Manejo de la Fertilidad del Suelo en Mercosoja 2022

Manejo de la Fertilidad del Suelo en Mercosoja 2022

En el marco de la nueva edición del IX Congreso Brasileño de Soja y Mercosoja 2022, se llevó a cabo un Panel sobre el ‘Manejo de la Fertilidad del Suelo», con el objetivo puesto en alcanzar un manejo integral de los nutrientes dentro del sistema de producción de los países del Mercosur.

En el panel hubo especialistas de Argentina, Paraguay y Brasil (Fernando García, Andrés Zabini, por los dos primeros, y los brasileños Luiz Tadeu Jordão e Ieda de Carvalho Mendes), quienes debatieron sobre la base de 3 cuestiones: el contexto de la fertilidad de suelos en cada región; los caminos que se van siguiendo y los casos exitosos.

Fernando García, consultor privado y profesor libre de la Facultad de Ciencias Agrarias de Balcarce, describió que la soja en Argentina se está produciendo con balance negativo de nutrientes, según lo reflejan estudios realizados por el INTA y la asociación civil Fertilizar que describen una caída pronunciada de materia orgánica y de fósforo, en un contexto de muchos años de haber perdido la rotación agricultura-pasturas y la expansión de agricultura continúa -con predominancia de soja- generando erosión hídrica y eólica, compactación, salinización y otros problemas de degradación.

Situaciones contrastantes se describieron para Paraguay y Brasil, pero todos los especialistas remarcaron el hecho de que la fertilidad no es solamente una cuestión química y resaltaron en ese sentido la importancia de atender la parte biológica y física de los suelos.

Respecto de «hacia dónde va la región en materia de fertilidad», García remarcó que en Argentina se está enfocando en la importancia de hacer análisis y calibración del suelo por ambientes, remarcando que es un tema trascendental este año para la toma de decisiones de inversión en un escenario de fuerte incremento de los costos al que se suman la incertidumbre sobre la disponibilidad de los fertilizantes.

Por Brasil, Carvalho de Mendes, de EMBRAPA Cerrados, presentó los índices de fertilidad de la ecorregión del Cerrado brasilero desarrollados por la entidad. La especialista en microbiología ilustró que además del análisis de los nutrientes del suelo, hay que realizar un estudio de las enzimas que reflejan la actividad biológica, resaltando la importancia de tomar en cuenta el suministro, el ciclaje y el almacenamiento de nutrientes en la materia orgánica.

En el caso de Paraguay se planteó la necesidad de ambientar, la importancia de la aplicación de calcáreo y el hecho de que en el país se manejan «fertilizaciones desbalanceadas», con balance positivo de nitrógeno y de fósforo, pero negativos en el caso de potasio.

En la tercera parte se presentaron casos de éxitos. En Argentina se describió el impacto altamente positivo que tiene una nutrición balanceada de soja, que implica aumentos en el rendimiento de hasta 20% en la región Pampeana central, como en el sur de la provincia de Santa Fe, sudeste de Córdoba, oeste de Buenos Aires y este de La Pampa

En el caso Brasil se mostró la aplicación de estos indicadores biológicos y los resultados que tienen la clasificación de los suelos en 4 categorías: enfermos, en proceso de recuperación, en proceso de degradación, y saludables.

Mercosoja 2022: Productividad con sustentabilidad.

Mercosoja 2022: Productividad con sustentabilidad.

En el IX Congreso Brasileño de Soja y Mercosoja 2022, que se desarrolló en la ciudad brasileña de Foz do Iguazú, la semana pasada, hubo un panel dedicado a la «Productividad con sustentabilidad: Fundamentos teóricos y prácticos del manejo del suelo y la nutrición de las plantas», el cual se concretó con tres ponencias.

En el arranque estuvo el Dr. Pablo Calviño, consultor de empresas en Argentina y otros países del Mercosur, quien se refirió a los modelos de producción de Argentina, marcando el cambio que se está dando de un modelo de país productor de granos a productor de alimentos.

