Los modelos de la Serie 6.4 cubren la gama de potencia que va de los 130 a los 150 CV, combinando eficiencia, dimensiones compactas, ligereza, agilidad y confort con la calidad y la tecnología alemana.

Esta serie ofrece tres variantes de potencia (6130.4 – 6140.4 – 6150.4), que comparten un diseño contemporáneo, llamativo y compacto. Con potencias máximas de 136, 147 y 156 CV respectivamente, estas tres variantes pueden dotarse de dos tipos de transmisión: la innovadora RVshift, con su concepto Full-Powershift, y la transmisión variable continua TTV.

Las excelentes características tecnológicas de la Serie 6.4 hacen que sea la opción ideal para cualquier operador que necesite una máquina capaz de realizar diferentes tareas, desde la preparación del suelo y la henificación, hasta las labores agrícolas en general con cargador frontal o remolques mezcladores, pasando por el transporte por carretera a alta velocidad, las labores estacionarias con la TDF, el mantenimiento de carreteras y la retirada de nieve.

– Prestaciones: El motor FARMotion 45 de 4 cilindros combina una fiabilidad y eficiencia extraordinarias con unos costes de funcionamiento muy bajos.

Un motor con unas características excepcionales al que se suma el sistema de inyección Common Rail de alta presión con control electrónico.

El Common Rail no solo maximiza la entrega de par y potencia, permitiendo una curva de par plana, también optimiza la combustión del carburante, reduciendo tanto el consumo como el ruido.

El turbocompresor con geometría variable (VTG) y control electrónico garantiza una respuesta sin retardo a los cambios de carga, mientras que el ventilador viscoso de control electrónico reduce las pérdidas de potencia y el consumo de combustible.

Gran parte de la potencia y el par máximos disponibles están disponibles en una amplia gama de regímenes del motor, garantizando un rendimiento excelente en cualquier aplicación.

– Eficiencia: Los modelos de la serie Deutz-Fahr 6.4 se pueden equipar con dos tipos de transmisión diferentes. La primera opción es la transmisión RVshift -un concepto Full-Powershift de última generación, intuitivo y galardonado con el premio «EIMA Technical Innovation 2022»-, que permite cambiar entre cualquiera de las 20 velocidades marcha hacia delante y 16 marcha atrás sin interrumpir la entrega de potencia.

De serie, los modelos RVSHIFT pueden trabajar en un rango de velocidades que va desde los 1,5 km/h (en la primera marcha) hasta los 50 km/h (en la última marcha con el motor en régimen ECO). Y, si necesitas velocidades más bajas, puedes instalar la superreductora opcional que te permite controlar la velocidad sin interrupciones desde 20 m/h hasta 5 km/h.

Las relaciones de la transmisión Powershift se pueden gestionar de forma totalmente automática con la función APS; con esta opción, la centralita electrónica selecciona la relación más eficaz en función de la velocidad de avance, la fuerza de tracción y el régimen del motor.

La segunda opción es la transmisión de variación continua TTV, una solución muy funcional y con tecnología punta. En este caso, el operador solo tiene que seleccionar la velocidad objetivo con el joystick del MaxCom y pisar el pedal del acelerador para que el tractor alcance la velocidad programada.

Todas las versiones de la transmisión incluyen de serie el inversor electrohidráulico SenseClutch PowerShuttle con 5 niveles de respuesta seleccionables para realizar maniobras de inversión de la dirección seguras y fiables, incluso en pendientes pronunciadas y con carga. A estas características se suman las funciones Stop&Go (modelos RVshift) y PowerZero (modelos TTV), que facilitan notablemente el trabajo con el cargador frontal.

– Dimensiones compactas: Las dimensiones compactas y la relación peso-potencia optimizada de la Serie 6.4 hacen que estos tractores sean ideales para una gran variedad de aplicaciones en cualquier explotación. Con un ángulo de giro máximo de 50°, una corta distancia entre ejes y una excelente visibilidad, esta serie de tractores es ideal también para trabajar con un cargador frontal, además de desenvolverse a la perfección girando en las cabeceras, donde el espacio es reducido, o trabajando con remolques mezcladores en el establo.

– Agilidad: Estos tractores han sido concebidos para ser compactos, potentes y ligeros. Son tan versátiles que pueden desempeñar una gran variedad de tareas.

