Ganaderos y frigoríficos del Mercosur se suman al pedido de CRA y se plantan ante las exigencias de la UE para importar carne

Ganaderos y frigoríficos del Mercosur se suman al pedido de CRA y se plantan ante las exigencias de la UE para importar carne

Tras el comunicado oficial de CRA que afirma su desvinculación de la plataforma VISEC, la cual impone condiciones sobre los orígenes (libre de deforestación) que deberá tener la carne para ingresar a la UE; desde el Foro Mercosur de la Carne, que integran productores y frigoríficos, se suman al rechazo de las condiciones que entrarían en vigencia desde el 2025.

 

Días atrás los ruralistas de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) decidieron desvincularse de la plataforma VISEC, la cual certifica productos como carne y soja argentinas como «libres de deforestación», debido a las restricciones que impone normativa europea.

CRA expresó su firme rechazo a las exigencias europeas, al señalar que estas «imponen restricciones adicionales a las exportaciones argentinas» y las calificó como una «barrera al comercio y al desarrollo productivo».

En esta línea, se acaba de sumar el Foro Mercosur de la Carne, entidad que agrupa a importantes entidades representantes de productores y frigoríficos de los principales países exportadores de carne en la región, al señalar en un comunicado que “se rechace toda medida impuesta en forma unilateral, como el Reg.1115/23 de la UE, sin un debate sólido del tema”, argumentando que esta medida requiere de mayor discusiones y concesos globales.

En el mismo comunicado, emitido desde la Expo-Prado de Uruguay, con el aval de su Asociación Rural, los integrantes del Foro reafirmaron su compromiso con una producción e industrialización sostenible de carne bovina, a partir de buenas prácticas productivas y conservando recursos naturales y medioambientales, pero no están dispuestos a aceptar “las exigencias que la Unión Europea-UE está impulsando en forma unilateral en temas ambientales y sociales a países exportadores”.

En este sentido, expresaron que “La UE debe reconocer los marcos normativos de otros países, nuestros sistemas productivos sostenibles, y evitar toda medida que lleve a un mayor proteccionismo en la producción y el comercio en la Agricultura. El apoyo a las decisiones que garanticen que los estándares de sostenibilidad que se definen, serán en base a criterios científicos, que respeten las particularidades y legislaciones locales, además del reconocimiento de principios como responsabilidades comunes pero diferenciadas en factores ambientales según el nivel de desarrollo de cada país”.

Ante esta postura instaron a los gobiernos representantes y a las autoridades máximas del MERCOSUR a que “rechacen toda medida impuesta en forma unilateral, como el Reg.1115/23 de la UE, sin un debate sólido del tema. Los problemas globales deben resolverse en ámbitos multilaterales”, remarcaron.

Además, expresaron en el comunicado, “el concepto de sostenibilidad incluye diversos elementos que no están respetados en la normativa de Union Europea, como la diversidad de cada país, así como, no reconocimiento de las iniciativas locales de innovación ambiental”.

La solicitud comunicada oficialmente fue firmada por la Asociación de la Industria Frigorífica de Uruguay (ADIFU), la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la Asociación Rural del Uruguay (ARU), la Cámara de Industrias Frigoríficas de Uruguay (CIF), la Confederación Nacional de Agricultura y Pecuaria de Brasil (CNA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), la Federación Rural de Uruguay (FR) y la Sociedad Rural Argentina (SRA).

CIARA-CEC pidió una revisión atendiendo el pedido de CRA
Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), realizó un pedido ante las autoridades europeas para que revisen el reglamento sobre cadenas libres de deforestación.

En una reunión con representantes de la Comisión Europea y las autoridades de Países Bajos, celebrada en la Embajada Argentina en La Haya, Idígoras manifestó que la «segregación física exigida por el reglamento es desmesurada e innecesaria». Según sus declaraciones publicadas en la cuenta oficial de la Cámara en la red social X (antes Twitter), el presidente de CIARA-CEC destacó que «se pueden alcanzar los mismos objetivos con otros medios», y que la medida impuesta «representa un esfuerzo económico y logístico que pone en riesgo las cadenas de comercialización y suministro».

Idígoras señaló que, si bien la Comisión Europea ha tomado nota del reclamo, la segregación física sigue siendo un requisito obligatorio. A pesar de ello, afirmó que continuarán trabajando junto con otras entidades, como la federación de acopiadores y cooperativas, y con el gobierno argentino, para negociar con la Unión Europea una posible revisión del reglamento.