Calviño caracterizó a la producción en las principales regiones sojeras del país resaltando la necesidad de mantener la calidad de los suelos a partir de la incorporación de carbono, marcando especialmente la importancia de incrementar la rotación con gramíneas y de cultivos de cobertura.

En este sentido recordó la incorporación del maíz tardío en los sistemas, y las condiciones que se dieron a partir del 2015 con menos retenciones a las exportaciones de trigo y maíz, que facilitaron la incorporación de estas dos gramíneas generando una reducción del área del cultivo de soja.

El especialista también abordó la cuestión de las brechas de rendimiento de soja estimadas en un 32% de diferencia entre los rendimientos que se alcanzan y los que se podrían alcanzar. En este orden indicó que la fertilización debe ser una estrategia para su reducción, y alertó por el bajo uso de fertilizantes, que está, en promedio, en alrededor de 5 kg de fósforo y 2 ó 3 kilos de azufre por hectárea.

Para achicar la brecha apuntó que se debe hacer una producción más sustentable con tecnologías de procesos. Dentro de la tecnología de procesos propuso avanzar desde la agricultura por ambientes al manejo de los microambientes. Para cerrar mostró los números de un campo de Tandil en el cual, a partir de la ambientación, se incrementó el ingreso neto de la propiedad en 28%, con un aumento en los niveles de carbono de los suelos, mejoras en el balance de nutrientes y un cambio hacia los fitosanitarios de banda verde.

El segundo disertante fue la Dra. Sandra Fontoura, de la Fundación de Pesquisa Agropecuaria del Estado de Paraná, Brasil, quien presentó los trabajos de calibración de ambientes realizados en la zona de Guarapuava, con una importante ganancia en los rendimientos de los distintos campos en donde se experimentó un incremento en la fertilización y en el encalado de los suelos, caracterizados como ácidos y muy pobres de fósforo.

En relación a la fertilización, la investigadora describió cómo se generó la información para la calibración del análisis de suelo estableciendo los niveles deseables de fósforo extraíble en 16 partes por millón y los de potasio en 0.2-0.3 miliequivalentes por cada 100 g. También demostró la necesidad del nitrógeno (N) para el cultivo de soja, el cual debe abastecerse vía la inoculación, debido a que en esa zona del estado de Paraná la fijación biológica de N contribuye con más de 60% al abastecimiento del cultivo.

Fontoura finalmente destacó la importancia de la inclusión de rotaciones de soja con maíz de verano –en esa zona no se puede hacer maíz safrinha que se hace en Brasil en invierno.

El panel lo cerró el consultor Nelson Horowitz. Su presentación se basó en la necesidad de nutrir la soja con azufre (S), y describió las distintas fuentes de S que hay disponibles, haciendo foco principal en el azufre elemental.

Horowitz indicó que la fertilización con S debe concretarse a partir del análisis de suelo y que, cuando se utiliza S elemental, debe tenerse en cuenta la tasa de oxidación, la tecnología de fabricación, la importancia de los microorganismos en el proceso de oxidación y el sistema de aplicación.

En el sur de Brasil, el azufre elemental presenta ventajas desde el punto de vista logístico, pero tiene desventajas desde lo agronómico porque para ser absorbido por las plantas debe ser oxidado a sulfato, que es la forma con la cual las plantas absorben este nutriente tan importante para soja y otros cultivos en Brasil y en Argentina.

La BCR otorgará becas para su Programa de Formación 2022

La BCR otorgará becas para su Programa de Formación 2022

La capacitación está destinada a estudiantes y jóvenes profesionales que quieran adquirir conocimientos de alto nivel en temas vinculados a los mercados financieros, granarios, ganaderos y porcinos.

El Programa de Formación 2022 que ofrece la institución, en conjunto con los mercados Matba Rofex, MAV, Rosporc y Rosgan brinda, a través de un sistema de becas, una capacitación especializada sobre el funcionamiento de los mercados físico de granos, ganadero, de capitales y el mercado de derivados. Busca contribuir al mejoramiento cualitativo del capital humano especializado necesario para las empresas que se desempeñan en los mercados. Las inscripciones estarán abiertas hasta el 30 de mayo.

