Brasil volvió a dar que hablar esta semana, pero con una de cal y otra de arena. Por un lado, la caída de producción de soja ocasionada por inundaciones en el sur fue de 2,7 mill.tt. contra 7 mill.tt. que se temía en el peor momento. Por el otro, una media del ejecutivo para mejorar la recaudación, genera un sobrecosto estimado en 5% para los exportadores, que tendrían que trasladar a los productores. Los negocios desde Brasil se paralizaron y el jueves, esto generó una suba en Chicago.
Por el lado del trigo, las lluvias llegaron a Rusia y podrían estar poniendo un piso productivo. También inició la trilla en EEUU y por lo tanto, en otros países que están a la misma latitud, veríamos presión de cosecha en breve. Al pico de oferta esperado, se sumó la decisión de Turquía de suspender importaciones de trigo para mantener altos los precios internos. Ese país es el principal comprador de trigo ruso. Los valores del trigo cayeron fuertemente de la mano de esto.
Además, localmente se reactiva la trilla de maíz, ya con la soja acabando. Esto genera aumento de camiones a puerto, en momentos donde la cola de buques a caer cae. Hay un mes de diferencia entre la llegada de la cosecha y los buques contratados para mover ese grano. Pero el mercado se mantuvo activo, con compradores que tendrían más Declaraciones Juradas de Venta al Exterior que mercadería comprada a precio. Si bien las ventas a precio de soja cerraron mayo con una demora de sólo 7 puntos conta el histórico, en maíz se aumentó la distancia a 12 puntos.
Brasil sorprende con medidas impositivas
El jueves pasado anunció que los exportadores no podrán descontar más del pago de sus impuestos lo pagado en concepto de Programa de Integración Social (PIS) y Contribución de Financiamiento de la Seguridad Social (COFINS), con lo que se estima un impacto de 5% a la baja en el precio neto que recibirían los productores.
El Decreto de Lula, que afecta a 8 sectores de la economía brasileña, busca aumentar la recaudación impositiva, y entró automáticamente en vigencia, aunque el Congreso puede derogarlo.
Los negocios desde Brasil se frenaron por la incertidumbre. Los exportadores que venden FOB, descuentan los gastos internos y compran FAS fueron sorprendidos y no está claro como harán para recuperar los montos por mercadería que ya fue comprada internamente, contando con el sistema impositivo anterior.
Brasil exporta 100 mill.tt. de soja y casi 50 mill.tt. de maíz. Estamos en la temporada alta de embarques, por lo que el mundo cuanta con esos granos, y deberá al menos en el corto plazo, buscarlos desde otros orígenes.