El director del IERAL y ex presidente del Banco de la Nación Argentina, Carlos Melconian, visitará Expoagro 2023 edición YPF Agro para tomar contacto directo con los productores, pero previamente repasó el complejo contexto político y económico de nuestra Argentina en un año electoral. Aseguró que en el estudio que hacen desde la Fundación Mediterránea están “parados fuera de la grieta”. También adelantó que no es prudente generalizar en el tema retenciones.
Del 7 al 10 de marzo, en el predio ferial y autódromo de San Nicolas, muchos referentes y protagonistas de la actualidad de nuestro país visitarán Expoagro. Uno de ellos será Carlos Melconian, el director del IERAL y ex presidente del Banco de la Nación Argentina, quien disertará sobre las perspectivas económicas para Argentina, durante la jornada del viernes 10 a las 12 en el auditorio al aire libre Agripay.
Como adelanto y refiriéndose a lo que puede pasar en nuestro país durante el 2023, Melconian expresó: “Estamos en una macroeconomía muy frágil, con una política incierta, pero esto no es nuevo y lo grave es que si no se toman los recaudos necesarios se va a repetir. En Argentina está demostrado -nos pasó- que los años electorales con macroeconomía frágil y política incierta terminan complicados». Y de inmediato sostuvo que hay responsabilidades compartidas entre el oficialismo y la oposición, lo que a su juicio requiere de “un sinceramiento y patriotismo” para el que no tiene que pasar mucho tiempo.
“Hay cosas globales, que impactan a todos, como la guerra, el cambio climático, pero hay otras que son propias, son de acá, no pueden dejarse para otro momento siempre. Acá hay cuestiones que no se solucionan y se postergan”, reparó, dejando en claro que “gran parte de la clase política y ‘la gente’ viven realidades distintas”, como una cuestión endémica.
Las elecciones ¿con clima de cambio?
La complejidad y la incertidumbre son ingredientes comunes para analizar nuestro país. Al referirse a las elecciones que Argentina afrontará este año, Melconian resaltó: “Argentina es un país que en más de una oportunidad no ha definido en primera vuelta a su presidente; quiere decir que acá también hay un escenario incierto”.
También destacó que “el bipartidismo ha terminado. Argentina está experimentando gobiernos de coalición y eso ‘per se’ requiere experiencia, también liderazgo -aunque sea de coalición-“, lo que contribuye al panorama difícil de descifrar.
“Muy probablemente se siga consolidando un clima de cambio. Desde la región se ve un clima de cambio, es típico en el mundo y en la región en general, y en la Argentina probablemente estemos asistiendo a la posibilidad de un cambio, al fin de una etapa y a una nueva oportunidad”, dijo Melconian, añadiendo que “se va a mezclar la coyuntura y el mediano plazo, el cómo se llega y el cómo se empieza, por dónde pasan las oportunidades. Es un temario muy variado, intenso y completo. Podríamos hablar una semana”, bromeó.
“Cualquier año electoral, en cualquier país del mundo, con cualquier tipo de gobierno, en general las políticas fiscales, monetarias, cambiarias, tienden a ser expansivas. Porque la política es así en todo el mundo, en mayor o menor medida”, señala Melconian, para cuestionar si “¿Argentina tiene condiciones como para relajar?, y la respuesta es no”, afirmó.
En esa línea advirtió que “el gobierno es jamón del sándwich de lo que demanda un año electoral y de sus posibilidades para ese relajamiento”. También comentó que “las famosas mesas de reuniones en el oficialismo tienen implícito el debate del escaso margen de error que tiene el gobierno”.
Diferencias
“Las diferencias de una futura administración con lo que es el núcleo duro de ésta, deberían ser muy grandes”, adelantó Melconian, agregando que con el análisis y el estudio que vienen haciendo: “Nosotros estamos parados fuera de la grieta”, definió.
“Creemos en la reivindicación del sistema, no de la rosca”, acentuó, para remarcar que “es con la política y con la unión de todos los argentinos. De otro modo es imposible”.
El campo en el próximo gobierno
Consultado acerca del interés que puede generar el sector productivo agropecuario en el gobierno a venir, señaló que “el campo siempre es un combo, porque tiene cuestiones que refieren a la política macro económica, y del gobierno en particular. Además, este año nos deja como enseñanza que el campo es también hijo del clima, de los precios. Hay cosas que están al alcance de la política nacional, y otras que no, y algunas son mixtas”, dijo, aclarando que debe dejarse de lado un evento como la guerra entre Rusia y Ucrania. “Pero aún sin guerra los precios internacionales son un dato para el sector, en general”.
Melconian está “haciendo estudiar”, así lo dijo, “¿cómo un país puede equilibrar, a partir de políticas estructurales, cuestiones vinculadas a efectos climáticos?, como puede ser el caso de la sequía, y el riego como complementación o sustentación al agua que manda Dios”. Por ahí va el estudio que están haciendo en la Fundación Mediterránea y en el IERAL, para ver si en el factor clima hay algo que se pueda hacer. “Estamos buscando un modelo disruptivo dentro del sistema”, sintetizó.
Un detalle: “Es un modelo disruptivo con Banco Central. Capitalista, occidental, progresista”, para el que previamente puede haber una etapa de transición para ir simultáneamente pensando en cuestiones estructurales. “Eso si nos toca actuar”, aclaró.
“El hilo conductor”, desde su apreciación y la de su entorno, “es que el campo es un jugador excepcional para la Argentina. Tenemos al campo, de todas las regiones y economías regionales, como un aliado, en términos de sentimiento. Es una cuestión afectiva diametralmente opuesta al de esta administración”, remarcó en referencia a la consideración que tiene y exhibe el gobierno actual.
Retenciones ¿sí o no?
“Al tipo de cambio libre y flotante desde el primer día, no vamos a ir. Porque eso fue un disparate, además de un camino de llegada”, ilustró el economista, dejando el interrogante que esa misma definición puede valer para las retenciones.
Sí aclaró que no sería prudente generalizar con el tema retenciones, porque hay tributaciones que están sin sentido, mientras otras son realmente importantes y no están para eliminar desde el primer día.
Sin nombrarlo, evocó una frase de Carlos Menem: “si digo lo que voy a hacer no me votan”. “No voy a usar ese mecanismo. Primero porque no voy por el voto y segundo porque no voy a perder mi crédito personal”, valoró el director del IERAL.
Asistencialismo indiscriminado
Ante un planteo acerca del asistencialismo que lleva adelante el actual gobierno, donde puede haber gente acostumbrada a no trabajar y que no les falte nada, respondió que no está en condiciones de afirmar (“ni conceptualmente, ni cuantitativamente”, dijo) que haya gente acostumbrada a no trabajar.
“No debemos confundir a lo que se llama ‘la gente´ con el supuesto liderazgo social que lo empuja por conveniencia personal a ese sentimiento. Si cualitativamente se ratifica esa definición (gente acostumbrada a no trabajar) tenemos que trabajar para cambiarlo”, indicó.