Los detalles de un estudio internacional que evaluó la cantidad de agroquímicos presentes en la salud humana

Los detalles de un estudio internacional que evaluó la cantidad de agroquímicos presentes en la salud humana

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), firmaron un plan de trabajo conjunto por dos años para acelerar los avances en igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe.

El acuerdo se centra en incidencia política y normativa de alto nivel para acelerar la reducción de la brecha de género en el acceso a los recursos productivos; y la cobertura rural de los servicios de cuidados, salud sexual y reproductiva y violencia basada en género.

Las mujeres rurales enfrentan múltiples obstáculos para tener independencia y estabilidad económica. En las crisis, las mujeres rurales se ven más afectadas por el escaso acceso a recursos, servicios e información; la pesada carga de tareas domésticas y de cuidados no remuneradas, así como normas sociales tradicionales discriminatorias.

A nivel mundial, las mujeres rurales representan un tercio de la población y el 43% de la mano de obra agrícola. Según la FAO, más del 20% del empleo agrícola en América Latina y el Caribe corresponde a mujeres.

En América Latina, las mujeres dedican el triple del tiempo al trabajo doméstico y los cuidados no remunerados en comparación al tiempo que le dedican los hombres. Además, existe una brecha importante entre las mujeres en áreas urbanas y rurales, pues estas últimas dedican de 3 a 10 horas más que las de zonas urbanas.

El plan de acción propuesto por estas tres agencias del Sistema de Naciones Unidas se estructura en torno a dos áreas: la incidencia política y normativa de alto nivel para la aceleración de la reducción de la brecha de género en el acceso a los recursos productivos (tierra, agua, pesca) para el logro de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2 (Hambre Cero) y el 5 (Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres).

La segunda prioridad impulsar la cobertura rural de los servicios de cuidados, salud sexual y reproductiva y violencia basada en género en la región y la producción de datos e información sobre las mujeres rurales en el marco de los sistemas agroalimentarios, incorporando datos sobre su autonomía física, económica y de toma de decisiones.

El trabajo conjunto será desarrollado con un enfoque interseccional, priorizando pueblos indígenas y afrodescendientes, factores etarios y de movilidad humana, así como la movilización de recursos necesaria para hacer factibles las acciones conjuntas en los territorios y comunidades.

“La colaboración entre la FAO, ONU Mujeres y UNFPA contribuirá a enfrentar desigualdades de género y la inseguridad alimentaria y nutricional, complementando acciones que apoyen los procesos de empoderamiento de las mujeres rurales de América Latina y el Caribe. Trabajaremos juntos para reducir las brechas de género en el acceso a recursos productivos, mejorar la autonomía económica y la resiliencia climática de las mujeres; y lograr sistemas agroalimentarios más sostenibles e inclusivos en toda la región”, señaló el subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin.

“Este plan de acción con FAO y UNFPA se alinea con la estrategia regional de ONU Mujeres, para lograr la autonomía económica y el acceso a sistemas de cuidados integrales para las mujeres rurales en América Latina y el Caribe. Para ONU Mujeres es muy importante que todos los esfuerzos de los gobiernos de la región por la reducción de la pobreza, la desigualdad y el hambre, así como políticas productivas, agroalimentarias y medioambientales incorporen la perspectiva de género y aborden las discriminaciones que enfrentan particularmente las mujeres rurales, indígenas, afrodescendientes y en situación de movilidad”, dijo Cecilia Alemany, Directora Regional Adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

“Garantizar las autonomías de las mujeres rurales es una tarea prioritaria e impostergable, y es una tarea que definitivamente, debemos hacer de manera conjunta. Esta firma de acuerdo contribuye y da sentido a acciones ya previas, es muy importante fortalecer a nivel regional este tipo de colaboración. Las situaciones y problemáticas con las cuales trabajamos son complejas, ya que reflejan múltiples dimensiones por lo tanto requieren de esfuerzos colectivos. Todos los sistemas alimentarios sostenibles tienen una profunda raigambre en el día a día de las familias y en especial de las mujeres en el sentido que temas como mortalidad materna ha tenido retrocesos en la región, volviendo a situaciones básicas donde las mujeres se mueren de parto o post parto, lo que tiene mucha relación con la situación nutricional de las mujeres”, argumentó Susana Sottoli, Directora Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe.

