Con genética y manejo, la Argentina puede triplicar los rindes de sorgo y superar los 10.000 kilos por hectárea

Con genética y manejo, la Argentina puede triplicar los rindes de sorgo y superar los 10.000 kilos por hectárea

 

En el panel “Sorgo, rompiendo paradigmas”, se expuso cómo se puede superar con creces el rendimiento promedio nacional de este cultivo, que hoy se ubica en 3.500 kilos por hectárea. Lisandro Guillaumet, breeder de  sorgo de Advanta Semillas, y Juan Balbin, productor agropecuario de General Villegas, presentaron casos en los que los rindes superaron los 14.000 kilos por hectárea, en un panel moderado por Vicente Trucillo, breeder de RAGT Tobin, en el Congreso Maizar 2024.

 

En la campaña 2023/24, hubo productores de sorgo que lograron rendimientos muy altos, algunos casi cuadruplicando la media nacional. En la zona de Laspiur, Córdoba, se obtuvieron 9.700 kilos por hectárea (kg/ha), y en Alta Gracia, de 11.500, bastante por encima de los 3.500 kg/ha en los que se ubica la media nacional. En la zona núcleo, un productor de Armstrong obtuvo 10.800 kg/ha; en General Gelly, se alcanzaron 10.000, y en Vicuña Mackenna 14.700 kg/ha. 

El aporte de la genética, la tecnología y el manejo para lograr el éxito del cultivo y así su expansión en la Argentina fueron los ejes del panel “Sorgo: rompiendo paradigmas”, que tuvo lugar sobre el cierre del Congreso Maizar 2024. Fue moderado por Vicente Trucillo, breeder de sorgo de la compañía RAGT Tobin, que se encargó de presentar los rendimientos de la campaña 2023/24: “Los valores de la realidad, no de una investigación ni de una parcelita”, subrayó. 

Lisandro Guillaumetbreeder de sorgo en Advanta Semillas, resaltó la ganancia genética lograda en los últimos años. Un estudio sobre 39 materiales lanzados por la compañía entre 1984 y 2021 reveló que “es un cultivo que rinde, aunque hay que acompañarlo con tecnología”.

Guillaumet contó que pudieron realizar una estimación de brecha de rendimientos que permitió observar una ganancia genética de 38,5 kilos por hectárea por año en los 37 años analizados. “Es un resultado más que bueno para el cultivo”, subrayó. Pero aclaró que el grueso de esta ganancia se concentra en los últimos cinco años, período en el que presenta una ganancia promedio de 70 kilos por año. 

“El cultivo adoptó mucha tecnología. No es sólo el rendimiento, también son las características agronómicas que están asociadas a cada uno de estos nuevos materiales, en términos de nuevas tolerancias o resistencia a herbicidas. Es un punto importante que nos permite avanzar en esas ganancias”, detalló. 

Según contó, el sorgo es un cultivo en el que se está invirtiendo mucho, y hay herramientas que permiten avanzar en el progreso genético, lo que podría hacer crecer la ganancia anual.

Juan Balbín, productor agropecuario de General Villegas y el sur de Córdoba, se mostró confiado en que el sorgo crezca, pero no como un parche, como ocurrirá este año por el problema de la chicharrita, que hará que algunos productores elijan sembrarlo en lugar de maíz en las zonas afectadas: “Tiene que crecer per se, no como una salida al problema de otro cultivo”. 

El ex presidente del INTA y de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (Aacrea) indicó que “el sorgo se complejizó y evolucionó, y “hoy es un cultivo que requiere una atención igual que la soja y mucho más que el maíz”. En este sentido, especificó: “Los monitoreos que hacemos en sorgo no son ni siquiera semanales: hacemos un seguimiento cada cinco días en la época crítica del pulgón”, y llamó a “tomar en serio” al sorgo.

Balbín contó cómo trabajan en suelos thapto, en la zona de Villegas, en la famosa cuenca de La Picasa que estuvo inundada muchos años. “El suelo thapto es muy especial, cambia en 10 o 50 metros. Nos dimos cuenta de que en estos suelos la soja ya no iba más. Probamos maíz de segunda, pero vimos que, a diferencia del sorgo, si en el momento de floración no teníamos lluvia, entrábamos en crisis”, describió. En cambio, el sorgo tiene la capacidad de demorar entre 30 y 40 días la floración, y tiene mucha mayor  capacidad de absorber agua. 

