Por las inundaciones en Brasil, se abre un nuevo mercado para el cerdo argentino

Por las inundaciones en Brasil, se abre un nuevo mercado para el cerdo argentino

Tres frigoríficos argentinos han sido habilitados para exportar por primera vez carne de cerdo enfriada y sin hueso a un mercado que hoy se ve afectado por las inundaciones que ocurrieron en el sur de Brasil.

 

Argentina exportará por primera vez carne de cerdo (pulpa) enfriada y sin hueso a Uruguay, debido a los problemas que han generado las inundaciones en el sur de Brasil, afectando muchas de sus producciones.

Este embarque, según comunicó la Secretaría de Bioeconomía, tendrá un valor aproximado de USD 2.500 la tonelada y permitirá la apertura de un nuevo destino con mucho potencial para nuestros productos.

Solo en 2023, Uruguay importó 49.000 toneladas de carne de cerdo, de las cuales el 96% fue provisto por Brasil. Las negociaciones realizadas entre el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, con el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca de Uruguay, Fernando Mattos, y el director de Producción Porcina, Eduardo Terrado, junto con referentes de la producción en Uruguay, permitieron la apertura de este nuevo y cercano mercado, y posibilitaron que hoy Argentina esté en condiciones de atender la alta demanda de carne de cerdo por parte de los consumidores uruguayos.

En un comienzo serán 3 los frigoríficos habilitados por Senasa Argentina con un valor aproximado de USD 2.500 la tonelada. Sin embargo, aquellos frigoríficos que se consideren aptos para poder exportar podrán sumarse cumpliendo con la requisitoria de Senasa Uruguay, organismo que depositó en su contraparte de nuestro país la confianza para acercar los frigoríficos que hoy se encuentran preparados para enviar este tipo de carne al mundo.

La carne de cerdo argentina es muy valorada por mercados como Uruguay gracias a la calidad genética que alcanzan nuestros productores, ya que Argentina no utiliza ractopamina como anabólico, a diferencia de otros países. Esto mejora considerablemente la competitividad de nuestra carne de cerdo.

Por otra parte, y en paralelo a esta negociación, la Federación Porcina Argentina y la Sociedad Uruguaya Criadores de Cerdos, firmarán un acuerdo de cooperación mutua para trabajar en mejoras para la producción porcina en Argentina y en Uruguay.

La nutrición, aliada pero no suficiente contra spiroplasma en maíz

La nutrición, aliada pero no suficiente contra spiroplasma en maíz

Un estudio llevado adelante recientemente en el norte argentino resalta el papel de la fertilización en la capacidad del cultivo de resistir la enfermedad. Sin embargo, también destaca que son necesarias otras prácticas conjuntas para poder combatir una presión tal elevada de la plaga.

En el NEA, donde los impactos de la enfermedad fueron drásticos, productores y asesores detectaron que en algunos casos, los lotes de maíz fertilizados se defendieron mejor de la patología que aquellos en sitios sin fertilizar, de menor potencial.

Esto llevó a la Red de Nutrición de Cultivos del Norte Argentino de Aapresid (RNCNA) en colaboración con el Dr. Stahringer y la Dra. Dirchwolf (INTA Corrientes y Cátedra de Fitopatología FCA-UNNE) a liderar un ensayo para estudiar si, efectivamente, el buen estado nutricional del maíz reduce los daños por Spiroplasma.

El mismo se llevó a cabo en el campo Las Cortinas, en Santiago del Estero, de la empresa AGD, donde se evaluó la incidencia y severidad de esta enfermedad en tratamientos con distintas dosis de nitrógeno y azufre en dos ambientes de distintos potencial, determinados por la presencia de napa (Figura 1). . 

Los tratamientos incluyeron dosis de 0, 40, 80 y 120 kg de N/ha, y 120 kg N/ha + 20 kg S/ha. En todos los casos se realizaron tres aplicaciones de insecticidas para el control de la chicharrita, vector del spiroplasma.