Plan para avanzar los derechos de las mujeres rurales

Plan para avanzar los derechos de las mujeres rurales

La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), ONU Mujeres y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), firmaron un plan de trabajo conjunto por dos años para acelerar los avances en igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres rurales en América Latina y el Caribe.

El acuerdo se centra en incidencia política y normativa de alto nivel para acelerar la reducción de la brecha de género en el acceso a los recursos productivos; y la cobertura rural de los servicios de cuidados, salud sexual y reproductiva y violencia basada en género.

Las mujeres rurales enfrentan múltiples obstáculos para tener independencia y estabilidad económica. En las crisis, las mujeres rurales se ven más afectadas por el escaso acceso a recursos, servicios e información; la pesada carga de tareas domésticas y de cuidados no remuneradas, así como normas sociales tradicionales discriminatorias.

A nivel mundial, las mujeres rurales representan un tercio de la población y el 43% de la mano de obra agrícola. Según la FAO, más del 20% del empleo agrícola en América Latina y el Caribe corresponde a mujeres.

En América Latina, las mujeres dedican el triple del tiempo al trabajo doméstico y los cuidados no remunerados en comparación al tiempo que le dedican los hombres. Además, existe una brecha importante entre las mujeres en áreas urbanas y rurales, pues estas últimas dedican de 3 a 10 horas más que las de zonas urbanas.

El plan de acción propuesto por estas tres agencias del Sistema de Naciones Unidas se estructura en torno a dos áreas: la incidencia política y normativa de alto nivel para la aceleración de la reducción de la brecha de género en el acceso a los recursos productivos (tierra, agua, pesca) para el logro de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe, en el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2 (Hambre Cero) y el 5 (Igualdad de género y empoderamiento de las mujeres).

La segunda prioridad impulsar la cobertura rural de los servicios de cuidados, salud sexual y reproductiva y violencia basada en género en la región y la producción de datos e información sobre las mujeres rurales en el marco de los sistemas agroalimentarios, incorporando datos sobre su autonomía física, económica y de toma de decisiones.

El trabajo conjunto será desarrollado con un enfoque interseccional, priorizando pueblos indígenas y afrodescendientes, factores etarios y de movilidad humana, así como la movilización de recursos necesaria para hacer factibles las acciones conjuntas en los territorios y comunidades.

“La colaboración entre la FAO, ONU Mujeres y UNFPA contribuirá a enfrentar desigualdades de género y la inseguridad alimentaria y nutricional, complementando acciones que apoyen los procesos de empoderamiento de las mujeres rurales de América Latina y el Caribe. Trabajaremos juntos para reducir las brechas de género en el acceso a recursos productivos, mejorar la autonomía económica y la resiliencia climática de las mujeres; y lograr sistemas agroalimentarios más sostenibles e inclusivos en toda la región”, señaló el subdirector general y representante regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Mario Lubetkin.

“Este plan de acción con FAO y UNFPA se alinea con la estrategia regional de ONU Mujeres, para lograr la autonomía económica y el acceso a sistemas de cuidados integrales para las mujeres rurales en América Latina y el Caribe. Para ONU Mujeres es muy importante que todos los esfuerzos de los gobiernos de la región por la reducción de la pobreza, la desigualdad y el hambre, así como políticas productivas, agroalimentarias y medioambientales incorporen la perspectiva de género y aborden las discriminaciones que enfrentan particularmente las mujeres rurales, indígenas, afrodescendientes y en situación de movilidad”, dijo Cecilia Alemany, Directora Regional Adjunta de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe.

“Garantizar las autonomías de las mujeres rurales es una tarea prioritaria e impostergable, y es una tarea que definitivamente, debemos hacer de manera conjunta. Esta firma de acuerdo contribuye y da sentido a acciones ya previas, es muy importante fortalecer a nivel regional este tipo de colaboración. Las situaciones y problemáticas con las cuales trabajamos son complejas, ya que reflejan múltiples dimensiones por lo tanto requieren de esfuerzos colectivos. Todos los sistemas alimentarios sostenibles tienen una profunda raigambre en el día a día de las familias y en especial de las mujeres en el sentido que temas como mortalidad materna ha tenido retrocesos en la región, volviendo a situaciones básicas donde las mujeres se mueren de parto o post parto, lo que tiene mucha relación con la situación nutricional de las mujeres”, argumentó Susana Sottoli, Directora Regional del UNFPA para América Latina y el Caribe. 