Las clases comienzan el 1 de junio y serán dictadas por streaming online. Se puede participar de manera sincrónica y asincrónica. Las clases grabadas estarán disponibles 24 horas después de la fecha de dictado y podrán ser vistas hasta 15 días posteriores a la finalización de cada curso.

Cronograma

El sistema cuenta con cuatro etapas con requisitos en cada una de ellas para poder acceder a la siguiente instancia. En la primera fase se dictarán cursos de nivel inicial con el objeto de nivelar los conocimientos de los participantes. Contará con seminarios sobre introducción a la comercialización de granos, al mercado ganadero, al mercado de Capitales, a los futuros y opciones, y a las tecnologías digitales e innovación.  

En una segunda etapa se profundizara el contenido dado y, se rendirá un examen que, de aprobarlo con un puntaje igual o superior al 60%, se entregará certificado. A su vez, se los incorporará en las búsquedas laborales que reciban los organizadores y, quienes obtengan un puntaje superior al 70%, quedarán habilitados para continuar con la etapa tres.

La anteúltima etapa cuenta con cursos de nivel avanzado divididos en especialidades, ideado para distintos perfiles de acuerdo a las necesidades que se detectan en el ecosistema.

Como última fase, los alumnos deberán realizar un trabajo de investigación en el que puedan aplicarse los conocimientos adquiridos durante el cursado o aplicar para las prácticas profesionales disponibles en empresas del sector.


Requisitos para acceder al programa

Este programa está destinado a estudiantes universitarios de grado avanzados o profesionales recientemente graduados. Los estudiantes universitarios de grado deben contar con el 70% de su carrera aprobada. Los profesionales deben ser recientemente graduado, 2 años máximo. Además, deberán tener conocimiento intermedio de inglés (lectura y comprensión)

Brecha de rendimientos y distinción de ambientes para la soja.

Brecha de rendimientos y distinción de ambientes para la soja.

En el marco de Mercosoja 2022, especialistas expusieron las razones de las diferencias de rendimientos entre los principales países productores de soja del mundo y la potencialidad de cada uno de aumentar sus cosechas reduciendo las brechas entre el promedio y el potencial de producción. Una cuestión de manejo.

«El Atlas de Brechas de Rendimientos a nivel mundial (www.yieldgap.org) determina para soja que las brechas o porcientos del potencial son 22%, 32% y 45% para Estados Unidos, Argentina y Brasil respectivamente. Estados Unidos siembra 34 millones de hectáreas y representa el 30% de la producción global (las regiones del norte estadounidense representan más del 80%). Los rindes promedios están entre el 75 y 80% del rinde potencial, por lo cual hay una oportunidad para producir más», expresó Patricio Grassini, Phd, profesor argentino en la Universidad de Nebraska.

El análisis de esas diferencias fue tema de debate en el Congreso Mercosoja 2022, que se desarrolló la semana pasada en Foz de Iguazú, con estudios puntuales realizados en cada uno de los países.

El caso estadounidense fue abordado por Patricio Grassini, quien definió que el «rinde potencial» de un cultivo se alcanza con el aprovechamiento de la radiación, de la temperatura, el tipo de suelo, el nivel de dióxido de carbono y la disponibilidad de agua como los principales factores. Con el ajuste de estas variables, alcanzar 80% del rinde potencial es un objetivo razonable – rinde «alcanzable» – para los productores que tienen acceso a los insumos, los paquetes tecnológicos que brinda el mercado y el asesoramiento.

Grassini aseguró que esa «brecha explotable» es la que existe entre la situación real del productor y la «alcanzable». Ella es la resultante de la combinación del manejo de los factores limitantes de la producción como el agua y los nutrientes, a los que se debe restar la consideración de que el manejo general del productor está por debajo del óptimo, contando a «los factores reductores del rendimiento» como las malezas, plagas y enfermedades.

Atento a este escenario, Grassini y su equipo en Estados Unidos se propusieron identificar «las llaves de manejo» que ayudan a aumentar los rindes con un uso eficiente de los insumos y el manejo. El estudio se realizó en base a los datos propios de los productores, sin ensayos de campo, contabilizando 8.000 lotes en 200.000 hectáreas.