Una ventaja en estos suelos es que no retienen más de 60 o 70 milímetros de agua, pero son agrícolas. Allí, dijo, realizan sorgo-girasol, sin rotación porque, por ejemplo,  la vicia se queda sin agua a fines de agosto-septiembre, y después entrega el suelo tarde. 

El concepto clave, explicó, es trabajar al sorgo como si fuera un maíz: cultivo limpio desde el primer día, barbechos largos. Apuntó que hay “algunos inconvenientes de control de malezas en girasol por el enorme rastrojo que tiene la cobertura de sorgo”. La rentabilidad la miden en un conjunto, girasol-sorgo.

¿Qué se hace con el maíz que no se exporta? Tres casos de agregado de valor y economía circular en el Interior

¿Qué se hace con el maíz que no se exporta? Tres casos de agregado de valor y economía circular en el Interior

 

Franco Santángelo, presidente de la avícola Soychú, Matías Turturro, jefe comercial de Bioetanol Río Cuarto, y Santiago Negri, director de Capelle Hnos. – Porcap, contaron la experiencia de estas empresas de Entre Ríos, Buenos Aires y Córdoba que crecieron  sumando valor al cereal y apostando a la economía circular. El moderador fue Patricio Gilligan, gerente de Granos de Allaria Agro. Todos dijeron que se necesitan políticas económicas estables.

 

Un tercio de la producción nacional de maíz se destina al mercado interno, donde dinamiza una economía que agrega valor, diversifica y produce desarrollo y arraigo en el interior. De ello dan cuenta empresas como Soychú, de Gualeguay, Entre Ríos; Porcap, en la bonaerense Daireaux, y Bio4, la productora de bioetanol que nació de la asociación de 26 productores de Río Cuarto, en Córdoba. El hilo que las une, además del maíz, es que son del Interior, que en forma directa o través de sus asociados son familiares, y que apuestan a la integración vertical, la bioeconomía y, en algunos casos, a la economía circular.

Soychú es el segundo productor y vendedor de pollos del país, a un ritmo de 430.000 diarios. La firma nació en 1962, de la mano de dos inmigrantes italianos que decidieron diversificar sus negocios a partir de una carnicería. Primero fue un matadero de pollos, luego añadió la crianza propia y la producción de alimentos balanceados, después las reproductoras y más tarde los galpones de producción, que administran en forma directa o integrada. Más recientemente, sumaron el negocio de la genética, contó Franco Santángelo, presidente de la firma y segunda generación del emprendimiento.

El desafío, señaló Santángelo, es crecer en eficiencia y productividad para exportar, porque el mercado interno “ya no puede crecer mucho más”. Una de las necesidades es incorporar galpones de producción en forma integrada. “Para un productor de 500 hectáreas es una alternativa porque le brinda un ingreso extra cada dos meses y la posibilidad de usar capacidad ociosa, además de que puede utilizar la cama como fertilizante”, indicó.

Santiago Negri, director de Capelle Hnos., empresa integrante de Porcap, contó otra experiencia de integración vertical, a partir de la producción de cerdos. En el partido bonaerense de Daireaux, un grupo de empresas decidió agregar valor a la producción primaria. Arrancó en 2019 y produce carne de cerdo que mayoritariamente se faena en Cagnoli. El establecimiento también dio sus primeros pasos hacia la economía circular al instalar un biodigestor para tratar los purines y utilizarlos tanto para la producción de energía como para la fertilización.

En materia de economía circular, el emprendimiento que camina a pasos acelerados es el de Bioetanol Río Cuarto, más conocido como Bio4. Matías Turturro, jefe comercial de la firma, ubicó el origen en la sanción de la Ley de Biocombustibles, en 2006. A partir de los estímulos que brindaba la norma, un grupo de 26 productores de Río Cuarto decidió integrarse para dar valor al maíz, trayendo el modelo de las plantas de bioetanol de Estados Unidos.

Así comenzó una historia que los llevó a inaugurar en 2012 la planta de bioetanol, con capacidad instalada para elaborar 90.000 metros cúbicos de etanol, para lo cual consume 250.000 toneladas de maíz al año. El mercado local, con corte de 12% de bioetanol en las naftas, es el negocio principal para la empresa, pero la matriz productiva se diversificó a partir de las prácticas regenerativas. En 2015 instalaron una planta generadora de energía eléctrica a partir de biomasa. La idea original fue utilizar silaje de maíz pero, explicó Turturro, los precios del Plan Renovar en ese momento los dejaban fuera de costos y, por eso, comenzaron a utilizar destilado fino, un subproducto de la producción de biocombustible. Hoy esa usina aporta a la mayorista Cammesa el equivalente al 12% de la electricidad que consume Río Cuarto.