Hay indicadores que ya reflejan liquidación de hembras

Hay indicadores que ya reflejan liquidación de hembras

La seca sigue poniendo presión sobre la faena de hembras. Si bien estacionalmente el número tiende a ceder, los datos de septiembre aun muestran un elevado número de hembras trasladadas con destino a faena, algo que al sostenerse en el tiempo compromete directamente la capacidad de recuperación del stock futuro.

Aun sin poder poner un número cierto a la cantidad de terneros que se habrían perdido este año por fallas en las preñeces, claro está que la seca ha tenido su efecto y se conocerá una vez publicados las cifras de stock final al 31 de diciembre de este año. Sin embargo, más allá de este impacto ya descontado, preocupa la cantidad de hembras que se siguen sacrificando a causa de una seca que no termina de ceder y que, de prolongarse, podría comprometer una nueva temporada de procreo.

De acuerdo a los datos que surgen de los documentos de traslado (DTe), septiembre habría registrado nuevamente más del 49% de hembras en la faena, entre vacas, vaquillonas y terneras, un umbral que comienza a alertar tras seis meses de elevada participación. Si bien en años recientes como 2019 y 2020, hemos tenido picos de alta faena de hembras, estos han coincidido con los momentos pico de salida estacional (abril-mayo-junio) de vacas. Sin embargo, este año el alerta se levanta por la persistencia de estos indicadores aun por fuera de estos picos estacionales.

En este sentido, para encontrar momentos de fuerte extracción de hembras por períodos prolongados de tiempo debemos remitirnos precisamente a los años 2008-10, asociados a un marcado proceso de liquidación.

En lo que va del año, hemos sacrificado unos 5,28 millones de hembras, 740 mil más que lo registrado de enero a septiembre del año pasado. De ese total 2,35 millones son vacas, 435 mil más que el año pasado cuando la seca aún no había empezado a mostrar su peor efecto.

En términos relativos a los 23,1 millones de vacas registradas en stock a inicios del período, la faena actual representa algo más del 10% reflejando a la fecha otro dato alarmante. En el año 2008, habiendo iniciado el ciclo con 23,4 millones de vacas en stock, coincidentemente el 10% de ese stock fue enviado a faena en los primeros nueve meses del año. Como consecuencia de ese nivel de extracción, sumado a una mayor mortandad de animales y fundamentalmente al bajo nivel de reposición de hembras logrado en ese período, el stock de vacas se vio diezmado de una año a otro en 1,2 millones de cabezas.

En aquel entonces, esta menor cantidad de vientres en producción recibió a su vez el impacto de una prolongada sequía que siguió afectando los índices de procreo. Por lo que, al siguiente año, la cantidad de terneros logrados se vio reducida en 1,6 millones de cabezas, pasando de 13,1 millones contados a diciembre de 2008 a 11,5 millones, en diciembre de 2009.

De aquella gran seca de 2008-2010 tardamos al menos 3 años en comenzar a reconstruir el stock de vacas perdido, recuperación que se consigue recién una década mas tarde.

Sin dudas, el contexto de aquel entonces tampoco contribuía a una rápida recuperación. Las adversidades que debió enfrentar el sector en términos de políticas productivas y exportadoras lejos de alentar la reconstrucción, generaban fuertes desincentivos.

Afortunadamente, a diferencia de aquel entonces en el que transitábamos el pleno apogeo de un modelo político e ideológico que resultó sumamente adverso para el sector, el país se encuentra ante la posibilidad de nuevo cambio de ciclo. Mas allá de los diferentes matices que ofrece cada una de las principales opciones electorales que se enfrentaran a las urnas en las próximas semanas, todos parecen coincidir en la necesidad de descomprimir la presión que sufre el sector productivo atentos a la enorme potencialidad que ofrece una Argentina abierta al mundo.

Estas son las expectativas que en definitiva subyacen en este proceso de reconstrucción, marcando el verdadero cambio en el ciclo ganadero.