En defensa de Visec, Idígoras sostuvo que la plataforma es una herramienta clave para la Argentina en el cumplimiento de los controles europeos, describiéndola como «voluntaria pero de muy fácil adopción» y con un diseño robusto. Según él, Visec puede facilitar que ningún importador europeo tenga inconvenientes con los controles de deforestación en el marco de la normativa comunitaria.

¿Cómo sobrevivir a un entorno desafiante en medio del cambio de paradigma productivo?

¿Cómo sobrevivir a un entorno desafiante en medio del cambio de paradigma productivo?

El ingeniero agrónomo, consultor y analista del sector lechero, Alejandro Sammartino, disertó en el marco de la Exposición de Pozo del Molle sobre el presente y futuro de la producción en Argentina.

Quien fuera exsubsecretario de Lechería de la Nación en la gestión del presidente Mauricio Macri, puso de relieve que habrá una mayor oferta de leche en el último trimestre, pero que no se alcanzará a compensar la caída del primer semestre, por lo que la producción global de 2024 caería por lo menos un 5% respecto a 2023. “Habrá menos leche, precios estables y más oferta de quesos en el mercado interno, por ende aumentará el consumo, pero con una primarización de esos consumos, es decir menos yogures y más cuartirolo”, apuntó Sammartino, quien a la vez subrayó los grandes cambios tecnológicos que se están dando en el sector.

 

Cartez cargó una vez más contra las retenciones al agro

Cartez cargó una vez más contra las retenciones al agro

El sadismo de la continuidad de un castigo reconocido

La Argentina necesita de manera cada vez más urgente el ingreso de divisas que posibiliten el crecimiento inclusivo, sostenido y sustentable de su enmarañada economía, así como el fortalecimiento de sus reservas internacionales.
Sin embargo, la continuidad del cepo cambiario heredado de anteriores administraciones, constituye sin lugar a dudas una barrera poco tentadora para aquellos capitales extranjeros que buscan una oportunidad de negocios en nuestro país, lo que, sumado a la carencia actual de financiamiento externo, deja a la generación genuina de divisas como la única fuente real de Dólares frescos. Y ante esta realidad insoslayable, todos miran con indisimulada voracidad a quien es más fácil gravar con impuestos, el sector agropecuario.
Y en ese marco de urgencias y carencias en que se vive en estos tiempos, en medio de un ajuste que busca domar la inflación crónica de nuestro país, y con una sociedad angustiada y golpeada por un índice de pobreza que le pega a la mitad de la población, pero con la esperanza renovada de encontrar una salida, el Gobierno del Presidente Javier Milei debe presentar el Proyecto de Ley de Presupuesto para el próximo año 2025.

Es por ello que la Confederación de Asociaciones Rurales de la Tercera Zona CARTEZ reclama, una vez más, luego de que el Presidente reconociera de manera explícita que el sector agropecuario ha sido sistemáticamente saqueado para favorecer a otros sectores de la economía, que en ese Proyecto de Ley se contemple de manera impostergable el inicio de la disminución efectiva hasta su total desaparición de los Derechos de Exportación que pesan sobre los productos agropecuarios, los que, desde su implementación hace más de 20 años, constituyen un peso impositivo determinante que imposibilita al sector agropecuario argentino expresar su plena capacidad productiva y generadora de divisas, le impiden crear mayor cantidad de puestos de trabajo y propiciar una dinamización definitiva de la economía, al tiempo que condenan a sus productores, en la actual realidad de precios internacionales deprimidos, a una situación de economía de subsistencia.
Lamentablemente, sólo con la disminución de absurdas trabas burocráticas administrativas y el achicamiento de la brecha cambiaria no alcanza.
Ya no hay más espacio para la continuidad de impuestos distorsivos. No lo hay.

Pazo negó una quita de retenciones cercana y coincidió con Milei: «Cuando producía soja me subsidiaba a las bombachas»

Pazo negó una quita de retenciones cercana y coincidió con Milei: «Cuando producía soja me subsidiaba a las bombachas»

«No solo se baja el costo argentino bajando retenciones», aclaró frente al reclamo de productores; también descartó una devaluación del dólar

Juan Pazo, secretario Coordinador de Producción de la Nación, estuvo en el 7mo Congreso Internacional de Coninagro , en donde hubo un fuerte reclamo contra las retenciones.