Figura 1. Ubicacion de parcelas de evaluación en el establecimiento “Las Cortinas”, de la empresa AGD, en ambientes con napa (sitio verde a la derecha) y sin napa (sitio amarillo a la izquierda), ambos con 3 repeticiones (bloques).

Cabe destacar que ambos ambientes partían de niveles de fertilidad elevados para la zona, con contenidos de materia orgánica (MO) de 3,2% y adecuados niveles de nutrientes. Esto se debe a la aplicación de buenas rotaciones (50% de gramíneas), adopción de cultivos de servicios y sistematización con terrazas.

Spiroplasma: ¿cómo influye la nutrición?
Si bien se trata de resultados preliminares que deben continuar bajo estudio, los ensayos mostraron que, en general, no hubo diferencias significativas en severidad e incidencia de spiroplasma para distintos niveles de fertilización del cultivo dentro de ninguno de los ambientes. Los valores promedio de severidad rondaron el 2.79 y 2.65 y los de incidencia el 84% y 81% (en ambientes con y sin napa, respectivamente).

Sin embargo, los especialistas encontraron que en el ambiente de mayor potencial (esto es, con influencia de napa) hubo una incidencia de la enfermedad significativamente menor con dosis de N de 80 kg/ha.

A priori, esto puede deberse a que esta dosis permitió al cultivo responder a la fertilización y “sostenerse” mejor ante el estrés climático y la presión de la enfermedad, teniendo en cuenta que las necesidades de N son mayores en un maíz creciendo en un ambiente de mayor potencial y con mayor stand de plantas.

Asimismo, destacaron que durante las recorridas de campo, los maíces desarrollados en el ambientes de mayor potencial estaban visiblemente más verdes y mejor preparados para soportar los estreses de la campaña, mientras que aquellos en ambientes de menor potencial se veían literalmente “entregados”, lo que posiblemente se vea reflejado en el rendimiento final.

En resumen, advirtieron que la adecuada nutrición es una aliada clave para que los cultivos afronten mejor una enfermedad como spiroplasma, pero que evidentemente no es suficiente, y menos aún en esta situación de una presión tan alta de la plaga.

Por tanto, la nutrición es un aspecto más a planificar y trabajar para afrontar esta enfermedad junto con las demás prácticas recomendadas, como la eliminación de maíces “guachos”, evitar siembras escalonadas, acortar ventanas de siembra, elegir híbridos más tolerantes, control químico de chicharrita y monitorearlas también durante el invierno, etc.

Figura 3. Valores de incidencia de spiroplasma.

Figura 4. Valores de severidad de spiroplasma.

Se prevé una reducción de lluvias durante junio y julio

Se prevé una reducción de lluvias durante junio y julio

Las temperaturas del océano Pacifico disminuyeron significativamente en las últimas semanas y se da por finalizado el evento El Niño 

Las temperaturas de la porción central del océano Pacífico sufrieron un notable enfriamiento en las últimas semanas, si se  comparan con los últimos meses de de 2023, por lo que se estaría dejando atrás definitivamente el evento El Niño.

Las temperaturas actuales del océano son las normales para esta época,  lo que da el marco para el desarrollo de una situación neutral que se podría proyectar a mayo, junio y julio.

En función de este contexto, Leonardo de Benedictis, meteorólogo de AZ-Group, pronostica que en lo que resta de mayo caerían sustancialmente las lluvias para la mayor parte de la Argentina, mientras que los acumulados se ubicarían por debajo del promedio en junio y julio (ver mapas).

Para Brasil, durante lo que resta de mayo se esperan registros de lluvias cercanos a los promedios, excepto en la porción central, donde las precipitaciones serán menores a la media histórica, un comportamiento que se podría proyectar a junio y julio.

En Estados Unidos, luego de las condiciones de escasez de humedad durante abril, se prevé que las lluvias comiencen a mejorar en mayo y junio en la mayor parte del territorio. No obstante, durante el verano, el territorio de ese país mantendrá temperaturas superiores a los niveles medios.

