Manejo en maíz ante un “El Niño” que se demora
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La soja, uno de los pilares fundamentales de la economía nacional, fue objeto de un exhaustivo estudio llevado a cabo por el INTA junto con el apoyo de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja). El objetivo de este trabajo ha sido generar el primer mapa nacional de la calidad de soja, a partir de muestras obtenidas de productores, mediante la gestión con las agencias de extensión, cuyos datos de calidad han sido geoposicionada y extrapoladas con técnicas de geomática, según comunicó el INTA.
De acuerdo con Diego José Santos –especialista del INTA Paraná, Entre Ríos, y uno de los autores del estudio– hasta la fecha, no se había llevado a cabo una evaluación integral de la calidad de los granos de soja evaluados con muestras de productores genuinos en las diversas regiones productoras de la Argentina. “Esta información es esencial para el posicionamiento de la harina de soja en los mercados internacionales y el aumento del valor agregado del producto”, expresó.
El equipo de investigadores del INTA, en colaboración con agencias de extensión de ocho regiones del país, estableció una red de muestreo y análisis de granos de soja recolectados en campos de productores de todas las regiones sojeras. “Durante la primera etapa del estudio, se recolectaron muestras de soja junto con información detallada sobre las variedades utilizadas, las fechas de siembra, la dosis y el tipo de fertilizante utilizado y la ubicación geográfica de los lotes de producción”, señaló Juan Martín Enrico –especialista del INTA Oliveros, Santa Fe– y añadió que los resultados fueron caracterizados por un equipo multidisciplinario de expertos en diferentes áreas.
Las conclusiones más destacadas del estudio revelaron que el contenido promedio de proteínas en las 544 muestras analizadas fue del 36,6 % en base seca, mientras que el contenido promedio de aceite fue del 23 %. La región de Santa Fe centro lideró en contenido promedio de aceite con un 24,7 %, mientras que el NOA mostró los niveles más altos de proteína (38,0 %) y contenido de grasa y proteína combinados –Profat– (60,6 %).
El estudio también evaluó el perfil de aminoácidos de las proteínas de la soja, identificando diferencias significativas según la región de origen. “Los resultados mostraron que los aminoácidos clave para la nutrición animal y humana representaron el 14,36 % de las proteínas analizadas, mientras que los restantes aminoácidos no clave constituyeron el 85,64 %”, detalló el estudio, en el que también se destaca la importancia de la lisina, un aminoácido esencial, cuyos niveles variaron según la región. “La región de Santa Fe Centro presentó niveles altos de lisina a pesar de tener un contenido general de proteína relativamente bajo”, describe el informe.
De acuerdo con Fernando Gimenez –coordinador del Programa de Cereales y Oleaginosas del INTA– los resultados obtenidos en este estudio “se alinean con los estándares internacionales de calidad de la soja y sus derivados”.
Este estudio, que involucró una colaboración sólida entre el sector público y privado, resalta la importancia de una visión integral y colaborativa en la mejora continua del cultivo de la soja. En este sentido, Giménez subrayó la importancia de este tipo de iniciativas que fortalecen la cadena de valor y permiten el avance conjunto de la industria sojera argentina.
En una primera etapa, se recolectaron, durante el otoño de 2021, muestras de soja e información acerca de variedades, fecha de siembra, manejo de la fertilización y la georeferenciación del lote de producción y se definieron ocho zonas productivas. Juan Martín Enrico (INTA Oliveros, Santa Fe), Diego José Santos (INTA Paraná, Entre Ríos) y Bárbara Carpaneto (INTA Balcarce, Buenos Aires) caracterizaron, dentro de las distintas regiones productivas, el manejo del cultivo y los cultivares utilizados.
Por otro parte, Leticia Mir (INTA Marco Juárez, Córdoba), Cecilia Accoroni (INTA Oliveros) y Eugenia Chialvo (INTA Marcos Juárez), especialistas en calidad de alimentos, determinaron el contenido de proteína y aceite en las muestras de grano de soja y seleccionaron las muestras a las cuáles realizar la determinación de aminoácidos.
