Después de 80 años preocupa el regreso del Carbón de la panoja del maíz.

Después de 80 años preocupa el regreso del Carbón de la panoja del maíz.

En las últimas dos campañas se detectaron rebrotes de esta enfermedad
que afecta el rendimiento del maíz. La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (Rem) habla con el especialista Roberto De Rossi para acercar recomendaciones
de manejo.
En maíz pueden generarse dos enfermedades denominadas comúnmente como carbón: el «carbón común del maíz», causado por Ustilago maydis, que se encuentra campaña tras campaña en todas las regiones de Argentina y el «carbón de la panoja del maíz», causado por Sporisorium reilianum f. sp. zeae.
 
Esta última es una patología había casi desaparecido de los sistemas de producción, pero luego de casi 80 años vuelve a preocupar a productores y especialistas.
 
En diálogo con La Red de Manejo de Plagas de Aapresid (REM), el Dr. Roberto De Rossi explicó que este patógeno se viene viendo en las últimas dos campañas principalmente en Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Santa Fe.
 
En la mayoría de los casos, la incidencia se situó desde el 0,5 al 7 %, y si bien este carbón parece no discriminar genotipos, antecesores o fechas de siembra , se registró un caso con el 60-70 % de plantas afectadas en un lote periurbano con manejo de labranza convencional y con tres años de monocultivo de maíz.
 
Los primeros registros de este patógeno en nuestro país, fueron realizados entre 1935 y 1941, y desde entonces no se volvieron a registrar hallazgos a campo de esta enfermedad.
 
Pero su reaparición pone en alerta al sector productivo, principalmente porque una planta de maíz afectada es una planta con pocas a nulas probabilidades de generar granos y, además, esta enfermedad puede, indirectamente, afectar el valor de los granos por estar sujeta a restricciones de importación por algunos países.
 
Es una enfermedad muy agresiva, que entra por semilla en periodos de implantación, y recién se visualiza abruptamente durante la floración del cultivo, afectando directamente el rendimiento. «Es por esto que resulta de vital importancia diferenciar este carbón de la panoja del carbón común», advierte De Rossi.
 
La enfermedad es causada por el hongo Sporisorium reilianum y se llama «carbón de la panoja» por generar una sintomatología que implica cambios notorios en la panoja del maíz, aunque los mismos también pueden desarrollarse en la espiga.
 
Es considerado un hongo de suelo porque las teliosporas, principal fuente de inóculo, sobreviven hasta cinco años en él. El ciclo de la enfermedad inicia cuando las teliosporas presentes en espigas y panojas son diseminadas por el viento y la lluvia, para finalmente depositarse en el suelo. Luego, estas infectan al maíz durante la emergencia. El micelio infectivo penetra las raíces y crece con el meristema, terminando por invadir los tejidos florales cuando todavía no se han diferenciado. Durante la floracion, las inflorescencias de la panoja y espiga del maiz son reemplazadas total o parcialmente por cuerpos negros llenos de esporas (soros), lo que da el nombre a la enfermedad. Las teliosporas pueden estar presentes en las semillas, diseminando e introduciendo la enfermedad en nuevas áreas.
 
Así, si bien la infección se da durante la germinación, los síntomas son visibles recién en la floración. Las plantas infectadas pueden presentar filodia (transformación de órganos florales a vegetativos), multifloración y disminución de tamaño.
Los factores ambientales que favorecen la infección incluyen suelo seco (humedad de 15 a 25 % peso/peso) con temperaturas de 23 a 30 °C.
 
Diferenciación entre el carbón común y el de la panoja
 

 
 
Carbón común
(Ustilago maydis)
 
 
Agente de transporte:
Teliosporas transportados por el viento.
 
Infección:
Local, micelio no sistémico.
Otras características:
Ausencia de grupos de masa de esporas. Agallas en forma de tumor, en cualquier parte de la planta.
 
Carbón de la panoja
(Sporisorium reilianum)
 
 
Agente de transporte:
Teliosporas en el suelo.
 
Infección:
Plántulas, micelio sistémico.
 
Otras características:
Haces vasculares del hospedante presentes en los soros, con formaciones filamentosas,frecuentemente produce filodia en las partes florales.
 

 
Manejo
El uso de materiales resistentes o de mejor comportamiento frente a esta enfermedad sería la estrategia más conveniente. Lamentablemente, esta no es una herramienta disponible por el momento. Respecto del perfil sanitario de híbridos, De Rossi comentó que se están realizando ensayos para evaluar el comportamiento de diferentes materiales en diferentes fechas de siembra, y agregó, «partimos de la hipótesis de que todos los materiales son susceptibles ya que no han tenido procesos de selección específicos para este patógeno».
 
