La Red de Estaciones Meteorológicas ya cuenta con 107 equipos.

La Red de Estaciones Meteorológicas ya cuenta con 107 equipos.

SE INSTALÓ UNA NUEVA UNIDAD EN VILLA MARÍA DE RÍO SECO. LA RED CUBRE TODO EL TERRITORIO Y EL ACCESO A LOS DATOS ES LIBRE Y GRATUITO.

 

Con la puesta en funcionamiento de un nuevo equipo en Villa María de Río Seco, la Red de Estaciones Meteorológicas del Ministerio de Agricultura y Ganadería ya tiene 107 nodos instalados en todo el territorio provincial.

Esta iniciativa se despliega por toda la provincia de Córdoba con el objetivo de ofrecer información de utilidad para la toma de decisiones de los productores agropecuarios y también para toda la comunidad.

La información que brindan las estaciones se sube a un servidor en Internet, lo cual permite que los usuarios puedan acceder a los datos utilizando cualquier dispositivo que tenga conectividad, como un celular, una notebook, o PC de escritorio.

Una vez en el servidor, los datos son presentados en un exclusivo software que permite visualizar datos actuales, graficar, generar reportes o realizar cálculos que sirven para la elaboración de predicciones meteorológicas, estudios climáticos ajustados a las variables fenológicas de los cultivos para determinar la oportunidad de la aplicación terrestre o aérea de fitosanitarios, entre otros usos.

Datos que brindan

-Temperatura del aire, importante para calcular la velocidad de desarrollo de los cultivos e insectos.

-La humedad relativa, variable que permite pronosticar heladas junto con la temperatura. También es clave para el pronóstico de enfermedades y cultivos.

-Velocidad y dirección del viento, factores importantes por su efecto en la erosión del suelo y daños a los cultivos, como así también en la programación de aplicaciones de productos fitosanitarios.

-Precipitación pluvial, dato que se utiliza para estudiar el efecto en la producción de cultivos, predecir probables problemas de enfermedades y daños físicos en los cultivos, entre otros.

-Presión atmosférica, un indicador de los cambios de tiempo, como la intensidad y dirección de viento, proximidad de tormentas de lluvia y granizo, disminución brusca de temperatura o humedad, etc.

-Temperatura de suelo, importante dato agronómico.

-Alertas, a través de un sistema que emite avisos de heladas y viento para las pulverizaciones, entre otros aspectos.

El acceso a los datos es instantáneo, gratuito y sin clave. Se ingresa desde cualquier dispositivo a la página del ministerio (https://agricultura.cba.gov.ar), al botón “Red de Estaciones Meteorológicas” para acceder a cualquiera de los equipos desplegados en el mapa cordobés.

Estas 107 estaciones se suman a más de 120 equipos de otras dependencias y organismos estatales que trabajan en conjunto: la Administración Provincial de Recursos Hídricos (Aprhi), dependiente del Ministerio de Servicios Públicos; Empresa Provincial de Energía de Córdoba (Epec), y Defensa Civil.

 

Fuente: https://agricultura.cba.gov.ar/

Soja: Manejo Integrado para la campaña más desafiante

Soja: Manejo Integrado para la campaña más desafiante

Santiago Lorenzatti,  mencionó cómo atentan las adversidades bióticas contra el rendimiento del cultivo, y cuáles son las medidas de protección imprescindibles en un manejo integrado.

¿Cuáles son las plagas que más afectan a la soja?

La magnitud de los daños potenciales varía según el momento en los que las plagas aparecen, afectando distintos componente del rendimiento.

En la implantación,  las orugas cortadoras y el bicho bolita disminuyen el stand de plantas. En lotes con alta cobertura o en sectores más húmedos, puede causar tal daño que obliguen a resembrar.

En etapas iniciales, con alta presencia en esta campaña, está la isoca bolillera, que va cortando los diferentes brotes y cambiando la arquitectura de la planta.

Avanzando más, toman relevancia las plagas tradicionales como las orugas defoliadoras,  que atentan contra la maquinaria fotosintética, y el complejo de chinches, que afectan directamente al grano, restando rendimiento y calidad.

En este año particular, ganan importancia plagas que suelen aparecer en condiciones ambientales de  sequía y altas temperaturas como las arañuelas y los trips.

¿Y en cuánto a enfermedades?

Hay dos momentos claves que son los principales ejes. En primer lugar tenemos el complejo damping off,  que engloba no sólo patógenos, sino también condiciones ambientales y fisiológicas de la planta. Provoca daños al momento de la germinación e implantación, haciendo que muchas plántulas colapsen, disminuyendo el número de plantas.

Más tarde, al inicio de la fase reproductiva, el protagonismo lo toman las enfermedades de fin de ciclo. Este complejo atenta contra el rendimiento y la calidad.

¿Cómo protegemos al cultivo?

Según Lorenzatti, un sistema de producción diverso evita que se generen ambientes favorables para que una única especie actúe como maleza, plaga o enfermedad. La diversidad también se puede generar mediante la planificación de los factores culturales. Además de elegir distintas variedades con determinadas resistencias o tolerancias a una enfermedad o plaga, se pueden variar las fechas de siembra, densidad y distanciamiento entre hileras, para favorecer más al cultivo que a las adversidades bióticas y ubicar el período crítico de la soja en distintos momentos del verano.

La base del manejo integrado es el conocimiento del sistema, no sólo de la ecofisiología del cultivo, sino también de la biología de la plaga y  de las condiciones ambientales que influyen en esa relación. Por lo tanto, una herramienta fundamental para diagnosticar y tomar decisiones es el monitoreo.

El monitoreo de plagas, comienza recorriendo el lote antes de que esté el cultivo, ya sea que se trate de un barbecho o un cultivo de servicio. Hay que registrar las especies se observan,  para luego ver su evolución con el cultivo instalado. Mediante estaciones de muestreo, se utiliza el paño vertical para cuantificar isocas,  ver su distribución en el lote y el daño asociado. Así, las decisiones de intervención se toman en caso que se supere el umbral de daño económico.

En cuanto a enfermedades, hay que anticiparse a la aparición de signos o síntomas, ya que en ese momento es probable que el daño económico ya esté hecho. Si las condiciones ambientales son favorables para el patógeno, es probable que haya que hacer uso preventivo de funguicidas, como sucede en las enfermedades de fin de ciclo.

Esta campaña en particular,  con mucha menos disponibilidad hídrica, la situación es muy compleja. Los cultivos presentan una baja capacidad de resistir a enfermedades y plagas y a su vez aparecen las especies oportunistas que mejor se adaptan a esta situación, como trips y arañuelas. Pero mediante la diversificación se pueden cubrir diversos frentes y evitar mermas en rendimiento y calidad por parte de las adversidades abióticas.