A la par, el laboratorio Greenlab realizó la determinación del perfil de aminoácidos en proteína. Con los datos obtenidos, María Belén Conde (INTA Marcos Juárez) y Luciana Magnano (INTA Oliveros) diseñaron y llevaron a cabo el análisis estadístico, obteniendo resultados alentadores. A su vez, Karina Zelaya (INTA Balcarce), mediante técnicas de interpolación geoestadística, obtuvo un mapa de las áreas con diferente calidad de grano de soja de la Argentina.
Por el Ing. Agr. Leopoldo Cid (*)
Hoy no existen productos biológicos para cubrir en su totalidad la enorme gama de adversidades que pueden sufrir los cultivos. Sin embargo, es una herramienta que crece rápidamente y cada año se logran nuevas alternativas en las áreas de nutrición vegetal y en el control de plagas.
El desarrollo y posterior uso de los productos biológicos requiere una aproximación diferente a la habitualmente hecha para los productos químicos. Los resultados de efectividad con los biológicos son, en general, más lentos y menos evidentes en el corto plazo. Un herbicida químico mostrará resultados en días o semanas. Mientras que, en el caso de los biológicos, debemos pensar a más largo plazo, evaluando rendimientos a lo largo del tiempo y en los diferentes cultivos de la rotación. Por ejemplo, ya muy conocido por el mercado, el efecto positivo que tiene la inoculación de Vicia villosa como cultivo de servicio, ya sea en una vicia sola o acompañada por gramíneas. El desarrollo más rápido de la vicia genera una mejora en la cobertura y, por lo tanto, reduce la emergencia y supervivencia de malezas, además de acumular nitrógeno en el suelo. Esto produce que en el cultivo siguiente que se vaya a sembrar se vean efectos muy positivos para este, lo cual es muy buscado por los productores.
Perfectamente complementarios
Los productos biológicos han demostrado ser un excelente complemento de los químicos en lo que se refiere a la nutrición vegetal. Ciertas bacterias del género Bacillus (B. amyloliquefaciens, B.subtilis, B. pumilis, o B. licheniformis) aplicados como tratamiento de semillas, se asocian con las raíces promoviendo el crecimiento de las plantas. Pero, además, y esto es lo importante, mejoran la incorporación a la planta de los nutrientes aportados por el fertilizante. Por este motivo resultan muy exitosas las combinaciones de fertilizantes químicos que contienen macro y micronutrientes (nitrógeno, fósforo, azufre, calcio, zinc, cobalto, molibdeno, boro) con bacterias de este tipo.
Otro ejemplo de sinergia o complementariedad entre químicos y biológicos, es la aplicación foliar de productos biológicos ricos en lignina, que contienen lignosulfonatos y polímeros de alta calidad, los cuales se “asocian” con los macro y micronutrientes. En este proceso se combina los nutrientes químicos con una moléculas orgánicas, facilitando la absorción por la planta.
Estamos entonces “biologizando” a los químicos, con lo cual mejoramos su efectividad, pero esta complementariedad o sinergia no se da solamente en el área de la nutrición.
En el control de hongos en trigo y soja se usa como tratamiento de semillas un hongo benéfico que es la Trichoderma harzianum. Combate a otros hongos que son patógenos de la semilla y de la plántula. Los resultados con Trichoderma usado solo son muy buenos y superiores a los de varios químicos usados con el mismo propósito. Sin embargo, en ciertos casos ante la presencia de determinados patógenos, la mezcla con algunos fungicidas químicos (metalaxyl-M o fludioxynil, por ejemplo) mejoran notablemente la efectividad.
Llegamos a la conclusión entonces, de que es muy limitado pensar en términos de químicos o biológicos como alternativas excluyentes. Más bien, la combinación de ambos abre un enorme abanico de posibilidades creativas que pueden servir, tanto para mejorar la calidad de los resultados como para reducir las dosis de los químicos. Además, en el mediano y largo plazo la ecuación económica resulta más favorable para las combinaciones entre ambos tipos de producto.