La integración no termina allí, ya que también producen biofertilizante y miden la huella de carbono, lo que les habilita negocios en el exterior. Para fin de este año esperan terminar la ampliación de la planta a 140.000 metros cúbicos de capacidad.

Estos tres referentes de la economía del maíz se mostraron convencidos de que el agregado de valor es el camino. También resaltaron la importancia de la cooperación con la comunidad en la que viven, y coincidieron en pedir estabilidad en la política económica. El camino para crecer está abierto. Por ejemplo, si la Argentina llevara el corte de nafta con biocombustible a un nivel similar al de Brasil (E 27), la demanda implicaría construir diez plantas similares a Bio4, con un consumo de maíz cercano a los 4 millones de toneladas.

El maíz, un potente motor para el desarrollo del interior, que sin trabas puede generar mucho más

El maíz, un potente motor para el desarrollo del interior, que sin trabas puede generar mucho más

El maíz como vector de la economía nacional y del desarrollo del interior fue el eje del panel moderado por Raúl Dente, gerente general de la Federación de Acopiadores de Granos, e integrado por Ramiro Costa, subdirector Ejecutivo de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; Emilce Terré, jefa del Departamento de Información y Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, y Gonzalo Agusto, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba.  

 

El desempeño alcanzado por la cadena del maíz en los últimos diez años no tiene parangón, y el año pasado fue el cuarto complejo exportador del país, pese a la sequía. A partir de este protagonismo, Raúl Dente valorizó la importancia institucional de las Bolsas de Cereales, y destacó la relevancia de las cámaras arbitrales, que a través de expertos permiten evaluar las controversias que se producen en el comercio y resolverlas en menos de tres meses, y del mercado de futuro Matba Rofex, “que permite diseñar una estrategia de comercialización con muchos fundamentos, no solo a nivel del precio de los granos, sino también con respecto al tipo de cambio”. 

Sobre el comportamiento de los precios a futuro, Dente dijo que el mercado cambiario no está previendo un salto devaluatorio para los próximos meses. “El valor a septiembre ajusta 4% por encima de la pauta devaluatoria del dólar oficial, que es de 2% mensual”, observó. Así, el precio actual del maíz es mejor que el que se espera para los próximos meses, y recién para diciembre las pizarras a futuro marcan una recuperación, dijo. 

Para Ramiro Costa, el crecimiento en área sembrada y en producción del maíz en los últimos 10 años es resultado de la interacción de una cadena que logró competitividad, a nivel doméstico, y también a nivel mundial. “En 20 años, el área nacional con maíz creció 175%. Y en materia de producción, venimos de dos campañas malas por el clima y la chicharrita, pero con un piso de 50 millones de toneladas que se puede mejorar”, destacó. Para la campaña 2023/2024, las ventas al exterior de maíz serían de USD 5.800 millones, apenas 1% más que lo registrado en la campaña anterior, dominada por la sequía.

“En la campaña anterior, si bien la producción cayó por efecto del clima, los precios fueron mejores”, agregó Emilce Terré. En ese contexto, el producto bruto del maíz para la actual campaña será de USD 16.000 millones, un muy buen indicador, según dimensionó Costa.

“El secreto del maíz está en la inversión. El agro invirtió USD 16.000 millones en 2023/2024 en insumos y servicios; el 35% lo aporta el maíz, que solo es el 20% de la superficie”, sostuvo Costa. Por otra parte, el maíz explica el 10% de las exportaciones totales. “Llega a 93 destinos, es el producto más diversificado. Cuatro años atrás, llegó a 120 países”, agregó. Además, la cadena del maíz tiene un impacto ambiental favorable. Según un relevamiento de tecnología agrícola aplicada que llevó a cabo la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, en términos de rotación, el maíz explica el 22%, y constituye el 46% de las gramíneas implantadas. El 90% de la superficie se hace bajo siembra directa, y el 30% se realiza con muestreo de suelos, y 40% de los productores tiene un nivel tecnológico alto.

