En la apertura de su 7° Congreso Internacional, el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica, apoyó la desregulación de la economía, pero afirmó que los productores “ya no tienen espalda” para soportar la presión impositiva.
Según un trabajo elaborado por la Confederación Intercooperativa Agropecuaria (Coninagro), las cooperativas que la integran facturan U$S 14.000 millones al año, lo que significa el 1,7% del PBI, y vienen creciendo a un ritmo del 8,6% anual en los últimos seis años.
“Por eso necesitamos el apoyo del Gobierno con retenciones 0, baja de impuestos y desburocratización del Estado”, subrayó Elbio Laucirica, titular de Coninagro, durante la apertura del 7° Congreso Internacional de la entidad.
En un discurso en el que valoró el rumbo del Gobierno, sobre todo en lo que se refiere a la desregulación de la economía, Laucirica no pudo evitar referirse al gran tema que preocupa hace años a la ruralidad nacional.
“Hoy todo el arco político reconoce que las retenciones son un impuesto regresivo e injusto. Esperemos que la promesa de que desaparecerán sea así y cuanto antes, porque ya hay muchos productores que vienen muy afectados y no tienen espalda para aguantarlo. Con todo respeto lo decimos: ya no hay más tiempo”, subrayó Laucirica.
CONINAGRO Y EL DEBATE DE LAS RETENCIONES
Para el productor oriundo de Rauch (Buenos Aires), lo que no debería olvidarse es que “somos productores de alimentos” y por eso, “no queremos que nos vean solamente como una caja y fuente de dólares”, remarcó.
En este punto, recordó que solamente en la siembra “entierran” U$S 17.000 millones por año, sin contar lo que invierten también las economías regionales, muchas veces sin saber si van a tener rentabilidad con eso.
“Hace poco se dijo que se había esquilmado al campo y compartimos el concepto: sucedió con políticas que priorizaron los intereses particulares, con corrupción y con falta de control de la Justicia, que nos dejaron 40-50% de pobreza, en desmedro de mejor educación, salud, justicia”, agregó Laucirica.
En este marco, fue que mencionó a la alta carga fiscal como uno de los problemas que afecta a todos los argentinos, con un peso de los impuestos en el precio de los alimentos del 30%, cuando la producción primaria incide menos (entre 20 y 25%, dijo).
Al respecto, tras elogiar la rebaja del Impuesto PAIS, pidió “gestos e incentivos a la producción”, asegurando que “la respuesta de los productores y cooperativas serán inversiones que resultarán en más producción, agrandar la torta, y no pelearnos por quién se lleva la mayor tajada”.
De todos modos, al insistir con la alta carga fiscal, aclaró que el problema no son solo las retenciones, sino también “la suma de grávamenes nacionales, provinciales y municipales, la invención de impuestos por un tiempito que nunca se van, la no actualización de mínimos no imponibles en contribuciones patronales”, citó.
LAS OPORTUNIDADES DE ARGENTINA
Para Laucirica, en definitiva, “la cosa no pasa por pelearnos por un pedazo de la torta, sino por agrandarla, promoviendo una mayor producción y actividad económica, bien administrada”.
En tal sentido, afirmó que “es bueno reconocer avances en liberación y desregulación de la economía, búsqueda y apertura de mercados, y medidas importantes en una relación laboral más justa”, aspectos que permiten “bajar el costo argentino”.
Desde su punto de vista, no hay que dejar pasar la oportunidad que representa un mundo en crecimiento y que requiere de alimentos, lo que es muy alentador para la economía del país.
“El 50% de los alimentos que va a necesitar el mundo están en el Mercosur. Esto nos genera una oportunidad y una responsabilidad social grande. ¿Una vez más vamos a seguir perdiendo oportunidades? Las antinomias que nos han dividido y han impedido que el país tenga desarrollo inclusivo. Tenemos que lograr decir de una buena vez que derrotamos la pobreza, que es una vergüenza con los recursos que tiene nuestro país”, cerró.