TENDENCIA DE ANOMALÍA DE LLUVIAS:

 
Informe de la consultora de AZ-Group

Defendiendo los sistemas de vacunación antiaftosa y trazabilidad actuales

Defendiendo los sistemas de vacunación antiaftosa y trazabilidad actuales

Ante las recientes declaraciones de ciertos dirigentes que abogan por desmantelar el programa de vacunación contra la fiebre aftosa dirigido por el SENASA y proponen que los productores asuman esta responsabilidad, queremos expresar nuestra firme oposición a esta propuesta. Consideramos que tal medida representaría un retroceso hacia los fracasos del pasado, poniendo en peligro nuestra salud sanitaria.

Durante las últimas tres décadas, el sistema de vacunación antiaftosa, llevado a cabo por el SENASA y las Fundaciones en colaboración con los productores, ha demostrado ser altamente efectivo en el control y la protección del ganado vacuno. Solo la negligencia de algunos individuos que introdujeron animales enfermos al país o evitaron la vacunación ha comprometido la salud de nuestros rodeos.

Es preocupante que se esté promoviendo, bajo el pretexto de reducir costos, la transferencia de la responsabilidad de la vacunación a los productores.

Desde CRA, reiteramos nuestro compromiso con la sanidad animal y la seguridad alimentaria. Sostenemos firmemente que el mejor y más económico seguro para nuestro rodeo es un sistema de vacunación sólido y eficiente, como el que está actualmente en vigencia. Este sistema garantiza el acceso a los mercados internacionales para nuestras carnes, contribuyendo así al desarrollo y la competitividad del sector ganadero argentino.

 

 

Algunos beneficios del sistema actual:

 

 

– Garantía de Calidad y Proceso de Transporte:

Desde la producción hasta la aplicación, se mantienen rigurosos estándares de calidad y control para asegurar la eficacia y seguridad de cada dosis de vacuna, preservando la cadena de frío de manera impecable.

– Garantía de Higiene y Técnica de Inoculación:

Los vacunadores, capacitados adecuadamente, aplican las vacunas siguiendo protocolos estrictos de higiene y técnica, garantizando la inocuidad de las prácticas de vacunación y minimizando cualquier riesgo de contaminación.

 

– Sistema de Vacunación Solidario:

Mantenemos un precio uniforme para todos los productores, asegurando que incluso los más pequeños reciban la misma atención y cuidado, sin dejar ningún animal sin vacunar.

– Recolección y Procesamiento de Datos:

Se lleva a cabo un control exhaustivo de stock y recolección de datos para monitorear el estado de la hacienda y detectar cualquier anomalía tempranamente, garantizando una protección integral del ganado.

Los entes sanitarios, las fundaciones y los productores representan una pieza fundamental en la protección y promoción de la salud animal. Su compromiso y dedicación son dignos de reconocimiento y admiración, y seguiremos apoyando su invaluable labor.

 

 

Además, es preocupante que el gobierno argentino promueva la trazabilidad individual electrónica del ganado bovino. Esta medida podría imponer una carga adicional a los productores y dificultar el proceso de producción sin necesidad. Es fundamental que se consideren las opiniones y necesidades de los actores involucrados en la industria ganadera antes de implementar políticas que puedan afectar su funcionamiento.

Hoy se cuenta con un sistema aplicado a la exportación que nos permite acceder a mercados.

 

No admitimos que el gobierno imponga medidas de escritorio que no lograrán más que burocratizar y sobrecargar innecesariamente al productor en general y en particular a los pequeños.

Bapan Argentina elabora harinas orgánicas  certificadas y augura un gran futuro en el segmento.

Bapan Argentina elabora harinas orgánicas  certificadas y augura un gran futuro en el segmento.