Sin embargo, Costa destacó que “hace 5 años que el maíz no salta en área y producción, y se sigue atrasando en tecnología”. Para él, los mayores esfuerzos para que el maíz pueda crecer 45% en los próximos 10 años se deben dar en un escenario de políticas públicas de estímulo. “Con las condiciones actuales se podría crecer 30% en 10 años; pero podría llegar a 45% si el escenario económico fuera menos distorsivo para el maíz”, pronóstico.

Otro de los desafíos para el maíz es mejorar su infraestructura logística. El cambio en las fechas de siembra, que hace que en la actualidad la mayor área tenga maíz tardío, modificó la estacionalidad del ingreso de los granos a los puertos del Gran Rosario. “El aumento de la producción nacional es por el maíz tardío”, dijo Emilce Terré.

En la primera década del actual siglo, el pico de ingreso de camiones con maíz a las terminales portuarias rosarinas era en marzo, por el cultivo temprano. En los últimos 10 años, con el protagonismo del maíz tardío, al pico tradicional de marzo se agregó otro en julio. “El problema es que si comparamos con la estacionalidad de los principales competidores del maíz argentino (Brasil, Estados Unidos y Ucrania), la producción compite a nivel comercial con Brasil, lo que genera una caída de precios”, señaló.

El ferrocarril, dijo, viene creciendo como modo de transporte del maíz en los últimos dos años. Según la economista, el año pasado el tren llevó el 20% del maíz a los puertos de Rosario, y estos se va a repetir esta campaña, con 3,5 millones de toneladas. Otros 20 millones de toneladas llegarán en camiones, y 1 millón, en barcazas.

Para este ciclo agrícola se estima que saldrán de los puertos rosarinos 23,5 millones de toneladas de maíz, lo que lo convierte en uno de los principales nodos comerciales a nivel mundial para el cereal. Si se suman los embarques desde Quequén y Bahía Blanca, el volumen exportador llegaría a 31,5 millones de toneladas, 25% más que el año pasado. 

“Es importante mantener competitiva la hidrovía Paraná-Paraguay”, agregó Terré, y detalló algunas obras de infraestructura necesarias para facilitar la logística de cara a un mayor crecimiento en la producción maicera. En esa lista figuran la transformación en autopista de las rutas nacionales A12, 33 y 34, además de incorporar un tercer carril en la autopista Córdoba-Buenos Aires, entre Rosario y San Nicolás, y entre Rosario y la A12.

En los últimos años, la cadena del maíz se desenvolvió en Córdoba hasta convertirla en la principal productora del cereal, indicó Gonzalo Agusto. La superficie pasó de 1,5 millones de hectáreas en 2015, a 3 millones actualmente, con un marcado perfil de sustentabilidad. “En 2009/2010, por cada hectárea sembrada con maíz, había 4 de soja; en la última campaña, esa relación se redujo a 1,3 hectáreas de soja, por 1 de maíz”, comparó. 

La producción también creció: pasó de un promedio de 10 millones de toneladas hasta 2015, a los 19 millones estimados para esta campaña, aunque antes del impacto de la chicharrita se proyectaba cosechar 24 millones de toneladas, sostuvo el economista. 

Por otro lado, la provincia ha generado un modelo de desarrollo sobre la base del maíz, fundado en el agregado de valor. “En Córdoba se transforman 4,3 millones de toneladas, aproximadamente 1 de cada 4 que se producen”, dimensionó Agusto. El bioetanol representa 37% del maíz transformado, seguido por la ganadería y la lechería, indicó. 

Para el economista, el potencial del maíz sigue siendo inmenso, pero advirtió que se necesitan condiciones macroeconómicas estables, reglas claras, menor presión impositiva, mayores incentivos a la transformación y profundizar la interacción público-privada.

Con coincidencias sobre el virtuosismo de la cadena, quedó inaugurado el Congreso Maizar 2024

Con coincidencias sobre el virtuosismo de la cadena, quedó inaugurado el Congreso Maizar 2024

Ante una sala llena y entusiasmada, comenzó el Congreso Maizar 2024, “Liberemos el talento colectivo”, en un acto inaugural que contó con la participación del secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, el presidente de Maizar, Federico Zerboni, y el presidente del Congreso Maizar, Ignacio Garciarena. 