Debido a que el inóculo se encuentra en el suelo y se puede incrementar año a año, las estrategias de manejo son principalmente preventivas y se enfocan en evitar la dispersión de la enfermedad y la infección durante el desarrollo de la plántula.
 
  • Monitoreo de los lotes, buscando síntomas característicos para diferenciar entre los dos carbones.
  • Localizar plantas afectadas, extraerlas evitando dispersar teliosporas y quemarlas para eliminar el inóculo.
  • En lotes con presencia de la enfermedad, limpiar y desinfectar la cosechadora, tanto al ingreso como a la salida.
  • Realizar rotación de cultivos, no sembrar maíz en lotes afectados al menos por dos a cinco años, para evitar nuevas infecciones.
  • Aplicación de fertilizantes nitrogenados
  • Tratamiento de semilla con fungicidas eficientes para el control de S. reilianum. Se están evaluando ingredientes activos para incorporar a esta enfermedad a los registros ya establecidos.
  • En caso de dudas, solicitar asesoramiento con especialistas.
Mas allá de “algunos detalles”, la ganadería goza de buena salud.

Mas allá de “algunos detalles”, la ganadería goza de buena salud.

Si analizamos la evolución de los forrajes en los últimos tiempos, realmente podemos afirmar que la actividad, esta demostrando la madurez que se merece a la hora de sumar valor a la actividad ganadera.

De acuerdo a la última información brindada por el INTA Manfredi, Argentina tiene hoy una superficie de Alfalfa de 3,4 millones de has con 870.000 destinadas a henificación y no solo se crece en cantidad sino también en calidad.

Las variedades resistentes a herbicidas que además presenta disminución en el contenido de lignina quiebran un paradigma productivo, además podemos decir que ya existen líneas de trabajo para contar con variedades con menor efecto de empaste, lo que también obliga al sector a replantear los modelos y barreras productivas.

Y las señales del sector son mucho más que buenas, porque los productores demuestran una vez mas responsabilidad productiva. Muestra de ello, por ejemplo, es la reciente creación del Clúster de Alfalfa en la provincia de Córdoba.

Otra excelente muestra de proactividad en el sector, es la incorporación de lotes de Alfalfa en zonas como Formosa, que están entrando a su tercer año productivo, con muy buenos resultados, tanto en pastoreo, como en producción de mega fardos y silaje. Todo esto impensado años atrás, hoy genera un círculo virtuoso, para potenciar zonas que llamamos “marginales” pero que muestran un “margen de crecimiento” que hasta no hace mucho considerábamos difícil de lograr.

En ese mismo campo, este otoño se están sembrando lotes con altas densidades y guiados por pilotos automáticos a los fines de disminuir la distancia entre hileras con el objetivo de determinar qué modelo de siembra será el mas rentable para aplicarlo en los años venideros.

Pero no todo es alfalfa en la ganadería, el maíz está aportando lo suyo. El trabajo en la mejora de variedades, ya nos ofrecen materiales de alta producción de Materia Seca / ha pero con excelente relación grano planta, ofreciendo mucho volumen de un material altamente energético en zonas con regímenes de lluvia bastante modestos.

Todo esto, esta acompañado por la industria del forraje conservado y podemos seguir afirmando que Argentina se encuentra en un claro camino hacia la incorporación de tecnología para la conservación de forrajes, buscando incrementar la eficiencia y ajustar el costo directo más importante como lo es la alimentación en los sistemas de producción de carne y/o Leche.

A pesar de ser un mercado con una oferta limitada en muchos productos de origen extranjero, principalmente afectado en segadoras de gran capacidad y rotoenfardadoras, el mercado comercializó muy buenos volúmenes de unidades en cada segmento, superando a las cifras del 2020 que ya eran buenas, indicando que más allá de la necesidad de algunos productores de poner el beneficio del negocio en capital de trabajo, se sigue afirmando la tendencia de incrementar los niveles de “reservas” en una ganadería que no se ´puede permitir un solo día sin el mayor potencial productivo para defender su eficiencia y rentabilidad.

Fuente: Espacio Forrajero, Ings Agrs Pablo Cattani, Federico Sanchez

 

Evolución de venta de equipos de forrajes en la última década

 

Analizando rubro por rubro, la primera luz verde la encienden las 291 segadoras con acondicionador comercializadas, el cual posiciona al 2021 como el año de mayor venta de la última década, y con un crecimiento interanual del 5% respecto al 2020. Estos datos acompañados de la marcada baja en ventas que continúan sufriendo las hélices corta-hileradoras en el último periodo.

Las segadoras más vendidas son las máquinas de arrastre, de las cuales se vendieron 182 unidades, con preferencia hacia modelos de tiro central, acondicionador de rodillos ya sea de goma o acero, cambio rápido de cuchillas y anchos de entre 3,5 y 4 metros, recordando que los productos que integran este grupo sufrieron una oferta limitada, de lo contrario se hubiese esperado un crecimiento aún mayor.

