La intención de siembra de soja alcanzaría 1,3 millones de hectáreas adicionales frente a la campaña pasada, lo que le permitiría posicionarse en torno a las 17,7 M ha. Se proyecta que la producción podría lograr hasta 53 millones de toneladas. En cuanto a la situación del trigo, desmejora por falta de lluvias y hay 30% en estado regular a malo.

 

La intención de siembra de soja 2024/25 subiría un 7,5% esta campaña según las proyecciones que viene realizando la Bolsa de Comercio de Rosario a nivel nacional. Se trataría de la segunda suba más importante de las últimas 17 campañas.

Con estas estimaciones, la BCR calcula que la siembra podría llegar a una suba interanual del 7.5% (1,3 Mill./tn) y alcanzar las 17,7 millones de hectáreas.

“Tras la campaña 2008/09, que es la 1ra campaña de nuestra serie, hay un salto del 10% con el ciclo siguiente, 2009/10, año en que la soja subió en casi 1,8 M de ha después de una gran sequía que todavía es recordada en el sector. Esta vez la suba también es histórica, merced a la amenaza que representa el achaparramiento del maíz, enfermedad desencadenada por la chicharrita”, explican desde la BCR.

Por lo tanto, de materializarse, esta intención de siembra correspondería a un tercer ciclo consecutivo de avance de la oleaginosa, tras caer en 8 campañas seguidas desde el ciclo 2014/15.

“Con estas proyecciones, de concretarse la siembra de 17,7 M ha, y sobre la base de un área no cosechable promedio y un rendimiento promedio de 30,5 qq/ha, la producción podría estar entre 52 y 53 Mt”, estimaron desde la Bolsa de Comercio de Rosario.

Tambalea la posibilidad de concretar 20,5 Mt de trigo 2024/25
Hace un mes se proyectaba un potencial de producción de trigo en torno a 20,5 millones de toneladas, partiendo de un área sembrada de 6,7 M de ha. Pero hay que tener en cuenta que en el mes de setiembre no ha habido lluvias importantes y ya hay un 30% del trigo en condiciones regulares a malas.

Estuvo la posibilidad de sumar algunos milímetros en la región centro en las últimas 24 horas, pero no sucedió. Solo una parte del SE bonaerense recibió entre 4 y 12 mm, con un máximo registrado en Coronel Suárez de 18 mm.

Desde la BCR señalan que a nivel país, para el mes de septiembre, la situación de humedad disponible es peor que la del año pasado y está muy lejos del escenario hídrico del 2021, el año del récord triguero.

Con 2 millones de hectáreas en condiciones regulares a malas, sobre un área sembrada total de 6,7 M ha, es muy difícil que no se observe un deterioro en los rindes futuros y, por lo tanto, afecte la proyección que, por ahora, está en 20,5 Mt.

La sequía vuelve a aparecer en el oeste y centro del país
Tras la recomposición que dejaron las lluvias de marzo, abril y los primeros días de mayo, prácticamente no ha llovido en el oeste y norte argentino. Particularmente afectada la provincia de Córdoba, se exhiben las lluvias acumuladas en lo que va del año. Las lluvias están en las medias, pero el problema es que el agua estuvo al principio del período, mientras que de junio a hoy, los acumulados están en torno a los 10 mm para la franja oeste.

El trigo cumple con sus etapas de macollaje, encañazón y espigazón con un déficit hídrico que se agrava en el norte y oeste del país. Los lotes de trigo de la provincia de Córdoba, Chaco, Santiago del Estero, centro y norte de Santa Fe y norte de la Pampa y una estrecha franja del oeste de Buenos Aires son los más afectados. De las 2 millones de ha bajo condiciones regulares a malas, se estima que la distribución está entre 480.000 ha de Santa Fe, 400.000 ha de Córdoba y 230.000 ha de Buenos Aires.

En el sur de Santa Fe, el trigo experimenta una notable mejoría, pero del norte de Rosario para arriba siguen muy preocupados por la falta de agua. El norte y este de la provincia de Buenos Aires siguen en carrera para buenos a muy buenos rindes. En el bastión triguero, el sudeste bonaerense, las amplias zonas productivas de Tandil y Tres Arroyos, hay posibilidades de alcanzar rindes muy buenos a excelentes. Para las zonas afectadas por la sequía y que aún están a tiempo de revertir la situación, el comportamiento de las lluvias de los próximos 30 días será determinante para evitar que las pérdidas se incrementen.