El sistema hidráulico Load Sensing puede suministrar hasta 120 l/min y alimentar hasta 5 distribuidores traseros para que estos potentes tractores también sean perfectos para las tareas cotidianas.

El elevador trasero, con una capacidad de elevación de hasta 9,17 toneladas, está preparado para cualquier implemento.

Otras características que maximizan la versatilidad de estos tractores son la función Auto TDF y la TDF sincronizada con eje independiente.

– Confort: Las cabinas MaxiVision están disponibles en tres versiones, con reducidísimos niveles de ruido y materiales de máxima calidad.

La cabina básica MaxiVision lleva 3 o 4 distribuidores traseros mecánicos y está disponible en combinación con la transmisión RVshift.

La cabina MaxiVision+ incorpora la configuración mixta con dos distribuidores traseros mecánicos y dos electrohidráulicos, y puede equiparse con las dos transmisiones.

En resumen, un equilibrio perfecto de comodidad y sencillez.

La cabina MaxiVisionPro está equipada con distribuidores completamente eléctricos y el iMonitor opcional de 12″ en el reposabrazos MaxCom, que ofrece funciones adicionales como ISOBUS y Guidance.

La cabina MaxiVisionPro solo está disponible con la transmisión TTV.

Todas las cabinas MaxiVision pueden equiparse con los nuevos retrovisores XLarge (un 65% más grandes), suspensión neumática, parabrisas abrible, varios soportes para teléfonos móviles y tabletas, una nevera extraíble, radio DAB+ y el sistema de sonido 4.1. Además de contar con las últimas soluciones SDF Smart Farming Solutions para la agricultura de precisión.

A partir de una salida anticipada de la hacienda por efectos de la seca, los feedlots elevaron sus niveles de encierre. En paralelo, se percibe una mejora en sus números de rentabilidad en los dos últimos meses, de acuerdo a un trabajo elaborado por Juan Manuel Garzón, de la Fundación Ieral. 

Como base, el análisis midió la cantidad de maíz que se puede comprar con la venta de un novillito,, una vez descontado el costo de la invernada. En enero de 2023, la ecuación arrojaba unos 1.443 kilos de maíz, un poder de compra que era un 40% menor al promedio de los últimos 13 años.

Por su parte, entre febrero y comienzos de abril, la venta de un novillito permitió comprar 2.165 kilos de maíz. Este volumen fue un 50% superior en comparación al primer mes del año.

“La situación mejoró considerablemente, pero debe advertirse que queda una brecha todavía del 10% respecto al poder de compra promedio del período 2010/2022, la brecha que era del 40% se redujo al 10%”, explicó Garzón. 

En este caso, consideró que la mejora se explica más por el cambio de precios relativos de categoría de animales, que por el mayor poder de compra de la hacienda en términos de maíz.  

 

SUBA EN EL PRECIO DE LA HACIENDA

Por su parte, con la suba de precios de hacienda de febrero y marzo y cierta estabilización en el precio del maíz, el poder de compra de la hacienda en términos del cereal mostró una mejoría. 

En enero, se compraban 7,4 kilos del cereal por cada kilo de novillito vendido, relación que pasó a ser de 9,3 en el mes de marzo, un 26% más. “Esta suba también ha contribuido a la mejora de la situación económica del engordador”, sostuvo. 

Más allá de este panorama, advirtió que el nivel actual de este indicador está todavía bastante por debajo de su media reciente, unos 12,3 kilos de promedio en el período 2010-2022.  “Y mucho más lejos aún de los que fuesen sus mejores años, 14,9 kilos en 2014 y 19,4 kilos en 2015”, agregó. 

Para que este efecto favorable se extienda, Garzón remarcó que será fundamental que los precios de la hacienda, en particular de sus categorías de mayor edad y kilaje, se mantengan firmes a futuro. “Para que esta condición se cumpla, es clave la evolución que muestre la demanda, tanto interna como externa”, sostuvo.

Y agregó: “Un riesgo macroeconómico muy latente con potencial de daño sobre la actividad del engorde y la ganadería en general es un salto en el tipo de cambio oficial, que incremente los costos de producción, en particular los de sanidad y alimentación”.