José Amuchástegui decidió en el año 2013 incursionar en otras formas de producción a lo convencional y años después empezó a hacer realidad su proyecto. Fue así que dejó la actividad que realizaba y comenzó a elaborar harinas “agroecológicas” de diversos orígenes, como el trigo o la algarroba, y al mismo tiempo le encontró el gusto a contactarse con diversos productores en busca de materias primas certificadas que le permitan crecer en el segmento.

Las harinas que produce José se comercializan bajo la marca Bapan, y el inicio del emprendimiento hay que buscarlo en el establecimiento “Paititi”, de Esteban Zugasti, que integra “La Alianza del Pastizal”, donde además de producir conservan el ecosistema nativo de los pastizales pampeanos, en la zona de Sierra de los Padres, muy cerca de la ciudad de Mar del Plata. Allí nació la idea de agregar valor a los granos de trigo y otros cultivos que se cosechaban, para hacer la primera harina 000 de trigo  orgánica de Argentina, es decir un producto de consumo masivo pero con un diferencial amigable con el ambiente.

Los comienzos del actual CEO de Bapan  fue el corretaje de granos, habiendo pasado también como miembro de la Comisión Directiva del  Movimiento Argentino para la Producción Orgánica (MAPO) más unos  años de trabajo en la cadena de panes gourmet y orgánicos Hausbrot. En ese camino fue invitado a comercializar harina de trigo orgánico producida en “Paititi” hasta que, en el 2019, Zugasti decidió abocarse a la ganadería y la conservación, y Amuchástegui lanzar su propia marca.   

Desde esta empresa ahora ofrece a panaderías, pizzerías o elaboradores de pastas o pastelería harina de trigo  000 (tres ceros),  0000 (cuatro ceros) e integral orgánicas certificadas; más harinas de otros cultivos como centeno y trigo sarraceno de campos cultivados sin el uso de agroquímicos  ni fertilizantes de síntesis química. Una harina particular es la elaborada a partir de una leguminosa, Algarrobo Blanco (conocida como Prosopis alba) y cuyas plantaciones buscan regenerar el monte Santiagueño, tumbado en su momento para cultivos extensivos y actualmente con altos indicios de salinidad ante la suba de las napas por el desmonte.

“El orgánico es una necesidad, más que un fin en sí mismo”, nos dice el elaborador, añadiendo que para producir estas harinas buscamos campos que practiquen la conservación y producción. Los campos que encontramos por ahora no son muchos, y estamos trabajando junto a “Aves Argentinas” para promover la conservación en campos agrícolas con lagunas pampeanas en la localidad de Arias. En esta población del centro-sur cordobés, es donde se encuentra la Empresa Fideicomiso Benevento donde Amuchástegui realiza la molienda de la harina 000 y 0000 orgánica certificada.

Refiriéndose a la problemática de conseguir productores que trabajen los campos con estos procesos, Amuchástegui explica “Creo que principalmente viene por una inercia de hacer las cosas de forma convencional. Recién ahora se está empezando a valorar el tema de la biodiversidad y del cuidado del ambiente”. El empresario harinero también acotó que “a veces la biodiversidad queda sólo definida por el proceso de rotar cultivos y cuidar los micoorganismos en la tierra, pero en realidad es todo eso con la interacción con la macrofauna como ser aves, mamíferos e insectos entre otros. Es un concepto holístico que le estamos prestando atención desde hace pocos años. Hay poca cultura conservacionista y no sé si sabemos transmitir su valor a largo plazo”.

Refiriéndose si es redituable agregar valor a través de diferenciar estas harinas desde el cultivo, Amuchástegui enfatiza “Hay un sobreprecio y cuando los precios de los commodities se caen, ese sobreprecio es mayor.  Cuando sube mucho el convencional tienden a acercarse. Pero ahora que estamos en un período de baja, se está pagando un diferencial importante por el orgánico. Tampoco hay tanta tecnología que ayude a los orgánicos a defenderse en la Argentina; no tienen las herramientas que tiene un convencional, y ahí hay un trabajo enorme para hacer”.