«Como productores agropecuarios, somos proveedores de alimentos, no queremos que nos vean como una caja», señaló el presidente de Coninagro, Elbio Laucirica. «En conjunto, asociándonos, crecimos en facturación un 8.6 % anual en los últimos 6 años, con un aporte al PBI del 1,17 %, con una facturación anual de US$ 14.000 millones, por eso necesitamos retenciones cero“, agregó y remarcó: “Hay muchos productores que vienen muy afectados y ya no tienen espaldas para aguantar. Con todo respeto decimos, no hay más tiempo”.

Respuesta de Pazo al pedido de retenciones cero

Bajo ese marco, Juan Pazo destacó: «El campo argentino necesita condiciones macroeconómicas para crecer». «No solo se baja el costo argentino bajando retenciones. Hay trabas de todo tipo en nuestro país, que tienen más de 70 años, que nos dificultaban a cada uno de nosotros la producción», continuó y enumeró: «Simplificamos el RUCA, las declaraciones anuales de los productores, eliminamos el FETA, bajamos aranceles a los herbicidas, quitamos derechos de exportación al sector lácteo, eliminamos la prohibición de cortes de carne, bajamos retenciones a las vacas, porcinos y al resto de la producción animal. Vemos que la producción animal es parte de darle valor agregado al campo».

Pazo remarcó: «Liberamos el comercio como nunca se liberó en los últimos 50 años. Nos permite encarar negociaciones internacionales de otro tenor.  Creemos realmente en la libertad y que esta libertad nos puede abrir mercados».

“Producimos y exportamos carne para más de 100 países. Hoy tenemos datos muy alentadores, el campo argentino no necesita más regulaciones, el gobierno está para hacer lo que está haciendo, ordenar la macroeconomía para que puedan producir como cualquier país vecino. Hemos tomado medidas que van en esa dirección. En la medida que eliminemos el déficit de una vez por todas en nuestro país, lograremos bajar los impuestos”, añadió.

En línea con el mensaje de que no se va a ver una baja de retenciones en el corto plazo, comentó: «La peor retención que teníamos era la brecha cambiaria, el dólar blend era solo para un grupo selecto. Queremos generar orden y previsibilidad para todos los actores del sistema». También aclaró que no va a haber devaluaciones.

Pazo estuvo días atrás en el Santa Fe Business Forum, y allí coincidió con lo que manifestó el presidente Javier Milei sobre que históricamente se lo castigó al campo para subsidiar a la industria. «Cuando Argentina tuvo la mayor capacidad industrial en términos del producto bruto fue cuando estuvo más abierta y cuando más influencia agroexportadora tuvo. Es una falacia. Cuando producía soja me subsidiaba a las bombachas. No era real. Esa competencia es ficta. Vos ves el grado de avance que tienen una serie de industrias de maquinaria agrícola, producciones de agtech, biotecnología y no compiten, lo que hay que cambiar es la matriz. Hay que ser competitivos a nivel industrial», señaló.

Cabe aclarar que Pazo era CEO del grupo textil Alas, propietarios de las marcas Rapsodia, Rapsodia Girls, Caro Cuore y Baby Cottons.

«El desafío es enorme, es cómo reconvertir algunas industrias que estuvieron cerradas y que se beneficiaron de barreras para arancelarias y burocraticas de todo tipo, que hoy basicamente eran generadoras de insumos. Al quitar esas trabas beneficiamos a miles de empresas productoras para bajar costos y para ser más eficientes», continuó.

De esta manera, comentó que «el esfuerzo va a ser compartido por otros sectores» y citó que, por ejemplo, el sector energético pasa a tener balanza comercial positiva. «Estamos esperando que con el ingreso del RIGI también entren inversiones en otros sectores. Todos estos números van a hacer posible que la baja de la carga impositiva ocurra antes de lo previsto». Aunque aclaró: «Creanme como productor, el orden macroeconómico es lo primero que necesitan».

Desarrollan una línea de soja que produce hasta un 60% de vainas con cuatro semillas

Desarrollan una línea de soja que produce hasta un 60% de vainas con cuatro semillas

Investigadores lograron desarrollar una línea de soja con mayor potencial productivo respecto a las que actualmente se encuentran en el mercado. A modo comparativo, explicaron, que “en las sojas donde predominan las vainas de tres semillas, producen menos de un 7 por ciento de vainas con cuatro granos”.