Con ese universo se procedió a realizar una encuesta que reunía información total sobre uso de semillas, densidades, espaciamiento, tratamiento, manejo de fertilizantes, presencia de nematodos, plagas, déficit de hierro, entre otros ítems. Se dividieron 10 zonas en la región norte de USA (7 en secano y 3 con riego) con combinaciones únicas de clima y suelo, representando 7 millones de hectáreas y se evaluaron los rindes promedio, encontrando grandes diferencias entre regiones y dentro de los lotes de cada región. Comparando los lotes de bajos y altos rendimientos, determinaron qué factor de los encuestados explicaron los resultados particulares.

Los resultados mostraron que en la situación de riego, los mejores rindes fueron determinados por la fecha de siembra, el uso de enmiendas y funguicidas, seguidas de la elección del correcto grupo de madurez de las variedades y el manejo del suelo sin definir siembra directa propiamente dicha y convencional, teniendo menor incidencia el manejo del riego y el tratamiento de semilla.

Para las regiones en secano los factores que determinaron altos y bajos rendimientos en cada región fueron muy variables. En cuanto al manejo del cultivo, la fecha de siembra y el grupo de madurez correcto, el manejo del suelo y la aplicación de enmiendas sobresalieron también, y en alguna región el manejo del suelo con drenaje artificial, y el uso de funguicidas.

La densidad de siembra no tuvo efecto en ninguna región, pero tiene un impacto directo en el margen económico si se siguen las recomendaciones adecuadas. El uso de fertilizantes tampoco tuvo relevancia, pero hay que tener en cuenta que la disponibilidad de nutrientes luego de un maíz es adecuada en la situación de rotación generalizada de SJ/MZ de Estados Unidos. La penalidad por siembra atrasada no fue la misma entre las regiones, pero fue un factor muy relevante y se determinó que se correlacionaba con la disponibilidad de agua en el llenado de granos.

Con el objetivo de validar todo esto, se planearon ensayos específicos que redujeron en 40% la brecha de rendimiento sin riesgo económico o ambiental y se evaluaron los contenidos de proteína y aceite en grano, viéndose una leva caída de la proteína y aumento en el aceite.

El caso de Argentina

Sobre el caso argentino habló el ingeniero Octavio Caviglia, de la Universidad de Entre Ríos y Conicet, quien arrancó describiendo la situación agroclimática de las regiones sojeras del país y puntualizó en las carencias del fósforo como un factor determinante de los rendimientos de la soja, aunque resaltó que se viene dando un mayor uso de la fertilización, la que se asocia a situaciones de altos rindes, aunque aún se aplican dosis bajas.

Caviglia coincidió en marcar la brecha de 32% en el país entre el promedio de las cosechas y el rinde potencial. En tanto afirmó que para el caso argentino debe ponderarse que -en relación a otros- en los últimos años creció entre 15 y 32% la superficie de soja de segunda, que coloca al cultivo en un ambiente menos propicio para lograr rindes promedios altos.

El especialista remarcó que los rindes de la soja de primera aumentaron y que los de segunda «están estancados»; por lo que para este manejo apuntó como variable «clave» el uso de funguicidas.

En el caso de las brechas de cada región del país, dijo que los datos muestran que en la zona núcleo la diferencia es inferior a la de las zonas alejadas -y son mayores aún en el norte-.

Entre los principales factores limitantes en la ocurrencia de brechas en Argentina, enumeró la fecha de siembra en relación a la disponibilidad de agua en determinados momentos del ciclo, según ambientes con y sin napa y su interacción con el tipo de suelo.

Caviglia también mostró los resultados de la reacción de la soja a las secuencias de cultivo con mayor o menor proporción de gramíneas.

Finalmente dio una profunda explicación acerca de la situación hídrica en los cultivos de soja con la introducción del concepto de la productividad del agua, remarcando que en condiciones limitantes se obtienen diferentes rendimientos según la disponibilidad del elemento. Y cerró afirmando que el mejoramiento genético puede contribuir a aumentarlo y estabilizarlo.