Consultado si se vende bien esta harina diferencial y si hay mercados, nos dice “Es un nicho y un nicho que está más valorado en el exterior. No exportamos todavía. Creo que, de a poco acá se está valorando y, con las variaciones macroeconómicas que tenemos en Argentina, complica que el público que se suma sostenga su consumo. Pero el interés del consumidor está”.

Para certificar su harina como “orgánica” Bapan debió cumplir pautas muy estrictas, limpiando todas las instalaciones previas a cada molienda. A la vez como la harina no se aditiva, para estandarizar su calidad panadera entre diferentes moliendas, hay un gran trabajo previo de selección de granos a moler “Buscamos que sea una harina que no tenga ningún tipo de agregado a lo que necesitamos para hacer un buen pan”, indicó Amuchástegui.

Respecto a cómo ve el futuro a este segmento responde “Creo que va a crecer y va a ayudar mucho que la Argentina se estabilice económicamente para que el orgánico se desarrolle, porque en un campo orgánico se hacen planes, como mínimo, a tres o cuatro años, con rotaciones y descansos del lote para que te certifiquen”.

Otro obstáculo para el desarrollo de este sector es que “a nivel impositivo se trata a los cultivos orgánicos del mismo modo que a uno convencional. Yo creo que los tratamientos tributarios debieran ser distintos dadas las externalidades positivas que brindan”,  y  sigue comentando “Si la Argentina plantea estratégicamente ciertos corredores o áreas de interés para la producción orgánica, va no solo a dinamizar el sector sino que a nivel país tendrá una marca invalorable que atravesaría no solo lo productivo, también la calidad de vida local como el turismo receptivo. La oportunidad está, y pareciera que no hay margen para esperar cien años más”, completó Amuchástegui.  www.bapan.com.ar 

 

Acerca de José Amuchástegui: Recibido como Administrador de Empresas en la Universidad de Buenos Aires trabajo en la multinacional francesa de deportes Decathlon hasta previo la crisis del 2001. Luego llego a trabajar por más de 8 años en Roagro SRL, una empresa de Rosario dedicada al corretaje de granos y subproductos, donde aprendió sobre reglas del mercado de commodities agrícolas;   y también valorar el gran potencial de nuestro  país en el agregado valor de los cultivos como destino para alimentación humana y animal.

En esta etapa laboral, tuvo la oportunidad de viajar por el país y conocer las virtudes y problemas de la transformación de amplias regiones por medio de la siembra directa y el uso agroquímicos asociados al desarrollo de semillas OGM – organismos genéticamente modificados -, con impacto directo y palpable a primera vista en los paisajes y ecosistemas nativos. Sin embargo y sin mucho conocimiento sobre el concepto de Biodiversidad, veía que estos paisajes naturales daban indicio de subsistir en lagunas, bajos, bordes de ríos, laterales de vías y cunetas.

Con estas ideas subyacentes, en 2015 empezó a averiguar sobre la producción orgánica, y encontró que la Argentina contaba hace más de 20 años con una Ley Nacional, su  reglamentación, marco y normativas de certificación  equivalentes  a otros países como la Comunidad Europea o Japón.  Por otro lado, en los propósitos de esta Ley, el cuidado de los suelos y la biodiversidad, son la razón de ser de todo el desarrollo de la normativa de producción y elaboración orgánica.  Todo esto motivó que en el 2013 estuviera colaborando para la Asociación Civil MAPO – Movimiento Argentino para la Producción Orgánica – que actúa como cámara del sector y de la cual fue miembro Comisión Directiva, y que le permitió vincularse de lleno al sector orgánico argentino.

Actualmente está asociado también a la ONG “Aves Argentinas”, donde realiza diferentes talleres y capacitaciones en temas relacionados a la valoración de los paisajes naturales, conservación   y la producción compatible con el cuidado de la biodiversidad.