Se trata de una unidad experimental de 10 hectáreas en la localidad de General Cabrera, en Córdoba, en la cual el maní es uno de los protagonistas del sistema. El espacio está abierto para ver, aprender y mostrar pura agronomía.

Los productores, mayormente, siempre quieren valerse de sus propios datos, generados en los macro y microambientes, de sus campos. Esos ensayos o experimentaciones particulares colaboran para toma de decisiones agronómicas más ajustadas.

En el centro-sur de la provincia de Córdoba se creó un campo experimental único en el mundo porque se está analizando la fisiología del maní y su respuesta al riego subterráneo, como parte integrante de un sistema de cultivos junto con los típicamente sembrados en dicha zona.

La ingeniera agrónoma Lorena Bricchi es integrante del equipo de producción primaria, para el área de investigación y desarrollo de Prodeman. Ella trabaja en la compañía hace doce años y, desde el momento que se creó, lleva adelante la unidad experimental “Cropmix LAB”, hace cuatro años.

“Nosotros definimos a Cropmix LAB como ‘showroom’ de cultivos porque allí se siembran los cultivos típicos de la zona y el que lo visite va a ver algo similar a lo de su campo pero, con la opción riego” describe la técnica.

Esta unidad de trabajo tiene 10 hectáreas de superficie, de cuales 8 hectáreas son con riego complementario y otras 2 en secano, en espejo, lo cual sirve para hacer comparaciones entre condiciones muy opuestas y que, sobre todo, contrastan mucho esta campaña, a partir de la severa sequía que afecta a todas las áreas productivas.

Según detalla Bricchi, en este momento, el área experimental tiene sembrados dos módulos de soja (soja de primera y segunda), uno de maíz y otro de maní, cada uno de 2.5 hectáreas.

“Es un campo de productor en miniatura y nosotros intentamos mostrar cómo se comporta la rotación más allá de la incorporación del maní, su estabilidad y los beneficios agronómicos globales de un sistema de cultivos”, explica, sobre la unidad que es abierta ya que en ella se hacen jornadas de capacitación internas y externas como “field day” y “open class”.

Asimismo, Cropmix LAB es un espacio colaborativo ya que Prodeman se encarga de la evaluación varietal de todos los materiales que siembra, su seguimiento y de obtener conclusiones, del resto de las soluciones tecnológicas que las proveen empresas “patrocinadoras”.

“Los patrocinadores se encargan los cultivos y de las soluciones tecnológicas que ofrecen para todos los cultivos de la rotación”, subraya la técnica. En el elenco de cultivos de Cropmix LAB también se incluye al trigo, como cereal de invierno. De acuerdo a Bricchi, al incorporar el riego, la siembra de invierno tiene mayor potencial de rendimiento versus la erraticidad de los resultados en secano.

Además de los comparativos de variedades, dentro de este campo, hay varios objetivos y retos sobre los que está avanzando Prodeman.  

“El riego subterráneo complementario está enterrado a 40 centímetros de profundidad y se está evaluando el mejor distanciamiento entre cintras de riego a 1,2 metros versus 1,4 metros. También, en este momento del ciclo, estamos probando suministrar fungicidas con el riego para conocer el efecto del tratamiento en enfermedades clave que padece el cultivo”, señala.

Pero se sincera y confiesa que los proyectos y desafíos son muchos, teniendo en cuenta que esto es único en el mundo. En esta línea, ya planean trabajar en fertirrigación de maní o también en reciclar para riego agua residual que Prodeman utiliza en la industria.

Ing. Lorena Bricci