Eliminar la disyuntiva entre químicos y biológicos y concentrarse en las combinaciones más productivas entre ambos, abrirá el camino hacia mejoras que aún hoy no tenemos en el radar del desarrollo de productos. Es uno de los grandes desafíos para empresas, asesores y productores que buscan incrementar la eficiencia de sus sistemas productivos pensando en el impacto ambiental y en la salud de las personas.
Destacada como la principal leguminosa forrajera pastoreada de la Argentina, la alfalfa cumple un rol central en la alimentación de los rodeos durante la primavera, verano y el otoño. Sin embargo, por tratarse de una especie de alta digestibilidad y alto contenido de proteínas solubles, en pastoreos directos y, bajo ciertas condiciones predisponentes, presenta empaste.
Esta disfunción digestiva de los rumiantes se origina cuando los gases liberados por la fermentación microbiana de los alimentos en el rumen y quedan atrapados en minúsculas burbujas y no pueden ser eliminados por eructación. Con el objetivo de sumar al control de este problema, un equipo de investigación del INTA Manfredi, Córdoba, desarrolló una nueva variedad de alfalfa con tolerancia al empaste.
“Maltén PV INTA posee un 10,6 % menos de tasa inicial de desaparición ruminal que la población original, lo que le confiere una menor propensión a causar empaste espumoso, meteorismo o timpanismo, lo que contribuye a reducir la incidencia del principal problema que presenta la alfalfa cuando se utiliza en condiciones de pastoreo directo”, detalló Ariel Odorizzi, mejorador genético de alfalfa del INTA Manfredi, Córdoba, y uno de los obtentores del cultivar, junto con Valeria Arolfo.

Su uso está recomendado para la producción intensiva de leche y carne en todas las áreas alfalferas del país, en especial en aquellas donde el riesgo de empaste alcanza proporciones elevadas. “En condiciones de sistemas de pastoreo para la producción de carne, Maltén PV INTA fue capaz de disminuir el número de animales empastados respecto de la variedad testigo utilizada y entre los animales empastados, fue capaz de disminuir la intensidad del problema”, señaló Odorizzi.
En este sentido, “la nueva variedad puede, bajo diversas situaciones, hacer una contribución meritoria al control del empaste”, subrayó el investigador, al tiempo que aclaró: “Es fundamental tener en cuenta que esta variedad no elimina el problema y que debe usarse en un contexto donde se incluyan otras medidas de prevención: vigilancia frecuente, ausencia de ayunos prolongados, no pastorear en estados de desarrollo vegetativo temprano o con rebrotes tiernos tanto basales o de yemas de tallos y, eventualmente, el uso otras tecnologías específicas de control”.
Además, explicaron que “es una variedad de alfalfa sin reposo invernal, fenotípicamente y sanitariamente similar al cv ProINTA Carmina y se diferencia de ésta por una menor tasa inicial de desaparición ruminal”. A su vez, es fenotípicamente similar al cv Monarca SP INTA, aunque tiene resistencia al pulgón verde, a antracnosis y a pulgón moteado.
En referencia al proceso de obtención, Odorizzi especificó que una de las maneras de desarrollar variedades de alfalfa tolerantes al empaste es mediante la selección de plantas con menor tasa de desaparición ruminal inicial (DRI). Así, al promover una liberación progresiva de los contenidos celulares, se mantiene la concentración de agentes espumógenos en el rumen por debajo de los umbrales críticos para causar meteorismo.
MALTÉN PV INTA fue desarrollada a partir de 850 plantas individuales del cultivar ProINTA Carmina, mediante selección por menor desaparición ruminal inicial (DRI) in situ, empleando la técnica de la “bolsa de nylon modificada”. El objetivo del desarrollo fue producir una variedad sin reposo invernal con una menor propensión para causar empaste o timpanismo, seleccionando por menor DRI mediante tecnología “near infrared spectroscopy” (NIRS) pero conservando valores normales de degradabilidad final.