Dentro del rubro segadora, donde se continúan visibilizando un fuerte incremento de la producción de forraje y sobre todo en economías más regionales, es en el de las segadoras de tres puntos que se utilizan en esos segmentos productivos y que en el último año creció un 53% respecto al período anterior, demostrando que el negocio de forrajes no deja de explorar nuevas zonas productivos y se ofrece como una solución de trabajo a la hora de explorar nuevas alternativas en las explotaciones y regiones de menor escala.

En cuanto a segadoras de alta capacidad, las 12 segadoras autopropulsadas comercializadas (5 menos que en 2020) se justifican por las limitantes a la importación de estas máquinas, pero su volumen se mantiene cercano a su promedio histórico.

8 unidades se comercializaron de las segadoras triples-segadoras montadas en tractores de 250 hp, un equipo que viene creciendo en forma sostenida. 

Pruebas de campo avizoran un gran futuro para estos equipos conformados por un tractor que lleva una segadora 3 puntos en la parte frontal y dos en la parte trasera, y que comparadas con una segadora autopropulsada incrementan el ancho de trabajo de 4,88 m a 8,30 m , duplican la capacidad de corte por hora de 8 a 16 ha, disminuyen en casi 1 litro el consumo horario de gasoil sumado a las ventaja de tener poder utilizar el tractor para otras actividades como siembra o acarreo de tolvas en cosecha.  La limitante aparece en la baja disponibilidad de tractores de esta potencia con TDP y tres puntos delantero.

Un cambio más que positivo mirando la calidad global del forraje que se produce en nuestro país, lo genera el rubro de rastrillos en donde sigue creciendo la participación de los modelos o sistemas de trabajo, llamados “giroscópicos” que, si bien tienen un costo de adquisición sensiblemente superior a los demás sistemas de trabajo, la eficiencia y calidad de trabajo están más que demostradas y quizás esa sea la razón por la que alcanzaron un volumen de 20 unidades, suponiendo que en la medida que haya oferta de este tipo de equipos, la demanda seguirá sostenida.

También es importante mencionar que ya se comercializó la primera unidad de agrupador de hileras de producción nacional, lo que marca un punto de referencia de hasta donde llega el compromiso por la cosecha de forrajes de calidad

Mención aparte merecen las Rotoenfardadoras, las cuales a pesar de sufrir un importante limitante en cuanto a la oferta de producto, se convirtieron en la maquina forrajera de mayor volumen de comercialización.

A pesar de todas las limitantes, el volumen comercializado fue también el más alto de la década, alcanzando 586 unidades, de las cuales con un 74% de unidades de origen nacional y  57% a máquinas de 1,20 m de ancho de cámara respecto a las de 1,56 m. Se consolida el atado a red, el cual ya es ofrecido prácticamente en todos los modelos del mercado, el sistema procesador de fibra y las cámaras con sistema de presión variable.

En referencia a las Megaenfardadoras, destinadas casi en un 98% para producir heno con destino a venta, ya sea interna o para exportar, las ventas cayeron un 23% respecto al 2020. 

Es un mercado que también está muy afectado por la oferta de producto pero que, con un parque activo de 230 máquinas, que vuelcan más de 1 millón de toneladas de heno en formato de megafardos solo se visualizan compras para renovación de equipos de empresas que ya están instaladas en el negocio. 

Se puede decir que, con el contexto actual, donde solo se logra exportar entre 30 mil y 60 mil toneladas anuales de heno, el de las megaenfardadoras es un mercado saturado donde surgen pocos clientes nuevos, y donde las ventas se limitan a usuarios que necesitan renovar un equipo. El futuro, será bueno si se logra incrementar paulatinamente los volúmenes de exportación, seguramente asociado a la producción de megafardos en zonas climáticamente más favorables para lograr en forma estable grandes volúmenes de alfalfa de calidad.

En lo que respecta al mercado de picadoras autopropulsadas, el mercado esta demandante de estos equipos. Este rubro viene con un atraso importante con baja comercialización de equipos en los años 2019 y 2020, y en una situación de mayor ingreso de picadoras (100% importadas origen Europeo), el volumen debería superar las 50 unidades vendidas en el 2021.

La campaña de gruesa que está terminando es buena a muy buena. A pesar de la sequía que afecto a los maíces tempranos picados en enero y a las heladas tempranas que ocurrieron a fines de marzo,  se picó la superficie planificada e incluso un poco más, con rendimientos medianamente buenos.

El hecho que no disminuya la superficie de picado ya es una buena noticia, dado que el alto precio que tiene el grano de maíz, muchas veces influye negativamente en la superficie a picar porque el productor ve más rentable venderlo como gano en lugar de picarlo para silo.