Informe del Mercado Ganadero de Rosario

La tecnología de precisión finalmente arroja luz sobre la producción de heno y forraje

La tecnología de precisión finalmente arroja luz sobre la producción de heno y forraje

La innovación en agricultura de precisión no estará determinada por la superficie cultivada o la producción porque la tecnología es hoy mucho más sofisticada y nuestras perspectivas futuras mutuamente ambiciosas no lo permitirán.

Los productores de lácteos han esperado bastante para que la agricultura de precisión se aclimate a sus operaciones únicas y variadas. Si bien la agricultura de precisión en cultivos en hileras ha disfrutado de un crecimiento excepcional en los últimos 20 años, ha tardado más en echar raíces en heno y forraje.

La ironía de este fenómeno es que la lechería es una industria tecnológicamente muy avanzada: es decir, la parte láctea de la lechería. Desarrollos para rastrear y monitorear la salud animal individual, el consumo de alimento y la producción de leche. Los lácteos estuvieron entre los primeros pioneros de la inseminación artificial y la transferencia de embriones. Y qué podría ser más innovador que el carrusel de ordeño giratorio: incluso para las vacas tiene sentido.

Y no hay que pasarlo por alto: la innovación en la producción de carne vacuna también ha sido significativa. Los nuevos potenciadores de la productividad mejoran el rendimiento con insumos reducidos. Los productores de ganado vacuno estuvieron entre los primeros en utilizar mezcladores de microingredientes automatizados, así como en aprovechar alimentos únicos.

Entonces, ¿cómo es que el forraje pasó a un segundo plano frente a los cultivos en hileras?
En términos prácticos, la tecnología temprana (piense en la orientación) parecía tener un ajuste más lógico y una mayor visibilidad en el ámbito muy uniforme y predecible de los cultivos en hileras. Literalmente en el escenario más grande de la agricultura, el GPS y la dirección automática lograron mantener la trayectoria de un tractor perfectamente recta dentro de un cuarto de pulgada en una fila de una milla de largo.

La multitud aplaudió. Naturalmente, este éxito requirió más tecnología y, antes de que usted se diera cuenta, teníamos sistemas de visualización avanzados, capacidades de seguimiento de equipos, siembra de precisión, fumigación dirigida y llenado automatizado de camiones; sin mencionar las aplicaciones para teléfonos inteligentes basadas en la nube que recopilan, analizan, almacenan y comparten datos de precisión. La lista sigue y sigue: en cultivos en hileras.

Para los productores de heno, forraje y ganado, la tecnología relevante tardó más en llegar. En verdad, gran parte de la tecnología aún no era capaz de manejar múltiples cosechas a lo largo del año, y mucho menos la coordinación requerida entre la producción de forraje, la cosecha y el manejo de alimentos lácteos.

Para los productores de leche, la calidad del forraje es más importante que la cantidad porque el contenido nutricional y la digestibilidad del forraje impactan directamente la salud animal y la producción de leche en el otro lado de su propia operación. En lo que respecta a los cultivos, el éxito se mide en fanegas y la relación entre la calidad de la cosecha y el usuario final es menos directa. Tecnológicamente, los lácteos eran la pieza clave en el rectángulo de cultivos en hileras, hasta ahora.

La tecnología de detección, también conocida como detección de constituyentes, tecnología de análisis de cultivos o, más específicamente, espectroscopia de reflectancia en el infrarrojo cercano (NIRS), es la rara excepción al primer lanzamiento de la tecnología de agricultura de precisión en cultivos comerciales; en realidad, comenzó en el sector forraje, donde la detección de humedad podía no será más relevante, tal como lo es en grano.

La detección de constituyentes también marca el camino en la gestión del ciclo de nutrientes. La detección de forraje y estiércol proporciona datos nutricionales críticos para ayudar a los productores a gestionar el alimento, manipular el estiércol y optimizar la producción de forraje con mayor precisión. La calidad del ensilaje cosechado afecta la calidad del alimento, la salud animal y la producción de leche. Lo que se siembra de recoge.

La tecnología de empacado actual no podría haber llegado antes. Ahora podemos recopilar, medir y documentar datos de peso y humedad de los fardos casi en tiempo real. Un operador puede ver los datos en la cabina y tomar decisiones informadas para seguir empacando, detenerse por el día o agregar un conservante. Al mismo tiempo, los datos se almacenan en la nube para el análisis poscosecha, lo que ayuda a los agricultores a tomar decisiones informadas sobre la gestión de nutrientes, el valor de mercado y más.