 

Especialistas del CONICET en el Laboratorio de Eco Fisiología Vegetal (LEFIVE) del Instituto de Investigaciones en Ciencias Agrarias de Rosario (IICAR, CONICET-UNR), liderados por la investigadora Julieta Bianchi, lograron desarrollar una línea de soja que produce un 60 por ciento de sus vainas con cuatro semillas.

En el marco de este proyecto tecnológico, se firmó un convenio de investigación y desarrollo entre el CONICET, la Universidad Nacional de Rosario y GDM Argentina SA, una empresa especializada en genética vegetal que tiene a Don Mario semillas como su marca insignia.

Para ilustrar la importancia del logro obtenido, Bianchi subraya que las variedades comerciales actuales de soja, en las que predominan las vainas de tres semillas, producen menos de un 7 por ciento de vainas con cuatro granos. Esta característica, al estar asociada directamente con el número de granos totales que va a obtener el productor al momento de la cosecha, tiene un claro impacto en el rendimiento del cultivo.

Este primer convenio tiene el propósito de incorporar la característica obtenida a una línea comercial de soja. Cabe destacar que el laboratorio de Eco-Fisiología Vegetal del IICAR, cuenta con una línea de soja de alto porcentaje de vainas de cuatro semillas inscripta en el Registro Nacional de la Propiedad de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas con el nombre de “Tango 4S”. El siguiente paso, ya en un futuro acuerdo, será llevarla a distintas zonas del país y comprobar si la tecnología funciona realizando las pruebas a campo.

“El convenio firmado es un claro ejemplo de los resultados que puede traer la vinculación de la ciencia y la tecnología con la producción nacional”, afirma la científica, y destaca la importancia del apoyo de las instituciones públicas, así como de las empresas del agro para realizar un proyecto de este tipo. “Si bien nosotros tenemos muchas fortalezas en cuanto a la investigación y a cómo desarrollar ideas y llevarlas adelante, muchas veces trasladarlo al sistema productivo es más difícil, entonces contar con la colaboración de empresas es importante”, agrega.

Orígenes y procesos
“Se trató de una idea original del Ingeniero Agrónomo Eligio Morandi, quien hoy ya no está físicamente, pero dirigió al grupo de trabajo del LEFIVE por más de 40 años, siempre con el propósito de hacer investigación vinculada al sistema productivo”, detalla la investigadora y explica que desde el fallecimiento de Morandi, el director pasó a ser el investigador del CONICET Juan Pablo A. Ortiz.

Al dar cuenta de cómo nació el proyecto, Bianchi relata que mientras hacía el posdoctorado en la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, se postuló para ingresar a la Carrera del Investigador Científico y Tecnológico del CONICET (CIC) con un proyecto tecnológico. “En este tipo de proyecto, debe presentarse una empresa adoptante de la tecnología que se quiere desarrollar. Así es que mi proyecto de ingreso está directamente relacionado con el convenio que firmamos con GDM. Ellos se presentaron como adoptantes de la tecnología, a través de Don Mario. De esa manera yo me pude postular con un proyecto que tiene ciertas diferencias respecto de lo que es un proyecto normal de ingreso a carrera, que en general tienen objetivos acotados y de corto plazo, porque se renuevan todos los años”.

De aquellos primeros años recuerda: “Cuando con Eligio (Morandi) presentamos lo que en realidad era una idea, todavía había que poner en marcha el tren y sólo teníamos el material vegetal, que, si bien era lo más importante, aún no conocíamos la genética de la característica que iba a ser objeto del acuerdo”.

Una vez comenzada la investigación, el equipo se planteó cuestiones vinculadas a la estabilidad y heredabilidad de la característica deseada. En este sentido aparecía la pregunta acerca de en qué medida las variaciones obtenidas en el porcentaje de vainas con cuatros semillas se debían a la genética y cuánto a la influencia del ambiente. Este tipo de preguntas se empezaron a profundizar en investigaciones tempranas, donde se estudiaron las bases fisiológicas, genéticas y moleculares asociadas a la característica, para después analizar cómo se manifestaba.

“En general cuando uno trabaja con caracteres de rendimiento debe considerar que están muy influenciados por el ambiente. Esto significa que en un año puede expresarse normalmente, pero en otro -por ejemplo, de sequía-, no. También influye si hay una deficiencia de nutrientes en el suelo. Sin embargo, la característica estudiada mostró un alto grado de heredabilidad, es decir, de determinación genética, por lo cual se presentaba siempre. Los estudios en macetas, invernadero y a campo así lo demostraron”, concluye Bianchi.