 

Si buscamos entre las causas de esta performance de ventas de los equipos para la confección de forrajes conservados, probablemente se puedan encontrar al igual que sucedió en el resto de los rubros de la maquinaria agrícola, la suba del precio de los granos acompañados con la posibilidad de comprar maquinaria a dólar oficial genera en los fierros una buena alternativa de inversión.

Por otra parte, el incremento del stock bovino nacional, la recría hecha en campos de cría que mejoraron los márgenes del negocio y otros factores productivos, hacen que los forrajes conservados sean cada vez más una herramienta productiva indispensable, dejando atrás el concepto de reservas forrajeras

El forraje conservado, traccionado por el mercado pecuario, marca una tendencia positiva y con un futuro más que promisorio si se trata de incrementar eficiencia y rentabilidad al sector.

 

Fuente: Espacio Forrajero

BPAs: El CFA sesionará en Córdoba para proyectar una ley nacional.

BPAs: El CFA sesionará en Córdoba para proyectar una ley nacional.

El ministro Busso presentó el programa de Buenas Prácticas Agropecuarias en el Consejo Federal Agropecuario. Representantes de las provincias participantes adhirieron a la necesidad de avanzar en una normativa nacional, tomando como modelo la iniciativa provincial. En breve sesionará en Córdoba el CFA para avanzar en ese sentido.

 

El ministro de Agricultura y Ganadería, Sergio Busso, presentó el Programa de Buenas Prácticas Agropecuarias (BPAs) en el marco de la reunión del XLI Consejo Federal Agropecuario (CFA), realizada en la ciudad de Santiago del Estero, y se obtuvo la adhesión de los representantes de las provincias para avanzar en la sanción de una normativa nacional, tomando como modelo la iniciativa cordobesa.

 

En breve se convocará al CFA en Córdoba para tratar el programa de BPAs, y se sesionará para avanzar en una normativa a nivel nacional que escale en base a este proyecto, del cual Córdoba tiene años de experiencia.

 

El programa BPAs, ejecutado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería provincial, tiene como principal objetivo incentivar a los productores agropecuarios para que implementen prácticas que fortalezcan la sostenibilidad del sistema agroalimentario. Asimismo, posiciona a la provincia de Córdoba como modelo y referente en la adopción regular y sistémica de buenas prácticas en el sistema de producción.

 

La misión del programa está orientada a instalar BPAs como política agroalimentaria, generar un cambio cultural en el sistema productivo y generalizar su adopción. Así, se busca generar en la Comunidad Agroalimentaria la conciencia de que el hacer bien las cosas y cumplir con las leyes, no sólo debe ser parte de la cultura de los productores cordobeses, sino que debe acompañar al desarrollo productivo.

 

Desde su inicio en 2017 hasta el ciclo 2021, las hectáreas involucradas pasaron de casi 700 mil a más de dos millones, con 70.000 prácticas validadas. En 2021, se capacitaron más de 12.000 productores.

 

«Con las BPAs pudimos construir una política pública, pasar del dicho al hecho. Muchas veces se mencionan conceptos, acá se dijeron muchos y el desafío es concretarlos. Esta experiencia tiene el objetivo de producir, cuidando los recursos, haciéndolo con un fuerte compromiso ambiental», afirmó el titular de la cartera agropecuaria.

 

Y destacó: «es un orgullo para nosotros que nuestro programa sea tomado como base para nacionalizar la implementación de buenas prácticas».

 

Busso estuvo acompañado por el secretario de Agricultura, Marcos Blanda; el director general de Desarrollo Agropecuario Sostenible, Santiago Dellarossa; el director general de Agencias Zonales y Desarrollo Territorial, Germán Font, y el subsecretario de Infraestructura Agropecuaria, Franco Mugnaini.

 

Agro XXI

 

En el encuentro también se lanzó el programa Agro XXI, financiado por el Banco Mundial, que apunta a mejorar los medios de vida rurales, la innovación para la transformación verde e inclusiva y el fortalecimiento del INTA para desarrollar un Plan Nacional de Conectividad Rural. El encuentro estuvo encabezado por el titular de la cartera agropecuaria nacional, Julián Domínguez; el gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora; el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, el director del Banco Mundial para Argentina, Uruguay y Paraguay, Jordan Schwarstz, y representantes de todas las provincias productivas.

 

Cabe recordar que el CFA es el espacio institución de reunión de los ministros agropecuarios, creado por Ley, en el cual las máximas autoridades nacionales y provinciales del sector atienden las cuestiones relativas al sector agroindustrial que por su impacto en las economías regionales o provinciales requieran una mirada federal, transversal, amplia y colaborativa.