 

El Congreso Maizar 2024 comenzó bien temprano y a sala llena, con gran cantidad de productores, técnicos, académicos, ejecutivos de empresas, altos funcionarios y legisladores. Las primeras palabras fueron del presidente del Congreso, Ignacio Garciarena, que explicó el porqué del lema de este año, Liberemos el talento colectivo: “Es un llamado a liberar, a soltar prejuicios, a animarnos a ir por nuevos desafíos”, y apela a “la construcción común de valor, a la cocreación”, que fue el lema del Congreso Maizar 2023. 

 

“Todavía hay mucho que recorrer en transformación en origen, en desarrollo regional, arraigo, sostenibilidad, modelos de negocios… Es por esto que serán ejes transversales de paneles claves de este Congreso, donde abordaremos los temas más relevantes de cada uno de los ámbitos que conforman estas redes de valor, desde las semillas, los suelos, los insumos y el agua, hasta la conversión en proteínas animales, la bioenergía y los biomateriales, pasando por los marcos regulatorios, los avances tecnológicos, el contexto internacional, las cuestiones de infraestructura, los temas de impacto ambiental y las novedades tecnológicas”. Y recordó que en la jornada habrá un conjunto de paneles de expertos de distintas partes del país y del exterior, del sector público y del privado, que abordarán el manejo de la chicharrita, la plaga que tiene a maltraer al sector.

 

Al finalizar, Garciarena arengó a los presentes, invitándolos a aprovechar el Congreso para aprender y entusiasmarse, y contagiar todo eso al regresar a sus lugares: “Cuéntenle a su gente lo que vivieron, expresen sin miedo lo que sienten, lo que son, parte de una red maravillosa que genera valor en cada rincón de nuestra querida República. Contagien este optimismo, sobre todo a los más chicos: que piensen dos veces qué van a hacer con ese pasaporte que tienen en la mano. Que se vayan, sí, pero que vuelvan, más sabios, más formados, que acá los necesitamos”.

 

Federico Zerboni destacó la resiliencia de los productores, que sembraron una superficie  récord de maíz esta campaña, en medio de la incertidumbre electoral y luego de tres años de sequía. Una inversión que tuvo un resultado excelente en los maíces tempranos, pero está muy afectada en los tardíos, por la chicharrita, el Dalbulus maidis. “Así como superamos otras plagas, vamos a salir adelante con esta. Desde Maizar trabajamos desde el primer momento en consolidar la información de nuestra cadena con la de entidades privadas y públicas, y podemos decir que hoy los mejores especialistas del país están encontrando las mejores alternativas para cada situación y zona del país. En este Congreso podremos escucharlos para ver cómo encarar la próxima campaña y que esto no vuelva a suceder”. En ese sentido, destacó que “es necesario que se entienda que muchas veces el productor siembra, invierte, pero no cosecha. Sobre todo, que lo entiendan los funcionarios que este año aumentaron mucho las tasas e impuestos a la producción, pensando que el productor siempre tiene buenas cosechas”. 

 

Además, hizo hincapié en el peso del sector agroalimentario, que genera el 64% de las exportaciones. “Somos un país rico en recursos naturales y humanos, con suelos fértiles y un enorme potencial productivo. Pero seguimos atrapados en una economía estancada, con alta inflación y más del 50% de la población sumida en la pobreza. ¿Cuánto tiempo llevamos planteando lo mismo?”, se preguntó, para enfatizar que “no podemos permitirnos seguir por este camino”.

 

Si bien señaló que se entiende la difícil situación que heredó el Gobierno, indicó: “Nuestro sector ha soportado demasiado tiempo el peso de las retenciones, el desdoblamiento cambiario y una alta carga impositiva, lo cual perjudica gravemente al sistema productivo argentino. Confiamos en que estas trabas se resolverán pronto, tal como se prometió durante la campaña electoral”.

 

“Siempre es bueno estar en casa”, dijo el secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, recordando que presidió el Congreso Maizar 2023, cuando aún “no tenía idea ni expectativa de cumplir este rol”, y transmitió los saludos del Presidente de la Nación, Javier Milei, y del ministro de Economía, Luis Caputo.