La nueva variedad tiene una tasa inicial de desaparición ruminal (mediante NIRS) 10,61 % menor respecto de la registrada en la población original, con valores promedio de desaparición inicial de 42,94 % y 48,22 %, respectivamente, lo que le confiere un menor potencial timpanizante. Estas determinaciones fueron realizadas en el INTA Pergamino, Buenos Aires, mediante tecnología NIRS.
Presenta porte erecto, coronas de tamaño intermedio, buena cantidad de tallos y regular foliosidad. El color de las flores de predominantemente púrpura oscuro, con presencia de flores púrpura claro y variegado.
El girasol es uno de los cultivos con mayor crecimiento en superficie estos últimos años. La Red de Girasol de Aapresid publicó su informe anual con información clave para optimizar su manejo.
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Deutz-Fahr seguirá ofreciendo un tractor de cadenas tradicional para aplicaciones en campo abierto, modelo 5115K, con orugas de acero, 116 CV de potencia máxima y dos tipos de transmisiones disponibles.
Deutz-Fahr anuncia que su gama seguirá ofreciendo un tractor de cadenas tradicional para aplicaciones en campo abierto. Con una potencia máxima de 116 CV a 2.000 rev/min, el exclusivo tren de orugas con 6 rodillos y 40+40 suelas de 450 mm de ancho (una superficie total de contacto con el suelo de 16.650 cm²) ofrece una capacidad de tracción muy superior a la de cualquier modelo sobre ruedas equiparable, al tiempo que limita la compactación del suelo y garantiza una estabilidad total, incluso en las condiciones más críticas del terreno.
El 5115K monta el motor FARMotion 45, específicamente desarrollado para la agricultura, que entrega una potencia máxima de 116 CV y un par máximo de 472 Nm a 1.400 rev/min. Sus prestaciones, combinadas con la robusta construcción del 5115K, como constata su masa máxima autorizada de 6.250 kg con lastres, permiten trabajar al tractor con eficacia. El FARMotion 45 también tiene unos costes de mantenimiento mínimos, con intervalos de cambio de aceite ampliados a 600 horas.

El nuevo 5115K está equipado de serie con transmisiones de 4 velocidades y 2 gamas totalmente sincronizadas, con sistema de lubricación forzada y un radiador de aceite de transmisión dedicado, que minimiza las pérdidas de potencia y garantiza una fluidez impecable en cualquier situación. Estas transmisiones están disponibles con divisor (OverDrive), para disponer de un total de 16+16 velocidades o superreductora, para disponer de un total de 12+12 velocidades. Esta última configuración permite una velocidad de avance de 430 m/h en la relación más baja y con el motor a máximo régimen.
Los embragues laterales de la dirección (accionados mediante nuevas palancas servoasistidas y situadas ergonómicamente en el salpicadero) y los frenos de disco en baño de aceite garantizan una respuesta inmediata y precisión de maniobra, además de una gran seguridad incluso en las condiciones más críticas. La TDF incluye de serie las velocidades de 540 rev/min y 540 ECO con acoplamiento progresivo del embrague con control electrónico, mientras que la combinación de velocidades 540+1000 rev/min es opcional.

Incorpora de serie bombas dobles que suministran un caudal de 75 L/min. La configuración básica del sistema hidráulico consta de 3 distribuidores de doble efecto, mientras que las configuraciones opcionales incluyen hasta 5 distribuidores con regulador de caudal y descarga libre. El elevador trasero tiene una capacidad máxima de 3.170 kg, medida en los extremos del brazo inferior.
Gracias al innovador diseño de los trenes de rodaje de 6 rodillos, la vibración generada por las bandas de rodadura de la oruga sobre el terreno es significativamente menor que con un tren de rodaje convencional de 5 rodillos. La plataforma de la zona del conductor es completamente plana y sin túnel central, aislada de las vibraciones de alta frecuencia generadas por el tren de potencia mediante casquillos elásticos especiales Silent-Block, que amortiguan mejor las vibraciones dinámicas, mientras que las vibraciones de baja frecuencia están amortiguadas por el asiento del operador, también disponible con suspensión neumática. El 5115K puede equiparse con 4 luces de trabajo LED opcionales, un toldo parasol y, bajo pedido, también con preinstalación de la cabina.