Además de entregar pacas consistentes y de alta calidad, la última automatización de empacado también reduce los errores y la fatiga del operador al eliminar tareas repetitivas, abrir y cerrar las puertas automáticamente en el momento adecuado y ayudar a los agricultores a obtener la mayor cantidad de pacas lo más rápido posible.

De cara al futuro, los productores de lácteos y carne de vacuno tienen mucho que esperar. A medida que la tecnología de precisión sigue superando los límites de lo posible, también se vuelve más accesible, asequible y adaptada adecuadamente a las operaciones de lácteos y carne.

Dicho esto, alimentar a nuestra creciente población requerirá considerable ambición y determinación. Considere lo siguiente: antes de 2030, veremos millones de hectáreas más dedicados a la agricultura de precisión, incluidos campos más sostenibles. Se habilitará la conectividad para más equipos agrícolas pequeños. No es descabellado imaginar más de un millón de máquinas conectadas en los próximos años.

Además, la conectividad y el intercambio de datos no estarán limitados por la marca. Busque un aumento significativo en la maquinaria eléctrica e híbrida-eléctrica. Un tractor totalmente autónomo propulsado por baterías está a la vuelta de la esquina. Lo que ya estamos viendo en la industria automotriz se replicará en nuestros campos agrícolas. Para la sostenibilidad es fundamental contar con una solución de energía alternativa con bajas o nulas emisiones de carbono.

A partir de ahora, los resultados sostenibles dependerán de la reducción de nuestra huella ambiental mediante un mejor uso del nitrógeno, una mayor eficiencia en la protección de cultivos y una reducción de las emisiones de CO 2 , tanto aguas arriba como aguas abajo, con una menor intensidad de desechos y un menor consumo de agua dulce en áreas con problemas de agua. Prácticamente todo el contenido del producto debe ser reciclable y estar fabricado cada vez más con materiales sostenibles.

Como en el pasado, la necesidad de eficiencia y productividad impulsará la innovación. A diferencia del pasado, la innovación en agricultura de precisión no estará determinada por la superficie cultivada o la producción porque la tecnología es hoy mucho más sofisticada y nuestras perspectivas futuras mutuamente ambiciosas no lo permitirán. La conectividad, la automatización y la autonomía nos pertenecen a todos. Los datos relevantes pueden ser compartidos por todos los que los necesiten. La agricultura de precisión finalmente se adapta al mundo holístico de los lácteos.

Tractores: el primer tractor cross-farming

Tractores: el primer tractor cross-farming

Los modelos de la Serie 6.4 cubren la gama de potencia que va de los 130 a los 150 CV, combinando eficiencia, dimensiones compactas, ligereza, agilidad y confort con la calidad y la tecnología alemana.

Esta serie ofrece tres variantes de potencia (6130.4 – 6140.4 – 6150.4), que comparten un diseño contemporáneo, llamativo y compacto. Con potencias máximas de 136, 147 y 156 CV respectivamente, estas tres variantes pueden dotarse de dos tipos de transmisión: la innovadora RVshift, con su concepto Full-Powershift, y la transmisión variable continua TTV.

Las excelentes características tecnológicas de la Serie 6.4 hacen que sea la opción ideal para cualquier operador que necesite una máquina capaz de realizar diferentes tareas, desde la preparación del suelo y la henificación, hasta las labores agrícolas en general con cargador frontal o remolques mezcladores, pasando por el transporte por carretera a alta velocidad, las labores estacionarias con la TDF, el mantenimiento de carreteras y la retirada de nieve.

– Prestaciones: El motor FARMotion 45 de 4 cilindros combina una fiabilidad y eficiencia extraordinarias con unos costes de funcionamiento muy bajos.

Un motor con unas características excepcionales al que se suma el sistema de inyección Common Rail de alta presión con control electrónico.

El Common Rail no solo maximiza la entrega de par y potencia, permitiendo una curva de par plana, también optimiza la combustión del carburante, reduciendo tanto el consumo como el ruido.

El turbocompresor con geometría variable (VTG) y control electrónico garantiza una respuesta sin retardo a los cambios de carga, mientras que el ventilador viscoso de control electrónico reduce las pérdidas de potencia y el consumo de combustible.