Finalmente se analizó la situación de Brasil. Lo hizo Rafael Battisti, ingeniero en Biosistemas de la Escuela de Agronomía de Goiana, quien marcó también que las prácticas de manejo son factores importantes en la brecha, puntualizando en aquellos que pueden reducir el riesgo climático (fecha de siembra, diferentes grupos de madurez) y en relación a la calidad física de los suelos.

Battisti hizo énfasis en estudios sobre el crecimiento radicular y su implicancia en el rendimiento, teniendo en cuenta el nivel de calcio y de aluminio.

A diferencia de los casos anteriores resaltó que la densidad óptima de plantas y la sanidad –frente a los ataques de roya – como elementos claves en la brecha brasileña.

Teniendo en cuenta un escenario ideal, Battisti mostró lo que sucedió en la última campaña, bajo un ciclo de El Niño. El Big Data estuvo presente en esos análisis y le permitieron remarcar que la Agricultura Digital es fundamental en la obtención de resultados y la elaboración de las estrategias de manejo.

El presente gris y el futuro sombrío.

El presente gris y el futuro sombrío.

Una sensación gris y agorera transita el presente de los argentinos, a quienes nos hablan de recuperación y futuro, los choca la realidad cotidiana, que puede presentarse bajo la figura de la inflación, la pobreza, el estancamiento productivo, la crisis educativa, la poca confiabilidad de la justicia, la desinversión, la inseguridad, el narcotráfico que domina ciudades y pueblos, pero sobre todo, lo que se percibe en el rostro de quienes día a día salen a trabajar, es no tener un rumbo cierto, es la incertidumbre, es el sentir que la política discute cargos y personas, y deja de lado los gravísimos problemas que nos jaquean.

No es cierto que la pandemia y la guerra sean los causantes de todo, desde muy largo tiempo estamos quietos en un mundo que se mueve rápido y eso solo nos asegura ir retrocediendo irremediablemente.

La estadística censal nos dice que somos 7.200.000 más de habitantes, esto es  un 18% más, mucho antes, otros datos nos reflejaron el avance de la pobreza, la caída del ingreso pert cápita, y la falta de crecimiento del producto bruto, fruto indiscutible, que quienes nos han gobernado y gobiernan no han tenido las condiciones técnicas ni políticas para conducir el país hacia un destino superador.

Azorados, presenciamos las discusiones públicas de la coalición gobernante, pelean por los medios, absolutamente lejanos a los problemas reales de sus gobernados.

La palabra oficial ha perdido su sentido, se contradice en forma constante los que se anuncia no se hace, la retórica suple a la concreción de las cosas y solo perduran grandes anuncios, diminutas realizaciones y tristes resultados.

Mas de cincuenta años de déficit fiscal debieran haber enseñado algo.

Otros tantos años de derechos de exportación también debieran haber enseñado que no es ese el camino, ese facilismo fiscal, aprovechado por todas las corrientes políticas, solo sirvió para sostener el proceso decadente

Algunos fanáticos, hablan de mas retenciones y de los precios internacionales, se olvidan, adrede, de hablar de los costos y de su espiral ascendente; Solo imaginan más impuestos, como si lo bolsillos de los pocos que los pagan, pudieran soportarlos.

No será gritando en las tribunas como habremos de salir de la crisis, ni agrietando, aun mas, la sociedad, la inteligencia de los capaces, la formación de un proyecto común, el retorno a la idea que el trabajo es el asignador y distribuidor de ingresos, las ideas lógicas de sentido común con la que todos nuestros vecinos crecen, nos suenan lejanas frente al desvarío de retomar ideas que el mundo dejo hace rato.

Este presente insoportable, nos obliga, una vez más, a pronunciarnos alertando sobre aquellas pésimas decisiones que día a día retornan en el lenguaje oficial y no hacen mas que sobresaltar a los pocos que todavía invierten y trabajan en Argentina.

 

Es responsabilidad de toda la política rescatarnos de la constante sensación de deslizarnos hacia un peor escenario, en donde el futuro, asoma insondable.

 

Fuente: http://www.cra.org.ar/