Según el análisis semanal del Rosgan, además del aumento en la faena de vacas, se registra un mayor ingreso de esta categoría en los corrales de engorde y una mayor participación de terneras y vaquillonas.
La faena bovina en lo que va del año, impulsada por la salida de animales de los campos para reducir las cargas, creció 12%, pero con un dato que genera cada vez más preocupación: la faena de hembras.
Según el análisis del mercado ganadero de Rosario (Rosgan), el mayor ingreso de vacas a los feedlots y el aumento en la faena de vacas, terneras y vaquillonas, son indicadores a tener en cuenta.
Ya hace tres meses habían comenzado a encenderse las primeras luces de alerta, que con el paso de los meses fueron incrementándose: en su reporte semanal difundido este lunes, el Rosgan ratificó su preocupación y dejó en claro que estas luces ya están pasando de amarillas a rojas.
El Rosgan analizó que en mayo la faena de vacas acumuló 321.000 cabezas, un 3% más con respecto a las remisiones de abril y un 8% más en relación a mayo del año pasado.
Esta tendencia presenta varías aristas para analizar. En primer lugar, un dato que llamó la atención a la entidad rosarina es la elevada proporción de vacas que, a diferencia de otros años, han ingresado a corrales de engorde.
De acuerdo al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), al 1° de junio, la cantidad de vacas en stock reportadas por establecimientos de engorde a corral ascendía a 118.810 cabezas, un 41% superior al registro de hace un año.
“Este último indicador da cuenta de un piso de oferta que sin duda seguirá sosteniendo un nivel de faena importante para este tipo de hacienda por los próximos meses”, señalaron desde el Rosgan.
MAYOR PRESENCIA DE TERNERAS Y VAQUILLONAS
El otro aspecto que remarcó el Rosgan es que, más allá de la cantidad de vacas que se están enviando a los frigoríficos, en la faena comenzó a observarse una proporción elevada de hembras en general.
En el transcurso de 2022, alrededor de 1,5 millones de vaquillonas y terneras fueron remitidas a la industria. Esta cifra marcó un crecimiento interanual del 11% y medido sobre la faena total, la participación de las hembras se ubica por segundo mes consecutivo en torno al 50%.
Este incremento enciende algunas luces de alarma en el tablero ganadero. “No deja de alertar respecto de la potencial liquidación de vientres que ello generaría, en caso prolongarse estos niveles de extracción mas allá de los próximos dos meses donde naturalmente seguiremos viendo un importante descarte de vientres vacíos”, concluyeron.