Gran parte de la potencia y el par máximos disponibles están disponibles en una amplia gama de regímenes del motor, garantizando un rendimiento excelente en cualquier aplicación.

– Eficiencia: Los modelos de la serie Deutz-Fahr 6.4 se pueden equipar con dos tipos de transmisión diferentes. La primera opción es la transmisión RVshift -un concepto Full-Powershift de última generación, intuitivo y galardonado con el premio «EIMA Technical Innovation 2022»-, que permite cambiar entre cualquiera de las 20 velocidades marcha hacia delante y 16 marcha atrás sin interrumpir la entrega de potencia.

De serie, los modelos RVSHIFT pueden trabajar en un rango de velocidades que va desde los 1,5 km/h (en la primera marcha) hasta los 50 km/h (en la última marcha con el motor en régimen ECO). Y, si necesitas velocidades más bajas, puedes instalar la superreductora opcional que te permite controlar la velocidad sin interrupciones desde 20 m/h hasta 5 km/h.

Las relaciones de la transmisión Powershift se pueden gestionar de forma totalmente automática con la función APS; con esta opción, la centralita electrónica selecciona la relación más eficaz en función de la velocidad de avance, la fuerza de tracción y el régimen del motor.

La segunda opción es la transmisión de variación continua TTV, una solución muy funcional y con tecnología punta. En este caso, el operador solo tiene que seleccionar la velocidad objetivo con el joystick del MaxCom y pisar el pedal del acelerador para que el tractor alcance la velocidad programada.

Todas las versiones de la transmisión incluyen de serie el inversor electrohidráulico SenseClutch PowerShuttle con 5 niveles de respuesta seleccionables para realizar maniobras de inversión de la dirección seguras y fiables, incluso en pendientes pronunciadas y con carga. A estas características se suman las funciones Stop&Go (modelos RVshift) y PowerZero (modelos TTV), que facilitan notablemente el trabajo con el cargador frontal.

– Dimensiones compactas: Las dimensiones compactas y la relación peso-potencia optimizada de la Serie 6.4 hacen que estos tractores sean ideales para una gran variedad de aplicaciones en cualquier explotación. Con un ángulo de giro máximo de 50°, una corta distancia entre ejes y una excelente visibilidad, esta serie de tractores es ideal también para trabajar con un cargador frontal, además de desenvolverse a la perfección girando en las cabeceras, donde el espacio es reducido, o trabajando con remolques mezcladores en el establo.

– Agilidad: Estos tractores han sido concebidos para ser compactos, potentes y ligeros. Son tan versátiles que pueden desempeñar una gran variedad de tareas.

El sistema hidráulico Load Sensing puede suministrar hasta 120 l/min y alimentar hasta 5 distribuidores traseros para que estos potentes tractores también sean perfectos para las tareas cotidianas.

El elevador trasero, con una capacidad de elevación de hasta 9,17 toneladas, está preparado para cualquier implemento.

Otras características que maximizan la versatilidad de estos tractores son la función Auto TDF y la TDF sincronizada con eje independiente.

– Confort: Las cabinas MaxiVision están disponibles en tres versiones, con reducidísimos niveles de ruido y materiales de máxima calidad.

La cabina básica MaxiVision lleva 3 o 4 distribuidores traseros mecánicos y está disponible en combinación con la transmisión RVshift.

La cabina MaxiVision+ incorpora la configuración mixta con dos distribuidores traseros mecánicos y dos electrohidráulicos, y puede equiparse con las dos transmisiones.

En resumen, un equilibrio perfecto de comodidad y sencillez.

La cabina MaxiVisionPro está equipada con distribuidores completamente eléctricos y el iMonitor opcional de 12″ en el reposabrazos MaxCom, que ofrece funciones adicionales como ISOBUS y Guidance.

La cabina MaxiVisionPro solo está disponible con la transmisión TTV.

Todas las cabinas MaxiVision pueden equiparse con los nuevos retrovisores XLarge (un 65% más grandes), suspensión neumática, parabrisas abrible, varios soportes para teléfonos móviles y tabletas, una nevera extraíble, radio DAB+ y el sistema de sonido 4.1. Además de contar con las últimas soluciones SDF Smart Farming Solutions para la agricultura de precisión.