 

Vilella coincidió en la enorme relevancia de la cadena del maíz y el sorgo, en su “virtuosismo y complejidad”, exponente  de “la potente vaca viva nacional”, como llama a la bioeconomía. “Hemos logrado que estos conceptos percolen al Gobierno nacional”, dijo, en referencia al cambio de nombre de la cartera de Agricultura a Bioeconomía. “Nuestra vaca viva está siendo reformulada para devolverle la rentabilidad a los productores”. Recordó que por años el sector reclamó por tres cuestiones: que se le sacaran las múltiples regulaciones en el mercado interno y externo; que se redujera la brecha cambiaria creciente y que se quitaran los derechos de exportación: “Pudimos avanzar con las dos primeras cuestiones, prometemos hacerlo con la tercera en cuanto las condiciones macro lo permitan”, sostuvo. Y anunció: “Mañana viajaré a China para abrir mercados, entre ellos, el maíz como grano y muchos subproductos”, dijo, recordando que China es el principal importador de maíz. El secretario también destacó la celeridad con que desde las instituciones públicas tomaron medidas respecto del Dalbulus maidis, y elogió el trabajo en red con el sector privado. 

 

“Vamos a apostar a este cultivo maravilloso, y con ello al cambio de la decadencia al bienestar”, concluyó.

Ya llega la Sial China 2024, una de las ferias más esperadas por los exportadores de carne

Ya llega la Sial China 2024, una de las ferias más esperadas por los exportadores de carne

Se realizará entre el 28 y el 30 de mayo en Shanghái. La industria frigorífica acompañará masivamente al Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina.

 

El IPCVA participará nuevamente en la Sial China 2024, una de las ferias más importantes de Oriente, que se llevará a cabo entre el 28 y el 30 de mayo de 2024 en el Nuevo Centro Internacional de Exposiciones de la ciudad de Shanghái.

Para la participación en este evento el Instituto desarrollará un gigantesco Pabellón Argentine Beef, de 1.150 metros cuadrados –el más grande de la historia del Instituto-, en el que participarán 31 empresas exportadoras.

«Lógicamente tenemos muchas expectativas por la participación en esta feria tan importante en la que estaremos acompañando a más de treinta empresas», aseguró Jorge Grimberg, Presidente del IPCVA. «Vamos a ver qué pasa con los precios del mercado chino, que hoy todavía están un poco deprimidos, y si en las negociaciones cara a cara se pueden lograr otras alternativas», agregó.

Por su parte, Mario Ravettino, Vicepresidente del IPCVA, dijo que «la Argentina considera al mercado chino como uno de los más importantes entre los que comercializa y coloca sus productos cárnicos».

“En virtud de ello -continuó-, la Feria Sial de Shanghái significa también para los empresarios argentinos un momento muy particular y especial para consolidar y fidelizar relaciones con los clientes, motivo por el cual la delegación es tan importante y numerosa”.

«Como representantes del IPCVA nos sentimos muy contentos y orgullosos de poder presentar una participación tan numerosa y tan diversa de frigoríficos», concluyó.

Como en otras grandes ferias internacionales, el Pabellón Argentine Beef estará concebido como un gran centro de negocios, con espacios de atención individual para las empresas en torno a un gran restaurante de casi 200 cubiertos en el que los exportadores podrán invitar a sus clientes a degustar bifes anchos y angostos a la parrilla.

Las empresas que acompañarán al IPCVA son las siguientes: Arrebeef, Azul Natural Beef, Carne Hereford, Carne Vireyes, Catter Meat, Compañía Bernal, Compañía Central Pampeana, Ecocarnes, Friar, Frigolar, Frigorífico Forres Beltrán, Frigorífico General Las Heras, Frigorífico General Pico, Frigorífico Gorina, Frigorífico HV, Frigorífico Rioplatense, FRIMSA, Grupo Lequio, Industrias Frigoríficas Recreo, Industrias Frigoríficas Sur, La Anónima, Logros, Madeka, Menudencias, Offal Exp, Pampa Compañía de Carnes, Quickfood Marfrig, Rafaela Alimentos, Santa Giulia, Tomasello y Urien Loza.

 

Sobre SIAL

SIAL es el acrónimo francés de «Salon International De L’Alimentation», que se traduce como «Exposición internacional de alimentos» en inglés, y «Xiya» es su nombre fonético chino. Es una de las ferias más grandes del mundo y fue fundada en 1964 en París. Las ferias SIAL se llevan a cabo anualmente en Shanghái, Shenzhen, París, Montreal, Toronto, Las Vegas, Nueva Delhi, Kuala Lumpur y Yakarta, entre otras ciudades y están considerados como “la exhibición de alimentos y bebidas más grande del mundo».