diversos diarios de distintas Comunidades Autónomas, en todas ellas se califican estas denominadas proteínas cultivadas en laboratorios como una muy grave amenaza a la producción sana, natural y valorada carne tradicional. Una carne demandada por los consumidores de forma y producida por nuestra ganadería con un proceso de espacio-tiempo que beneficia también a nuestros campos y bosques.
Seguimos leyendo y quedamos informados de que lo lamentable es que aseguran oficialmente, que se trata de un positivo paso en la carrera de la industrialización del Sector Primario, cuando en realidad simplemente se trata de ciertos intereses de empresas multinacionales que, según casos, tanto daño causan a la salud pública, al medio ambiente, al empleo y cercenan la vida rural. En un camino en que destruyen miles de pequeñas granjas, cuyos productos son altamente valorados, perjudicando también los censos de habitantes de muchos pueblos o aldeas de nuestra extensa geografía.
Ya se comercializan estos productos
Leemos que en Israel, Singapur y lentamente en otros países asiáticos, ya se comercializan productos cárnicos de estas características. Se están llevando a cabo pruebas de forma altamente interesada por empresas y políticos ligados a ellas, según leemos.
Lamentablemente la agro-ecología campesina deja actualmente muchas lagunas, ya que debería apoyarse en un contexto de transición debidamente estudiada, tanto a pequeño, mediano y alto nivel para salvaguardar los derechos de los ganaderos y asegurar un control real del mercado, evitando la llegada de carnes de países de producción insana y por ello peligrosa.
Hay que denunciar la irresponsabilidad que supone que la política se incline de forma unilateral y sin que haya un debate democrático y profesional, gastando el dinero del contribuyente hacia la implantación de una especie de adoctrinamiento en nuestra alimentación. Esto es así cuando se pone en duda que carne, pescado, leche, paté, huevos, etc., proceden de animales sanos, algo que amenaza incluso nuestra magnífica ganadería, muy valorada por el consumidor. Antes de llevar a cabo este tipo de acciones se debería analizar y concretar el impacto económico social, medioambiental, cultural y de sanidad que suponen. Y también ser conscientes de que estas acciones garantizan grandes dividendos para distintos políticos en su tercera o cuarta fase, presuntamente laboral, pero que destruirán el medio de vida de miles de ganaderos.
¿Como se crea la carne de laboratorio?
Nos informan que para la fabricación de esta carne, se realiza una biopsia al animal en cuestión, que en principio no tiene que ser sacrificado. Es decir, se extrae una muestra de su tejido, normalmente de tipo muscular. La muestra obtenida, es tratada en un ambiente en el que se controla la temperatura, la humedad, el oxigeno, con el objetivo de configurar un entorno ambiente muy concreto y estrictamente controlado. Posteriormente se aportan una serie de nutrientes clasificados de manera que las células se reproducen de forma, insisten, natural. Según nos señalan, con una única biopsia se puede llegar a conseguir la carne (presunta carne) que se obtendría de hasta, al menos, 50 cerdos.
Uno de los puntos que crean cierta duda se basa en la incertidumbre del aporte de nutrientes, que actualmente se efectúa a base de suero. Para obtener este producto, a pesar de diversas informaciones, sí es necesario sacrificar animales pero los investigadores aseguran que en una cantidad inferior que en las explotaciones ganaderas tradicionales, dentro de producir las mismas cantidades de carne. Actualmente se ha conseguido un símil de carne con una textura similar, no igual a la carne natural. Por este motivo los productos que se comercializan en los países en los que está permitido este tipo de sucedáneo alimentario son hamburguesas, salchichas, mortadelas y similares.
Por el momento hemos expuesto la información que nos han trasmitido, agradeciendo a las personas e identidades que nos han pasado una serie de datos. Posteriormente se verá la evolución concreta de estas líneas de alimentación, tanto en positivo como en negativo.
Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA)
Nos siguen informando que la Agencia Europea de Seguridad Alimentaría (EFSA), que es el organismo encargado de investigar e informar sobre los alimentos que comemos, con el objetivo de que tengamos una alimentación sana y proteger a los consumidores, animales y al medio ambiente y, al mismo tiempo, vigilar las cadenas de producción, en este asunto se posiciona en una positiva disposición para analizar este tipo de productos y su posterior autorización para su comercialización presuntamente antes de finales del presente año.
Lo extraño es que a día de hoy no existe normativa aprobada para proceder a una regularización en su distribución para el consumo humano, manteniendo los controles de producción, envasado, transporte, conservación, manipulación y agregados complementarios, incluso tipo de bebidas para acompañarlos. Tampoco se sabe nada sobre efectos negativos, para personas delicadas, en tratamientos específicos, etc. Y sobre el estado de cautividad de los animales de los cuales se irán extrayendo los componentes necesarios para obtener este tipo, mal denominado “carne cultivada”, muy poco ha salido sobre su proceso real.
Carne de laboratorio obtenida de células madre
Su proceso es totalmente de forma química, obteniendo células madre y mezclándolas con vegetales, de manera que las proteínas derivan de la parte vegetal. Se califica como Agricultura Celular extensiva y, según escuchamos, es mucho más económica. En su desarrollo trata de desarrollar sabores conocidos y también otros nuevos, también de forma artificial, nos informan.
Se prevé su salida al mercado para 2030, todo ello controlado por unas pocas empresas multinacionales. Quizá está sea la finalidad por la que hay tantos políticos interesados.
Cuando hablamos tanto sobre la sostenibilidad del Mundo actual en radio, televisión y muchos otros medios, con el fin de proteger los bosques, plantaciones vegetales controladas, un reino animal también controlado, siempre con una vida humana mejor y más protegida, y todo ello se hace con subvenciones surgidas de nuestros impuestos, queda la duda de si con ello lo que se busca es la aparición de importantes cargos que acarreen grandes ingresos a personas puestas a dedo (presuntamente) y con una derivación política. No se trata de personas preparadas técnicamente o capacitados para desarrollar esos puestos, pero sí para hacer cumplir fines muy concretos.
Fuente: https://profesionalagro.com/