Los principales cucos a la hora de incluir cultivos de servicios (CS) invernales a las rotaciones son su consumo de agua y la penalización del rinde en el cultivo posterior. Estos miedos, fundados muchas veces en el desconocimiento, se desvanecen con manejo adecuado a cada zona, como el que pregonan productores y la Red de CS Aapresid-BASF. ¿Cuáles son las claves para aceitar el manejo de las vicias y centenos en la próxima campaña en el litoral y centro-oeste del país?
Litoral: implantación temprana y secado anticipado
El centro-norte santafesino es una zona privilegiada, por sus 1000 mm anuales y amplio período libre de heladas. Esto permite intensificar rotaciones apuntando al ‘siempre verde’ con 2 cultivos/año, ya sea de invierno/verano (ej. crucífera/soja, trigo/soja, trigo/maíz 2da o CS/maíz o soja 2da), o de primavera/verano (ej. girasol/maíz 3ra, girasol/soja 3ra), comentaron José Alonso y Navier Picco, socio y ATR de la Regional Aapresid Videla. Así y todo, en la región todavía hay un 40% de suelos descubiertos en invierno, lo que se agrava más en años secos como estos, señalaron.
Para cosechar el beneficio de los CS en campañas secas, ya sean de vicia o gramíneas puras o mezclas con crucíferas, la clave está en implantar temprano y secar anticipadamente. En general, recomiendan sembrar en la ventana que va desde los primeros días de marzo hasta abril, para lograr buen crecimiento vegetativo antes de que empiecen las heladas. Si no se llega a cosechar la soja o maíz antes de esa fecha, se deberá evaluar la siembra al voleo sobre estos cultivos en pie, para ganar tiempo. “Otra alternativa que está funcionando muy bien en la zona son las siembras tempranas -en febrero- de vicia sobre girasol”, comentó Picco.
Cuidar la siembra, calibrando máquinas y planificando la fertilización es otro aspecto que hace la diferencia en la implantación y el volumen de materia seca aérea y de raíces por m2. Los CS deben tener la misma calidad que los cultivos de cosecha en cuanto a control de malezas, objetivos de plantas logradas y fertilización, de esta manera logramos rápidos arranques y coberturas de suelos tempranas antes de las heladas.
Si el objetivo es ir a una soja de noviembre, se recomienda secar ni bien arrancan las lluvias de primavera, que en años normales suelen darse en torno a la primera semana de octubre. La terminación puede estirarse un poco más si la rotación siguiera a maíz tardío, aclaró Picco.
Hay que tener en cuenta que la liberación temprana del lote obligará a considerar el manejo de malezas con apoyo de herbicidas para mantenerlo limpio hasta la siembra gruesa.
Oeste: ajustando tuercas en centeno y vicia
En el oeste arenoso, subhúmedo o semiárido que abarca el centro-sur de Córdoba, norte de La Pampa y noroeste de Buenos Aires, la incorporación de CS hace más de una década marcó una gran diferencia productiva. Problemas de erosión y voladura de suelos quedaron atrás y hoy la gran mayoría de los campos están verdes el 80% del año, liderando la superficie agrícola con CS a nivel país.
“Con las elevadas temperaturas y vientos de hasta 50 km de esta época, es impensado un cultivo de renta en emergencia que pueda sobrevivir sin un CS que lo proteja”, explicaron los productores Guillermo Rivetti (Regional del Campillo Aapresid) y Guillermo Aguirre (Regional Río II Aapresid).
El centeno de servicios es la especie más difundida y que mejor se adapta a la región, siendo ideal para lomas arenosas expuestas a la erosión. Según los productores, es posible sembrarlo con sembradora en abril, posterior a una soja de primera, o adelantar la fecha a marzo, y volarlo sobre el maíz en pie en madurez fisiológica, con buena humedad en el suelo y con el otoño “declarado”.
Cuando se lo usa como antecesor al maíz se necesitan fertilizaciones de arranque con incorporación, con 25 o 30% de N extra para achicar la penalidad sobre el cultivo de renta. Así también, evaluar control de malezas en macollaje si fuera necesario.
La incorporación de vicia es más incipiente y compleja en la zona. Priorizan siembras antes de mediados de abril y el secado anticipado a fines de septiembre/principios de octubre para poder recuperar el perfil previo a la siembra de los maíces tardíos. “Son CS que rasguñan los 3500-4000 kg, pero que aportan grandes beneficios en el suelo, dejando 70 u 80 kg de N”. Eso sí, requieren de nutrición equilibrada y doble inoculación si no hay historial de vicia en el lote, para soportar mejor los embates climáticos.